En Madrid «nos quieren quitar» nuestra fiesta popular, dice Joan Reñé. ¿De qué va este hombre?
Joan Reñé (si us plau, passi pel catalanitzador de cognoms) preside la Diputación de Lérida. Igual que la de Barcelona, nadie sabe si sirve para algo más que emitir propaganda nacionalista, pero da igual porque lo paga el catalanet de calla-i-paga. Reñé es nacionalista; es decir, se pasa la ley por el puente del metacarpio. El año pasado este cargo público de CiU tuvo la desenvoltura de decir que hacer cumplir la ley de banderas “puede producir tensiones y desórdenes públicos”, de los que, en su opinión, “alguien tendría que responder”.
El pasado domingo día 4 de mayo, Joan Reñé asistió al Aplec de Mur. Se trata de una festividad local muy popular y querida por la gente del entorno. En su discurso, Reñé anunció que se dispondría de €550.000 para restaurar el Castillo de Mur. No dijo que el hecho de que pagara el Ministerio de Fomento de España fuera a producir desórdenes públicos.
Eso sí, Reñé insistió en que el Aplec era una fiesta de la «convivencia», palabra clave que repitió varias veces en su discurso. El parlamento acabó con referencias a las tradiciones y a los pequeños pueblos de la zona, muchos de ellos ya casi deshabitados. Y ante la estupefacción del público, remató: «Això alguns de Madrid ens ho volen treure».
Los nacionalistas aprovechan cualquier evento para proclamar su discurso de odio, del espanyansroba y ensvolenaixafar. ¿Alguien cree que en Madrid quieren eliminar el Aplec de Mur, cuando están financiando la restauración del Castillo? ¿Cómo tiene la cara Reñé de engolosinarse con la palabra «convivencia», para acto seguido sembrar el odio a «Madrit»? ¿Es que los políticos nacionalistas nos toman por borregos?
El nacionalismo sigue esparciendo sentimientos negativos entre los catalanes. Si queremos salvar la convivencia y la cordura en Cataluña, es imprescindible superarlo y recuperar el seny que nos ha robado esta ideología del resentimiento.
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Reñé es un cognom català. Abans els cognoms s’escribien tal com sonaben pels funcionaris i molts ( logicament) no entienen el català.
Sento dir-li que no cola aquest cop.
Gràcies
http://www.ine.es/daco/daco42/nombyapel/nombyapel.htm
Por suerte, en la mayor parte de la población catalana se impone el sentido común y no se deja influenciar por energúmenos ultras. El adoctrinamiento sólo surte efecto en quienes ya estaban predispuestos, aquellos que creyéndose superiores, nos han menospreciado desde siempre a los ‘nouvinguts’.