«Una felicidad que te da lágrimas».
En noviembre de 1944 J.R.R. Tolkien, el mítico autor de El Señor de los Anillos, envió una carta su hijo, que servía como soldado en la 2ª Guerra Mundial. L’escriptor catòlic, que sufría por su hijo, li va explicar un pensament que se li acabava d’acudir passejant en bici per Oxford, que nosaltres completem ací amb altres escrits del filòleg:
«Una eucatástrofe es un giro feliz e inesperado en una historia que te atraviesa con una felicidad que te da lágrimas. (…) produce su efecto particular poque es una súbita visión de la Verdad. (…) El nacimiento, muerte y resurrección de Jesús significa que un día todo lo triste se convertirá en mentira. (…)
El nacimiento de Cristo es la eucatástrofe de la historia del hombre. La resurrección es la eucatástrofe de la historia de la encarnación: esta historia empieza y acaba alegremente. Jamás se ha contado un cuento que los hombres prefirieran que fuera tan cierto como este, uno que tantos escépticos hayan aceptado como verdadero por sus propios méritos. Pues su arte tiene el tono supremo y convincente del Arte Primero, esto es, de la creación. Rechazarlo conduce a la tristeza o a la ira (…) Es una historia suprema. Y es cierta. El arte se ha verificado. (…)
La resurrección es la mayor ‘eucatástrofe’ posible del mayor cuento de hadas. Y produce una emoción esencial: la alegría cristiana, que da lágrimas, pues cualitativamente es como el dolor, porque viene de los lugares donde la Alegría y el Dolor son uno, reconciliados, como el egoísmo y el altruismo se pierden en el amor».
No podriem haver explicat millor lo que sentim avui ante la tumba vacía de Jesús.
Feliç Pasqua de Resurrecció, dolços!
Dolça i eucatastròfica Catalunya…
Categories: Alma
J. R. R. Tolkien, un hombre sabio y bueno. ¡¡Nada más, ni nada menos!!
Tolkien fue educado en el catolicismo por el tío Curro, Francisco Javier Morgan, el sacerdote gaditano de la Congregación del Oratorio que convirtió a su madre y que cuando esta murió (al convertirse fue desheredada por la familia y no pudo comprar insulina para su diabetes) de algún modo éste se ocupó de los hijos y se aseguró de que fueran educados en la fe.
Esa es la razón del profundo mensaje cristiano que encierra su obra.
Detrás de cada gran hombre hay siempre una gran religión.
Pues no deja de ser un alivio saber que, si pones un mínimo por tu parte, el asunto de la resurrección y la salvación está en el bote.
¿No da eso tranquilidad y ganas de vivir?
Será por esas ganas de vivir que los paises protestantes envidian a los paises católicos.
San Felipe Neri recomendaba:
«sed buenos si podéis»
Un buen consejo para un santo que conoce el corazón humano muy bien.
Pues eso mismo recuerdo:
«sed buenos si podéis»…con la mirada en lo alto