Una altra que cau del guindo.

Clara Ponsatí grabó en 2012 un vídeo llamado Stop Espoli que inició el espanyansroba para excitar el resentimiento. Prometía en 2014 que «estem preparats», pero tras el chapucero golpe de Estado nos confesó que los golpistas «no estábamos preparados», «estábamos jugando al póquer (…) jugábamos de farol». En julio de 2017 se había unido como consejera de Educación al governet que daría el golpe 2 meses más tarde; nos mendigó dinero, se burló de los muertos en Madrid por el coronavirus (“De Madrid al cielo”), dijo el Sunday Times escocés que la Ponsatí «violó «la confianza» del sistema judicial escocés al trasladarse al extranjero y negarse a regresar», fue recriminada por la principal asociación judía del mundo por comparar el holocausto con la situación de los catalanes, después admitió que con el golpe «buscaban muertos sobre la mesa», en marzo de 2022 declaró que «los catalanes estamos con la pistola en la nuca» y llamó a una «revuelta civil». Después hizo la machada de entrar 10 metros en España desde Francia y hacerse una foto. En marzo de 2023 llamó a los medios del Règim para que la filmaran en su aparición en Barcelona, donde la detuvo un insignificante Mozo de Escuadra y la llevó ante el juez. El coratge nacionalista de sempre, facilitado por su chacha del PSOE que ha suprimido el delito de sedición, ha indultat els colpistes i amnistiat els criminals, només perquè necessitava els seus vots per dormir a la Moncloa.

Tot i que na Ponsatí no és cap referent intel.lectual, sí representa el sentiment d’un sector nacionalista. Per això val la pena llegir lo que va escriure el passat 14 de juliol, titulat Hora de passar comptes. ¿Y con quién quiere ajustar cuentas esta sra.? Veamos:

«Entendí que se me pedía dar un paso al frente para hacer el referéndum y laindependència. Dije que sí. Me engañaron«.

Òndia, clara! Explícanos más:

«La primera vez que lo sentí [el engaño] amargamente fue 3 meses después de esa primera llamada [en julio de 2017 para unirse al governet], cuando partía completamente sola al exilio [quiere decir la fuga]».

Vale. ¿Y reaccionaste? ¿Qué viste durante tus 3 meses de governet?:

«la distancia entre los discursos que se hacían en los medios, la solemnidad de ciertas apariciones institucionales y la realidad de pacotilla [de nyigui nyogui] del ejecutivo, los silencios en los consejos de gobierno, la indefinición, la ausencia de movimientos preparativos: todo indicaba que (…) nadie sabía, podía o quería hacer nada de nada. (…) Todos nadaban y guardaban la ropa (…) els polítics que ens van enganyar, que van fer de la mentida la seva eina política principal aquells mesos (…) La decisión para mí era difícil: ¿debía salir a decir que todo me parecía una farsa, que todo eso que ‘no se podía explicar’ no existía? (…)

Ho he pagat molt car personalment i sense un benefici clar per al país, que és el que hauria justificat pagar-ne el preu. Ni tan sols políticament hem aconseguit de deslliurar-nos dels mentiders encara. (…) yo interpretaba lo que había pasado en 2017 como una cantidad de equivocaciones fruto de la inexperiencia, la dificultad y la competencia política entre ERC y el PDECat, o entre Junqueras y Puigdemont.  (…) Por eso acepté ir de nº3 en las europeas».

Aviam Clara, esto no cuadra mucho. Si te sientes engañada, lo dejas y lo denuncias, pero no sigues con los engañadores. Pero sigamos:

«La estrategia del exilio [quiere decir la fuga] se ha convertido en un capítulo más del engaño. Discursos grandiloqüents de cara a la premsa, però, endins, l’única voluntat real de treball ha estat la de protegir un espai polític (ara el de Junts davant d’ERC, com sempre, i viceversa), i la de protegir l’estatus dels líders, a costa del país». 

Entonces… ¿por qué te apuntaste al Consell de la República de Puigdemont? Allí te llevaste otra decepción: «aviat vaig veure que es tractava la gent com un ramat (…) han malabaratado el esfuerzo y compromiso de incontables activistas».

Lo bueno es lo de Puigdemont:

«Esto es una locura, sigue prometiendo que tal y tal sentencia hará que vuelva, que se tengan que convocar elecciones, que ERC deba aceptar la unidad con él de cabeza de lista, que ganará y declarará laindependència, ahora sí. (…) continuaven prometent el mateix, movent la porteria de lloc, canviant el que havien dit, un cop més (…) la política catalana está llena de cobardes (…) la prioridad política del presidente Puigdemont y su entorno era la protección del espacio político de su partido y su supervivencia como líder (…) Los que mandaban en 2017 tienen la tentación y la voluntad de seguir remenant les cireres. Y ocupan un espacio que solo pueden viciar y envilecer, con sus batallas personales y sus ideas equivocadas».

Pues lo dicen ellos mismos: «engaños», «ejecutivo de pacotilla», «la mentira como herramienta política principal», «farsa», «tratan a la gente como ganado», «locura», «cobardes»...

Dolça i enganyada Catalunya…

Categories: Huid del nacionalismo

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