Passi, gaudeixi i cridi Visca el Rei!

Situémonos.

Estamos a finales de septiembre de 2017. El gobierno de la Generalitat lleva 7 años dedicando todos sus recursos a lo que va a suceder en unos días: la secesión de Cataluña. Incluso ha convertido la manifestación contra el canicular atentado yijadista de Barcelona en un ataque a «Aspanya», cubriéndola de cubanas e insultando la presencia del Rey, que aguanta y sostiene la dignidad de Cataluña en medio de la turba. El parlamento ha aprobado la ley del referéndum y la ley de transitoriedad jurídica y «fundacional de la república catalana», que acaban con la separación de poderes, el estado de Derecho y la democracia en la región, siguiendo el ejemplo del asalto al poder nazi en los años 30. La Guardia Civil ha sido rodeada, asediada y amenazada durante horas por chusma multitudinaria en sus registros judiciales de la sede de la consejería de Economía, y las imprentas de Constantí, Valls o Badalona. Els catalans de seny tenen por, estan desconcertats, no saben on mirar ni què fer. Veuen clar que s’apropa un cop d’Estat, pero nadie les lidera ni anima. El Gobierno nacional está desaparecido. 

El 22 del mes por primera vez varios centenares de catalanes convocados por Somatemps aparecen frente a la sede de la ANC con senyeres de tots y cuatribarradas para decirles que están dispuestos a plantar cara. Después, ya de noche, cientos de jóvenes se reúnen espontáneamente ante el Cuartel de la Guardia Civil en Gracia, donde les muestran su apoyo y agradecimiento con la alegría de los que no tienen miedo. Ante la incomparecencia del Estado, los catalanes comienzan a movilizarse.

30 de septiembre de 2017. Una inesperada manifestación de miles de catalanes baja desde Urquinaona a Plaza San Jaime para exigir que el Estado garantice sus derechos. Al pasar por Jefatura de Policía muestran su solidaridad con los agentes. San Jaime se desborda y pancartas separatistas son descolgadas. La paciència dels catalans s´acaba i el missatge és clar: no esperaran l´Estat per defensar les seves llibertats. Ese mismo día el Gobierno de Sorajoy ha intentado frenar la manifestación y le ha dicho al Rey que «no habrá referéndum».

1 de octubre. Hay butifarrèndum. Fiambreras prellenadas con butipapeletas, buticenso, multivotos, resultado conocido de antemano. La Genestapo colabora con el golpe ilegal, ignorando las órdenes judiciales, y llega a enfrentarse a Guardia Civil y Policía Nacional, que aunque sufren casi 100 heridos ejecutan perfectamente la mayor operación antidisturbios de la democracia española. Consternación y abandono de milions de catalans. Rajoy deja el puro unos minutos y sale en la tele para afirmar que “no ha habido referéndum” (sic).  Centenars de milers de catalans s´ensumen el daltabaix i  retiren massivament depòsits de entidades bancarias catalanas.

2 de octubre: la prensa extranjera, hasta entonces acomplejadamente venerada aquí, muestra que se ha tragado la propaganda separatista: «El caótico y violento referéndum celebrado en Cataluña muestra un apoyo aplastante a la secesión de España»; «Cientos de heridos por la violencia en la votación en Cataluña»; «España, hecha pedazos tras los disturbios en un referéndum que deja 850 heridos»; «España se desgarra»; «La vergüenza de Europa»; «El Estado español ha perdido». Nadie contrarresta esta propaganda. Mientras tanto, policías y guardiaciviles son asediados y acorralados por la chusma en sus hoteles, con la complicidad de la Genestapo, y en Calella, Lloret y Pineda son obligados por los alcaldetes -que amenazan a los hoteleros- a abandonarlos. Nuestros policías mantienen la dignidad ante la humillación tolerada por la Moncloa del PP.

3 de octubre de 2017. Huelga política separatista convocada por UGT, CCOO, ANC, Òdium, PIMEC y CECOT. Cientos de empleados con traje chaqueta y corbata salen de la sede de La Caixa para cortar la Diagonal al grito de “hemvotat” y “elscarrersseransemprenostres”. Hasta el Wall Street Journal se da cuenta de que “por un momento, pareció como si el Estado Español hubiera perdido el control”. Por cierto: el PSOE pide reprobar a Soraya por las «cargas policiales» del Buti2. Estamos solos: no hay Gobierno y la oposición se traga las trolas del golpe nacionalista.

Son las 18:00. Inesperada y espontáneamente, miles de jóvenes salen de Plaza Artós y recorren Barcelona con rojigualdas hasta el cuartel de Gracia para agradecer a la Guardia Civil y a la Policía Nacional una vez más su labor. Son 4’5 km insólitos de un pasacalles imprevisto y popular que es ya mítico: balcones que se abren colgando senyeres de tots, veïns eufòrics que baixen de casa i s´hi afegeixen, catalans que perden la por perquè veuen no estan sols, videos que vuelan por wsapp, bocinas constantes de los vehículos… Ha empezado la resistencia al golpe. Son chavales dando una lección a sus padres y abuelos. Són els joves que s’han fet forts resistint laimmersió i l’adoctrinament nacionalista durant anys, abandonats per l’Estat. Son los catalanes que, hartos, salen a defender sus libertades. «Puigdemont a prisión», «No estáis solos»… en la Gene están desconcertados, en Moncloa siguen alelados. Ya no controlan a los catalanes. Vea, recuerde y emociónese:

Y llega la noche. Va a hablar el Rey. 21.00h. Las familias catalanas se pegan al televisor. Aparece el escudo real con fondo granate y suena el himno nacional. No hay nadie en la calle. Nadie. Y está el Rey mirándonos a los ojos, con la senyera de tots al fondo:

“Estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática. Y en estas circunstancias, quiero dirigirme directamente a todos los españoles. Todos hemos sido testigos de los hechos que se han ido produciendo en Cataluña, con la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada −ilegalmente−la independencia de Cataluña.

Desde hace ya tiempo, determinadas autoridades de Cataluña, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Constitución y su Estatuto de Autonomía (…) Con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado. Un Estado al que, precisamente, esas autoridades representan en Cataluña.

Han quebrantado los principios democráticos de todo Estado de Derecho y han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando ─desgraciadamente─ a dividirla. Hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada.

Esas autoridades han menospreciado los afectos y los sentimientos de solidaridad que han unido y unirán al conjunto de los españoles; y con su conducta irresponsable incluso pueden poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda España. (…)

Esas autoridades, de una manera clara y rotunda, se han situado totalmente al margen del derecho y de la democracia. Han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir democráticamente su vida en común. (…)

Es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña (…)

Vivimos en un Estado democrático que ofrece las vías constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley. Porque, como todos sabemos, sin ese respeto no hay convivencia democrática posible en paz y libertad, ni en Cataluña, ni en el resto de España, ni en ningún lugar del mundo. (…)

Sé muy bien que en Cataluña también hay mucha preocupación y gran inquietud con la conducta de las autoridades autonómicas. A quienes así lo sienten, les digo que no están solos, ni lo estarán; que tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles, y la garantía absoluta de nuestro Estado de Derecho en la defensa de su libertad y de sus derechos. (…)

Son momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos delante. (…) En ese camino, en esa España mejor que todos deseamos, estará también Cataluña“.

Y después, el seny.

• 5 de octubre: Banco Sabadell traslada su sede fuera de Cataluña.
• 6 de octubre: Caixabanc traslada su sede fuera de Cataluña.
• 8 de octubre: manifestación monstruo en Barcelona. Más de un millón de catalanes toman las calles para frenar el golpe y reclamar libertad y derechos.
• 9 de octubre: el TSJC quita la vigilancia de su sede a la Genestapo y se la otorga a la Policía Nacional para “garantizar su normal funcionamiento”.

Todavía iban a pasar muchas cosas, pero el golpe nacionalista ya estaba muerto. Lo pararon los catalanes, que lo rechazaron masivamente; lo pararon guardiaciviles y policíanacionales que jamás abandonaron su puesto aunque los políticos los abandonaron a ellos; lo paró el Rey mostrando el camino a todos. No lo paró Sorajoy, ni el PP, ni el PSOE, ni el resto de partidos, ni la élite judicial.

Hoy quienes intentaron reventar la nostra convivència són oficialment fugats o delinqüents. Han estat indultats pel Govern nacional del PSOE, y se sientan en el Gobierno de la nación, desde donde preparan el nuevo golpe con la ayuda del PSOE y la inacción del ahora plurinacionalista PP. Moncloa sigue suministrando poder al nacionalismo. Y al Rey no le perdonan esa noche, cuando dio esperanza a millones de españoles.

Els catalans lliures de nacionalisme seguim aquí, abandonats però dempeus, defensant la nostra estimada Espanya amb alegria i procurant que Catalunya torni a ser la millor de les seves terres. Nadie, nadie ha hecho por España lo que aquí hacen cada día millones de catalanes: resistir solos y sin medios a la ideología más letal del siglo XX.

Gracias Majestad. Viva el Rey.

Dolça i majestuosa Catalunya…

Categories: Resistiendo

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