Ressuscità! Bona Pasqua a tothom!

«No es cosa grande -dice san Agustín- creer que Cristo muriese, porque esto también lo creen los paganos y los judíos y todos los inicuos: todos creen que murió. La fe de los cristianos es la Resurrección; esto es lo que tenemos por cosa grande: el creer que resucitó«.

-Ah no, la resurrección no es un hecho histórico porque nadie la presenció -dice el listillo-. Es solo cosa de fe, pero no es cierta.
-Aviam, amic: la fe es basa en fets històrics, no en invents nostres.
-Nada de eso: la fe es creer cosas que te ha dicho alguien pero no has visto.

Pues claro, amigo. Como pasa con todos los hechos históricos, narrados siempre por testigos. Somos racionales, y el creer sin pruebas es irracional, absurdo. Si alguien cree en algo sin pruebas, está actuando irracionalmente, i els cristians fem servir la raó per arribar a la fe.

Creemos en la resurrección por la misma fe por la que creemos que Sócrates existió: porque nos lo han dicho quienes lo vieron. No tenemos fotos ni libros de él.

Por la misma fe por la que creemos que Julio César fue cuestor en Hispania: porque nos lo ha dicho gente de crédito. Ningú no li va fer un video i el va pujar a Youtube.

Por la misma fe por la que creemos que Carlos V tuvo gota: porque nos lo han dicho testigos creíbles. Ninguno de nosotros le ha hecho un análisis de sangre en Echevarne.

Por la misma fe por la que creemos que nacimos en tal día y sitio, y de tales padres: porque nos lo han dicho. Nosaltres no ens enrecordem.

Por la misma fe por la que creemos que existe el átomo sin haberlo visto, o en la teoría cuántica sin entenderla ni demostrarla: porque nos lo certifica gente que lo ha visto y nos la creemos.

Nuestra fe en la resurrección no es fantasía: se basa en hechos históricos contados por gente tan digna de crédito que se dejó matar por ello. El fanfarrón y traidor de Pedro podía haberse esfumado, podía haber desaparecido tras la crucifixión de su maestro y volver a pescar al lago Tiberíades. Pero vio a Jesús resucitado, comió con Él, lo tocó, oyó su voz de nuevo tras su crucifixión. Y contar eso le hizo acabar preso, azotado, perseguido; y marcharse a la otra punta del mundo, a Roma, y morir allí crucificado boca abajo. Nosaltres només creiem els testimonis que es deixen matar per lo que han vist.

Pues eso: hay un hombre que ha resucitado para resucitarnos, y eso obliga a cualquier ser racional a hacerse unas cuantas preguntitas, y seguramente -si pot- cambiar de vida. Como se la cambió al joven de Madrid Kiko Argüello, el que canta la canción del vídeo de más arriba:

“Mis padres eran católicos. Mi madre iba a misa todos los días, mi padre los domingos. Pero enseguida, cuando entré en Bellas Artes, me encontré con un ambiente distinto. (…) Yo me preguntaba: ¿existe o no existe Dios? (…) Intenté vivir así, seriamente: ‘Dios no existe’. Y se me cerró el cielo; se me formó encima como una enorme losa de cemento y la vida empezó a ser muy dura. (…) Me dieron el Premio Extraordinario Nacional de Pintura (hablaron de ello la televisión, los periódicos, etc.) (…) El premio no cambió nada el problema que sentía dentro. (…) Ya tenía dinero, ya tenía fama, y no era feliz. (…) Y en ese momento aconteció un encuentro (…) Sentí dentro que Dios existe: ¡Existe! ¡Dios existe! Me acuerdo que empecé a llorar y no entendía por qué. (…)

Me fui a vivir entre los pobres (…) Las chabolas de Palomeras (…) Me fui a vivir allí con una guitarra y una Biblia. En el suelo había un colchón. Me acuerdo de que hacía un frío espantoso. Aquella chabola era un refugio para los perros y los perros me calentaban. Dormía con 4 ó 5 perros encima, si no, me moría de frío”.

Y ahora viene lo gordo: si hay resurrección, resucita lo muerto. Y lo que muere es el cuerpo, el principio material; la realidad no material, el alma apta para el bien, la verdad, la belleza y todo lo que no es objeto de la física, no muere porque no es material. Así que lo que resucita es el cuerpo. Que resucitaremos con el cuerpo, vaya. Mola, oi?

Pues cuando supimos por primera vez estas cosas fue más o menos un día como hoy hace 1.986 años. Por eso hoy es el día más alegre del año. La vida es una mala noche en una mala posada, decía Santa Teresa. Però podem ser feliços emplenant-la d’amor. I sobretot sabent que això no s’acaba aquí, que todo lo de aquí solo es efímera sombra de lo de más allá que no se acaba.

Crist ha ressuscitat! Vivamos de acuerdo con eso. ¡Feliz Pascua a todos, dolços! I també als forcos! Joia per a tothom!

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