¡El Colegio de Periodistas desbordado en la presentación de elcatalan.es!

Cada cop hi ha més gent amb ganes de superar les manipulacions dels medis del Règim.

Lo anunciamos el pasado miércoles: nace un nuevo digital para informar de lo que ocurre en Cataluña sin replicar la versión del matrix separata, un medio para mostrar nuestra realidad, un digital para los catalanes libres de nacionalismo: elcatalan.es.

Hoy lo presentaban en el Colegio de Periodistas de Barcelona y nos encaminamos hacia allí. Al llegar nos llevamos la sorpresa de que el auditorio estaba a reventar y la gente hacía cola para intentar, infructuosamente, acceder al interior. El Colegio de Periodistas de Barcelona estaba desbordado de gente, una demostración palpable del hambre de información no sesgada que tantos tenemos.

Benvingut, elcatalan.es; aquest inici és un magnífic senyal… els catalans ja n’estem tips de que ens enganyin!

Dolça i rebel Catalunya…



Categories: Huid del nacionalismo, Mejor juntos

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26 comentarios

  1. yo sugiero a vuestro posible presidente de la Republica catalana, Señor Puigdemont, que lo primero que tiene que hacer, es ir a un buen estilista y le modifiquen su pelo. Parece que lleva la piel de un gato despellejado, encima de la cabeza

  2. WELCOME TO THE JUNGLE

  3. Los golpes hoy, señores míos, no se hacen con la fuerza física de las armas. Todo el poder radica en la informática y el control de las redes de información. Las autorizaciones de disposición de dinero se hacen por medio del Banco de España y este se comunica con el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. No hay que sacar a un tipo de un despacho. Con eliminarle las comunicaciones o anular el acceso a determinados puntos … ¡Ya está!

  4. Esta clarísimo que esto es una guerra que estaba costando ganar, pero que por fin estamos logrando vencer. Prueba de ello es por ejemplo esta tremenda aceptación que está teniendo esta nueva iniciativa de volver a poner el grito en el cielo, pero acompañado de un impresionante clamor popular.

    Celebro que el abnegado trabajo que día a día habéis estado desarrollando sin ningún descanso los de Dolça Catalunya, empiece a hacer cada vez más públicos sus éxitos y resultados. Esta campaña que ahora se iniciará con esta nueva asociación, es una estupenda prueba de lo que estoy diciendo,

    Mi enhorabuena a todo este desaliento que no para.

  5. Por fin un medio libre de nazismo en Cataluña, espero que tengan un buen arranque y crezcan rápido. Necesitamos medios libres y más en estos momentos claves de prusés. Por cierto cuidadito como llegue Pedrito Sánchez o el Coletas al poder porque la liarán parda… Será el fin de España como nación.

  6. elCatalan.es pinta muy bien!!!!!!!!!!

    Espero que la prensa del resto de España se haga eco, y lo promocionen un poco, ya que en verdad que lo necesitamos en Catalunya nuevos medios de comunicación libres de separatismo.

  7. Los artículo de Santiago Trancón en Noticiero Universal son una delicia. Me ha encantado el que habéis colgado… Pero hay otro muy significativo y lúcido que la fiscalía debería leer. Se pregunta Trancón… ¿De cuántos delitos penales podríamos hablar? ¿Prevaricación, malversación de dinero público, abuso de autoridad, desobediencia, pertenencia a banda organizada para delinquir…? https://noticierouniversal.com/opinion/pica-en-flandes-santiago-trancon/

  8. Los nacionalistas no le tienen miedo a Rajoy y Rajoy debería darles miedo como jefe de gobierno de una de las naciones mas antiguas del viejo continente. Sin embargo Puigdemont que es un personaje de opereta bufa, le desprecia y no le tiene ningún miedo. Hoy el sedicioso se le ha puesto chulo al Presidente invitándole a usar una fuerza legítima que él piensa Rajoy se sentirá incapaz de usar contra el govern de los desleales a nuestra Constitución. No le tienen miedo porque le tienen cogida la medida desde el año 2014 cuando Rajoy se escondió de sus obligaciones constitucionales y fracasó definitivamente como político. Sin embargo, no soy pesimista porque los nacionalistas no le tienen cogida la medida a la sociedad catalana y por eso fracasarán. El nacionalismo catalán es un traje ideológico que nos viene muy estrecho a la mayoría de los catalanes. Su problema no se llama Rajoy sino España que sigue latiendo muy fuerte en el corazón de muchos ciudadanos en Cataluña y la idea de una España unida en torno a su constitucion es muy poderosa porque para nuestra desgracia no estamos acostumbrados a vivir en libertad pero hace siglos que la añoramos y la seguimos persiguiendo y esta ideología decimonónica, transnochada, nunca nos la va a otorgar. Tampoco lo hizo durante la segunda República cuando por antiespañola fue uno de los factores desencadenantes de nuestra última (hasta ahora) guerra civil. No puede haber espacios de consenso con estos antidemócratas porque odian el mayor espacio de encuentro de nuestra historia moderna: La Constitución del 78. Todas las anteriores fracasaron y ya sabemos que nos trajo dicho fracaso. Yo digo sí a la fuerza legítima de nuestro Estado de Derecho si con ello salvamos a 46 millones de ciudadanos de perder su libertad y sus legítimos e históricos derechos constitucionales.

    • Sr. Rafael:
      Yo he perdido por dos veces mi trabajo de docente (ambas -le aclaro- hace ya más de 20 años) por no comulgar con el pensamiento único nacionalista, un primo mío de Olot fue multado por no rotular en catalán su negocio, mis sobrinos -no tengo hijos- no han podido jamás estudiar en español porque ello está prohibido en Cataluña, mi padre estuvo a punto de fallecer porque, tras sufrir un infarto estando de vacaciones en una comunidad autónoma distinta de Cataluña, le fue denegado el transporte sanitario de urgencia por no tener la tarjeta sanitaria correspondiente a dicha autonomía, mi madre tuvo que dejar de cantar en la coral en la que lo hacía por el irrespirable ambiente separatista que se adueñó de la misma ya hace muchos años…Y todo ello ha sucedido, según Ud., dentro de esta estupenda «España unida en torno a su constitución» (!pues menos mal que está unida!, apostillo yo), que nos va a «salvar de perder nuestra libertad» (!pues menos mal que tenemos libertad!, sigo apostillando) y nuestros «legítimos e históricos derechos constitucionales»…
      Lo dicho…!Menos mal!…!Menos mal que disfrutamos de tales legítimos e históricos derechos!…Porque mira que si llegásemos a perder tanta unidad y tanta libertad como la que venimos disfrutando, gracias a los mismos, desde 1978…!Ufff!…!No sé qué sería de mí, ni de mi familia!…

      • Mis saludos F. LLopis, soy catalán español, me ha tocado currar y vivir durante mas de veinte años en todas las regiones de este puñetero, viejo y querido pais que es España, me he encontrado siempre con gente buena, pero ojo, también con nacionalistas indepes, odiosos y recalcitrantes en todas y cada una de las partes de este pais, desde Almería, hasta el cabo de Peñas, aparte de algunos catalanes,y vascos que son los que mas alzan la voz con una intolerancia odiosa al que no piensa como ellos, vamos que como discutas con tres o cuatro a la vez, si tuvieran un arma, te vuelan la cabeza, eso tambien lo he vivido. Lo que quiero decir con todo esto, es que no le veo remedio, somos una gran nación que solo hemos tenido unos doscientos o trescientos años de gloria, lo demás a despellejarnos y apuñalarnos entre nosotros, para chanza de los de fuera, lo he vivido dentro y fuera de España

    • Mi total y absoluto apoyo a F.Llopis…en mi familia,tambien han ocurrido esas asquerosas anecdotas que el explica…ah! esi si «solo» a los q no hemos pasado por el tubo…
      No puedo por lo tanto confiar en «los Rajoys» ni en los «Sanchez» todavia menos en «las Colau &Domenech » de turno…ni en casi nada!
      Que mas quisiera …creame!

      • Así es, Zenaida…Buena parte de estos desagradables hechos nos han sucedido, a mí y a mi familia (como a tantas otras familias, claro está) por no querer «pasar por el tubo»…Pero alguno de ellos, como lo que cuento del infarto de mi padre, no tenía ninguna relación con la adscripción ideológica de mi familia, sino con el desastroso funcionamiento de la, para algunos, chachipiruli y muy constitucional «España de las Autonomías».
        Así, cuando a mi padre le dio el infarto nadie nos preguntó por nuestras ideas para negarnos la ambulancia, sólo se nos dijo que la tarjeta sanitaria catalana no cubría el transporte y que lo teníamos que pagar de nuestro bolsillo (cosa que, evidentemente, hicimos…!qué remedio!). Lo mismo sé que les ha sucedido en Cataluña a personas de otras comunidades autónomas que han tenido la desgracia de enfermar estando de vacaciones aquí…Y hablo de enfermar, porque, si hablamos de morirse, me consta que la burocracia (de la que viven tantos paniaguados autonómicos) es aún mucho peor.
        Así que, si va Ud. de vacaciones por las tierras sorianas de sus ancestros, amiga Zenaida, procure no enfermarse (salvo, claro está, que tenga Ud. un buen seguro privado) y, sobre todo,…!ni se le ocurra morirse!
        En fin…Serán cosas de esa «unidad» y de esa «libertad» constitucionales que uno no sabe apreciar…

  9. ¡Démosle la bienvenida a un nuevo medio libre de nazismo, que va a servir, como DC y SCC, a mantenernos informados con la verdad!

  10. Buenas DOLÇOS
    Pues es una gran noticia y pinta bien el digital meda que dará guerra como nosotros Jajaajajajajaj

  11. Ojala El Catalán sea como Sant Jordi y acabe con este dragón del discurso único, supremacista y victimista que ha envenenado la convivencia en nuestra querida Cataluña.

  12. Magnífica noticia. Los medios de comunicación libres haran libres a los catalanes.

  13. Exceptuando el último —y breve— párrafo, que es en realidad propaganda electoral de su recién creado partido (allá cada cual con lo que decida votar; yo por ejemplo, no voto a nadie porque desprecio a casi todos los políticos. Así que, no malinterprete nadie que es que les estoy promocionando, no), este artículo de Santiago Trancón es de lo mejor y más lúcido que he leído en muchísimo tiempo: «El estado del golpe de Estado» (Noticiero Universal. 27-05-2017):

    EL ESTADO DEL GOLPE DE ESTADO

    Los menos jóvenes tenemos en la cabeza el modelo Tejero de golpe de Estado: un acto de fuerza súbito, urdido mediante conspiraciones secretas, que trata de tomar el poder y subvertir el orden legal establecido. Si no triunfa, los cabecillas van a la cárcel, son condenados a largas penas o directamente ejecutados. Los golpistas asumen el riesgo, saben lo que se juegan. El otro modelo de golpe de Estado es el catalán, que se lleva a cabo desde las instituciones y que ejemplariza la imagen de Companys en el balcón de la plaza San Jaime proclamando el Estado Catalán en el 34.

    Ambos modelos enfatizan el momento decisivo en que se expresa públicamente la voluntad de cambiar el orden legal establecido por otro que está por establecer y que se impondrá por la fuerza de los hechos. La diferencia está en que el modelo Tejero es abiertamente subversivo y no duda en usar la violencia para tomar el poder, mientras que el catalán parte de una toma previa de las instituciones y se presenta luego como la consecuencia natural de la voluntad del pueblo. No usa la violencia física, sino una violencia institucional, verbal, psicológica, de control de la opinión mediante la propaganda, la amenaza, la imposición, la detentación del poder.

    El modelo de golpe de Estado de Puigdemont, Junqueras y la CUP

    ¿A qué modelo responde el golpe de Puigdemont, Junqueras y la CUP? Evidentemente al catalán, pero perfeccionado y adaptado a las condiciones sociales y políticas del momento. Aquí está la clave, que casi nadie ha visto o querido ver. La historia se repite, pero nunca de la misma manera. No basta que dos fenómenos se parezcan para que sean iguales. Las diferencias, aquí, son lo fundamental. Si no se advierte, si sólo se tiene en la cabeza el modelo de golpe de Estado conocido, la respuesta será totalmente equivocada. Es lo que está sucediendo. La incapacidad para ver y analizar lo que está ocurriendo hoy en Cataluña es tal que produce auténtico pánico.

    Por ejemplo, asusta comprobar que la mayoría de los responsables políticos y “politicólogos” sigan creyendo que el golpe de Estado va a tener un “momento inaugural” a partir del cual se va a producir la ruptura legal, social y política. Creen que sólo cuando se produzca ese momento drástico se podrá actuar “con todo el peso de la ley” (no hay retórica más vacía en este caso). Induce a esta actitud pusilánime y suicida la palabra “golpe”. No caen en la evidencia de que los propios independentistas han definido muy bien lo que están haciendo: proceso. Un mínimo de prevención nos llevaría a hablar de “proceso golpista”: comprender que el problema no es evitar un momento inicial explosivo, sino paralizar un proceso muy avanzado y en parte irreversible.

    No va a haber un golpe: lo que ya hay es un proceso golpista

    Así que no vamos a asistir a ningún golpe de Estado espectacular, ningún estallido social, ninguna toma del Palacio de Invierno, sino al avance decisivo de un proceso iniciado hace cuarenta años. Un proceso que hasta hoy no ha dado un paso atrás y que necesita, eso sí, dar un paso adelante un poco más atrevido, pero calculado, de tal modo que, pase lo que pase, siempre gane el independentismo con la conquista de nuevos espacios, nuevos territorios políticos y mentales, mayor legitimidad.

    Hay que aceptar que lo están consiguiendo. Que Pedro Sánchez ya esté dispuesto a reformar el artículo 2 de la Constitución para dar cobijo legal a la independencia es un logro descomunal, porque eso supone la liquidación del PSOE como partido nacional y constitucional, algo inimaginable hace unos años. Que Podemos se una al PSOE para construir un frente antinacional con los secesionistas, y que enfrente tenga a un PP y un Ciudadanos titubeantes, capaces de entregarse al pasteleo, es algo que los independentistas no podían soñar y que les coloca en un lugar inmejorable para alcanzar sus últimos objetivos hasta proclamar la victoria final.

    Pero tranquilos, que Rajoy tiene un plan

    Pero Rajoy, tranquilos, tiene un plan. Un plan secreto para poder pillar desprevenido al “adversario político” (nunca enemigo, golpista o antidemócrata) . Un plan tan secreto que no lo conoce ni él. Lo tiene muy al fondo, allá, entre los meandros del hipotálamo. El mismo del 9N, el mismo que lleva ocho años secretamente realizando con palmarios resultados. Incapaz de atenerse a la realidad de los hechos y sacar las conclusiones más elementales, sigue esperando el momento decisivo, cuando Puigdemont salga al balcón acompañado de trompetas apocalípticas. Entonces sí, entonces se va a enterar de lo que vale un peine. Es de necios confundir cobardía con prudencia, atrevimiento con temeridad, y más cuando se requiere decisión y determinación para evitar que una situación se agrave y cause un mal irreparable. Prudencia y atrevimiento, por el contrario, han de ir a la par.

    Los negacionistas del golpe (la mayoría de los políticos oficiales, tertulianos, empresarios, jueces y hasta banqueros, sorprendentemente), repiten hasta la náusea que no habrá golpe, y deducen, por tanto, que la independencia no es más que una insensatez, una mascarada, una cacicada, un imposible. Siguen imaginando el golpe como un hecho, un acontecimiento que se produciría tal día a tal hora, y para impedirlo bastará con la labor del CNI, que informaría antes al Gobierno. Y lo argumentan: si no tienen ejército, ni fuerza coactiva, ni siquiera pueden contar con los Mossos, ¿adónde van a ir? Después de proclamar la independencia, ¿qué van a hacer?

    Habrá que recordar qué hizo Hitler y cómo triunfó el nazismo

    No han aprendido nada de la historia, que seguramente hasta desconocen. ¿Habrá que recordar, por ejemplo, que Hitler alcanzó el poder democráticamente, por más que usó todo tipo de métodos espurios, el miedo y la violencia de las calles? ¿Y que lo alcanzó después de un largo proceso? El modelo del movimiento nazi (que quiere decir nacionalista) tiene tantos elementos comunes con el proceso separatista que sorprende que casi nadie lo destaque. Incluso aquel proceso, comparado con el catalán, tiene algunos elementos inquietantes: La llamada “Ley Habilitante” (concesión de poderes excepcionales, equivalente a la “ley de transitoriedad catalana”), se aprobó con el apoyo del 84% de los escaños del Parlamento, “cumpliendo los requisitos que la enmienda constitucional requería” (un mínimo de 2/3, conviene recordárselo a los golpistas catalanes). Hitler ni siquiera derogó la Constitución.

    Una penúltima reflexión

    Una penúltima reflexión (nunca habrá una última, tendremos que volver una y otra vez a lo mismo): el problema con el independentismo no es sólo el futuro que nos espera, sino toda la carga del pasado que ha construido el presente; no sólo lo que va a ocurrir, sino lo que ya ha ocurrido y está ocurriendo; no la escenificación simbólica de la ruptura, sino la acumulación de actos de ruptura diarios que ya han establecido territorios e instituciones objetiva y prácticamente independientes; no el incumplimiento de una u otra ley o resolución, sino la deslegitimación del orden constitucional; no el desprecio al Estado, a España y a todo lo español, sino la exhibición de ese desprecio; no la propaganda del odio y la manipulación de los sentimientos, sino que todo el aparato educativo sea el instrumento utilizado para llevar esta tarea a cabo, envenenando la mente de varias generaciones desde su primer año de guardería, ya irrecuperables; no que no haya libertad de expresión, sino que casi toda la prensa y los medios de comunicación sean aparatos de propaganda al servicio del régimen separatista que los subvenciona; etcétera.

    El mayor problema es cómo revertir toda esta situación. Porque no se trata de apagar un fuego, sino de que el proceso secesionista controla ya todos los resortes sociales, políticos y económicos esenciales del Cataluña. Que frente a ello no hay nada que pueda equipararse. La responsabilidad de este gobierno y de todos los anteriores es enorme; y la del PP, el PSOE y Ciudadanos; y la de tantos periodistas, escritores, profesionales, jueces, dueños de empresas y ciudadanos acomodados; todos mirando para otro lado, no queriendo oler la podredumbre, insensibles al dolor que produce cada día un proceso venenoso, que penetra en las conciencias, que humilla, que coarta, que chantajea e intimida, que deja indefensos a los demócratas y a quienes no transigen con la instauración de una dictadura maquillada de democracia.

    Necesitamos un partido de izquierdas que defienda la España democrática

    Urge un partido situado a la izquierda que diga la verdad, la cruda y cegadora verdad de todo lo que está ocurriendo, que denuncie que frente a ello no hay nada serio, ningún plan mínimamente eficaz para evitar la secesión (dure el proceso uno o diez años más); nada enfrente capaz de restituir el orden constitucional, la convivencia, la unión y la igualdad entre todos los españoles. Lejos de aceptar la derrota, un grupo de ciudadanos responsables y conscientes estamos dispuestos a no resignarnos, a intentar, con la determinación y el esfuerzo necesarios, que muchos españoles se unan a nosotros para evitar esa catástrofe anunciada, la que los plurinacionalistas, aliados de los separatistas, quieren para nuestra nación y patria común llamada España, garantía de todos nuestros derechos y libertades democráticas. Ese partido se llama Centro Izquierda Nacional, el centro izquierda de España.

    https://noticierouniversal.com/opinion/el-estado-del-golpe-de-estado/

    • Muy buen y riguroso análisis. Coincidente con el que nos sale si aplicamos las conocidas prospectivas sicológicas de las constelaciones familiares y la linea del tiempo al cansino pruses que ya dura siglos. Casi se le pueden ver las siniestras facciones a la criatura/trama que arranca en el XIX y que por relebos apenas un puñado de fanáticos han continuado alimentando y esparciendo. Solo los catalanes y los de los territorios que han querido infectar/reclamar pueden deshacer la maldicion y no sera si no tras muchos años y mucho esfuerzo. Despertemos !! Enhorabuena Dolços…

      • Espeluznante el falseamiento de la Historia de este tal Sr. Santiago Trancón.
        Dice textualmente dicho Sr., en el artículo que Josep Lluís Carod-Roboahora ha tenido la amabilidad de copiarnos, que «el modelo Tejero es abiertamente subversivo y no duda en usar la violencia para tomar el poder», mientras que el modelo catalán, en alusión al utilizado por Lluís Companys en su golpe de estado de 1934, «no usa la violencia física, sino una violencia institucional, verbal, psicológica, de control de la opinión (…)».
        Ante tales afirmaciones, no hay más remedio que formularle al Sr. Trancón las siguientes dos preguntas:
        1) ¿Sabe Ud. cuántos muertos y heridos provocó el golpe de estado «modelo violento» de Tejero (aunque, en el fondo, él no fuera más que un mandado) del 23 de Febrero de 1981?…Todos lo sabemos: 0.
        2) ¿Sabe, por contra, cuántos muertos y heridos provocó el golpe de estado «modelo no violento» de Companys (quien, por cierto, contaba con el apoyo inicial de los Mossos, parte de la Guardia de Asalto -dependiente también de la Generalitat- y de cientos de militantes armados) del 6 de Octubre de 1934?…Yo se lo recordaré: Entre 45 y 50 muertos -según las fuentes-, más unos 200 heridos …
        …Y eso por no contabilizar los casi 9.000 asesinatos habidos en la retaguardia de la Cataluña (mal llamada) republicana, bajo las órdenes del propio Companys. entre Febrero de 1936 (fruto de su vuelta al poder tras ser rehabilitado en su cargo por las autoridades del Frente Popular, a raíz del fraudulento -y, por tanto, no menos golpista- triunfo electoral de este último) y el mismo mes de 1939.

        Mal, pero que muy mal, empiezan estos de CINC si, para justificar su condición de izquierdistas (por más renovados que se quieran presentar), van a seguir manteniendo las falsificaciones históricas que han venido siendo santo y seña de la izquierda de toda la vida.

  14. el catalan llega en momento crucial del PRUCESS van a ATACARNOS a los hispanos con todos los medios del REGIMEN DICTATORIAL TOTALITARIO NAZI CATALA

  15. Esperemos que sea algo diferente en esta sopa amorfa de sabor único que aburre a las piedras.

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