¿Quién es este catalán con el busto de Manolete y el retrato de Franco?

Un altre català universal que va fugir de la Catalunya de Companys per unir-se a en Francu.

Pedro Balañá Espinós nació en el barrio Sants en 1883. No era nadie, empezó vendiendo periódicos, luego fue empleado en un obrador de leche, tratante de ganado y comerciante de carne de toros lidiados en Las Arenas. Tras escarceos políticos en el Partido Radical de Lerroux, en 1927, con 44 años se hizo con la explotación de las 3 plazas de toros de Barcelona: La Monumental, El Torín y Las Arenas. Sí, els barcelonins es delien pels toros i a la ciutat hi havia 3 places quan en Francu encara era un vailet.

El 16 de agosto de 1936 Pedro Balañá abandonó la Barcelona de Companys. Había solicitado a Joan Pons Garlandi, de la Junta de Seguridad Interior, un salvoconducto para poder salir al extranjero: temía que lo mataran los amigos de la Generalitat. Con la excusa de una corrida de Marcial Lalanda en Mont de Marsan, dejó en Barcelona a su familia y se fue a Francia.

Allí se puso en contacto con José Antonio de Sangróniz, jefe del Gabinete Diplomático de los nacionales, y «envió su adhesión al Caudillo (…) al servicio de la Causa, realizando las misiones que le fueron encomendadas (…) por cuenta de los elementos nacionales«, diu la certificació oficial uns anys després. Básicamente conseguía contratos para toreros españoles en una plaza marsellesa, Arènes du Prado, que así podían pasarse al bando nacional fácilmente. El empresario catalán también usaba la plaza para almacenar «envíos de socorro» que expedía después a la España nacional.

En 1937 en Pere Balañà ja tenia residència a Sant Sebastià, com milers de catalans. Recordemos que muchos catalanes se casaron allí; las novias, de negro, pues España estaba en guerra y no era tiempo de alegrías. En San Sebastián se oía hablar más catalán que castellano, según dicen los viejos del lugar. Allí los carlistas catalanes fundaron la revista Pelayos, una publicación tradicionalista dirigida por el canónigo Mariano Vilaseca y Mosén Rosell. Estaba editada por la Junta Nacional Carlista de Guerra. Tras alcanzar el centenar de números, desapareció debido al Decreto de Unificación, y fue sustituida por la publicación híbrida Flechas y Pelayos. Dibujaron en sus páginas multitud de catalanes: Mercedes Bonet del Río, Castanys, A. Benjamín (José María Canellas Casals), Consuelo Gil, Cozzi, Mercedes Llimona o Josep Serra Massana.

Luchador incansable, tremendamente dinámico, campechano y afable, figura popular y muy querida de ámbito nacional, Balañá lo fue todo en el mundo del toro y explotó muchas plazas, entre ellas La Maestranza sevillana. Los toros le hicieron multimillonario, fue apoderado, compró teatros como el Tívoli y en 1943 entró en el negocio cinematográfico con el cine Avenida de la Luz. A finales de 1960, Francisco Franco concedió la Cruz de Beneficencia a Pedro Balañá Espinós. Barcelona era la plaza del mundo donde más corridas se celebraban al año, desde 1927 Balañá había organizado más de 900 corridas, y el mundo del toreo abarrotó el Ritz para homenajear al empresario barcelonés. En el parlament, el guardonat va expressar la seva «gratitud imperecedera a Su Excelencia el Jefe del Estado». Balañá ya había recibido en 1956 la Medalla de Mérito Militar. En 1963 fue concejal en el ayuntamiento franquista de Porcioles por el tercio sindical. Falleció en 1965.

Su único hijo, Pedro Balañá Forts, heredó fortuna, plazas, cines y teatros. I també la passió pels braus. Abrió nuevas salas, actualizó locales… i es plegà poc a poc a les pressions nacionalistes de CiU contra la festa nacional per tal de preservar els seus interessos a cinemes i teatres. Que Barcelona hubiera sido la ciudad más taurina de España era algo que el Programa 2000 de Pujol no podía tolerar, i la Gene va fer servir la pressió de les administracions (permissos, llicències etc) per doblegar els Balañá, que se mostraron sumisos en todos los aspectos. Pedro murió en 2018 sin volver a correr toros en su plaza Monumental de Barcelona.

Avui l´empresa la gestionen els seus fills Balañá Mombrú: Pedro lleva cines y plazas (Arenas, Aribau, Aribau Club, Balmes, Bosque, Glòries, Gran Sarrià y Palau Balaña), María José los teatros (Borràs, Capitol, Coliseum y Tívoli).

Precisamente por el teatro Coliseum tuvo que escabullirse la secretaria judicial el 20-11-2017, para dar esquinazo a la txusma de milers de fanàtics nacionalistes que assetjava la conselleria d´Economia (vea cómo también en el Coliseum tuvieron que refugiarse la misma noche dos mozos de escuadra de paisano, confundidos por guardiaciviles, para evitar ser linchados; el video lo dice todo del ambiente de odio de aquella noche). Según consta en el sumario la dueña del teatro, Maria Josep Balañá (nieta del fundador), no quiso facilitar la salida de la secretaria judicial. Qué pena la historia de los Balañá, del empuje indómito a la pasividad miserable, de la valentía y la generosidad del emprendedor a la mezquina cobardía del zángano a quien todo se lo regalaron. De la libertad al nacionalismo.

Dolça i real Catalunya…

 



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11 comentarios

  1. Todo el mundo recuerda la actitud cobarde y timorata de la nieta del señor Balañá, allí en el cruce de Gran Vía con la Rambla Cataluña donde esta el cine Coliseum, y donde los dos Jordi’s montaron su sarao en el tablado que organizaron sobre el techo de los coches destrozados de la guardia civil. Y es que cuando se acabe esta epidemia independentista y podamos sacar a la luz la infinidad de animaladas y colaboraciones deshonrosas que se han producido en los años que está durando este aberrante independentismo inexistente, yo creo que tendremos para tirarnos de los pelos o tal vez nos riamos a placer, viendo hasta donde puede llegar la nulidad e insuficiencia humana.

    • Hay que sacarlas.

      Tiene que haber perdón para sanar estas familias, divididas a muerte.

      Pero nunca puede haber olvido, porque «lo volverán a hacer».

      Y lo harán, porque no aprendieron de los asesinatos de Companys.

      Mucho «¡Franco, Franco, Franco!», pero en cuanto pueden vuelven a lo mismo.

      Y vuelven a lo mismo porque les interesa.

      Y ¿ves?

      Después del horror que fue la República Catalana (y la Segunda República Española Bananera), los mismos, una vez en el poder, borran la Historia y la reescriben a conveniencia, por lo que nos han vuelto a meter por las narices el guerracivilismo de los años 30.

      Y las víctimas siempre somos nosotros; nunca ellos ni sus hijos.

      ¿Cuándo vamos a ser un pais normal, europeo, próspero, sin fabricar conflictos gratuitos?

      Desde 1808 esta gentuza no para.

      ¿Alguien va a crear trabajo en este pais de una p.uta vez en vez de marear la perdiz con ideologías?

      44 años son demasiados años de tomadura de pelo y desfalco generalizado.

  2. Todo un tipazo que con el perfil de triunfador al que en los USA le dedicarían conferencias en universidades, artícvlos en revistas especializadas, calles, etc. En España ni se le conoce; y en Cataluña se le ha olvidado por la cuenta que les traen.

    Me recuerda a José María Gironella. Bachiller, seminarista, católico fervoroso y crítico, anti catalanista; fugitivo de Companys, huyendo a Francia y volviendo por Dancharinea rumbo a San Sebastián (Donosti@-Donosti para los de la tribu); combatiente voluntario del Tercio de Montserrat; escritor mantenido por su mujer pasando penurias, triunfador con «Comdenados a vivir», salvó de la ruina más absoluta a la Editorial Planeta, millonario con la serie de cuatro libros de «Los cipreses creen en Dios»; viajero incansable, depresivo, genial, anti franquicia y juanista; marginado durante la Transición, erradicado por la Generalidad, traicionado por Planeta. Pero fue el Best Seller más importante en lengua española en todo el mundo en el siglo XX (junto con Corín Tellado). Y sus obras sobre las causas que nos arrastraron a la guerra civil debiera ser literatura dolça obligada. A ver si los jefes dolços me toman la palabra y le hacéis otro artícvlo que lo recuerde.

      • «Los cipreses creen en Dios» la novela española más leída de todo el siglo XX y llegó a ganar en 1953 el Premio Nacional de Literatura. A fecha de 2002 la novela había vendido un total de 12 millones de ejemplares en todo el mundo,​ siendo considerada una de las mejores obras literarias escritas sobre la Guerra Civil, calificada de objetiva e imparcial por ambos bandos. Tuvo dos secuelas: «Un millón de muertos» publicada en 1961, sobre la Guerra Civil, y «Ha estallado la paz» en 1966, sobre la posguerra y el exilio de los derrotados. Las dos primeras las estudié en el Bachillerato (El de Franco, que a pesar de lo que se diga era un Bachillerato completísimo y mucho mejor que el actual), junto con otras obras y otros autores «de izquierdas» o republicanos (y eso que era un colegio de Maristas): Cernuda, Alberti, Federico García Lorca, los dos Machados, Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas etcétera, así como autores teatrales.

      • Te falta «Los hombres lloran solos», la última de los cuatro libros de Gironella sobre la familia Alvear Elgazu. Editada por Planeta a regañadientes en 1986. La novela va desde 1941 a 1945. Tras el desprecio de los Lara, que ya estaban entregados al nacional-pujolismo, Gironella tiró la toalla y se olvidó de continuar su obra iniciada en 1931 en vísperas de la II República, y que tenía pensado concluir con la muerte de Franco. Yo las leí a iniciativa de mi padre y de mi abuelo, que tenían los libros en casa, y me fascinó. Y las releo siempre que puedo.

        Queda claro que cualquier bachillerato pasado fue mejor.

      • Voy a entrar en esta tertulia literaria: los tres primeros libros, los «devoré» en mi adolescencia, el cuarto, tengo que reconocer que no lo he leído… mea culpa… Me parece una obra brillante e imparcial de la época de pre-guerra, guerra y posguerra española. Las vicisitudes de la familua Alvear, podrían ser las de cualquier familia atrapada en aquella etapa tan oscura y violenta. Después, he leído otras obras sobre el tema, pero con sesgos muy partidistas e inclinadas hacia un bando u otro. La forma en que describe Gironella tantos rincones de la ciudad de Gerona, enamora…
        Todavía hoy, cuando paseo por el casco antiguo y encuentro en la nomenclatura calles como: de la Barca, Mercaders, la Força, plaça de la Indepèndencia (la francesa, no la del 1 de octubre)🤣 o el parque de la Devesa, me retrotrae a aquella lectura de juventud…
        Bueno, lo dejo que me estoy extendiendo demasiado y suelo hacer comentarios cortos…
        Estoy de acuerdo con que DC haga una buena entrada explicando su vida y su obra..👍

      • Yo también conocí Gerona de manos de Gironella. Qué gozada sentarme en las gradas de la escalinata de la Catedral releyendo cualquiera de sus libros. Y qué vergüenza para la ciudad y su región qué le hayan despreciado.

    • Gracias por recordar «Los cipreses creen en Dios», porque lo leí de niño y ya no me acuerdo.

      Hoy la busco por casa, que parece que nos han vuelto zombis con tanta propaganda frentepopulista del bipartidismo ladrón.

      Seguro que aprendo algo que los Aznar y Zapatero no quieren que sepa.

  3. Lo peor de estas personas no es que fueran «franquistas» (después de todo es lo que le salvó la vida a él y a muchísimos catalanes, que solo intentaban salvarse de las chekas de Companys)

    Lo peor de estas personas es que son triunfadores.

    El dinero de este señor no vino de su padre, sino de su trabajo.

    Y es que estas personas nos recuerdan a todos lo mediocres que somos.

    Algunos no resisten el insulto y a otros se les despierta la envidia; el resultado en todo caso es negar, humillar, insultar al triunfador (¿no le han puesto a caldo perejil al dueño de Mercadona por lo mismo hace nada los envidiosos de PODEMOS?).

    Sí; si no se hubiera escapado a Francia los envidiosos del momento le hubieran raptado, robado, torturado y asesinado sin piedad. Nada personal. Con la justicia «democrática» de los perdedores y en nombre de cualquier cosa que suene bien, para despistar (tipo: «libertad, igualdad, fraternidad»…).

    Este empresario taurino representa muy bien el espíritu emprendedor que desde Felipe V y Carlos III ha caracterizado Barcelona y que destruyó para siempre el pujolato al destruir el emprendimiento con la cultura de la subvención y del funcionariato.

    Al menos nos queda la mediocridad, la envidia y el resentimiento.

    Como diría el Salieri de Peter Shaffer (Amadeus) desde el manicomio:

    «Mediocres de todo el mundo, yo os absuelvo»

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