Si vol riure i sentir veritats, aquesta tarda ja sap on anar.
No vamos a presentar al gran Albert Soler, de sobras conocido por todos los dolços. Solo le avisamos de que esta tarde Albert presenta en Barcelona su último libro, Un botifler en la Villa y Corte.
Soler no defrauda nunca. Como muestra un botón:
«Para ser botifler es necesario ser catalán de pura cepa, como un servidor de ustedes, cuyo árbol genealógico se pierde entre neandertales que si no frotaban el pan con un tomate era porque este no había llegado todavía de América.»
Esta vez la pluma satírica de Albert se aplica a crónicas y semblanzas de catalanes y no catalanes que habitan en Madrid. Su editorial avisa de que «Albert Soler destapará las vergüenzas del poder y de quienes nos gobiernan». Pues ya tenemos unas enormes ganas de devorarlo.
I si encara té dubtes sobre si anar-hi o no… miri qui l’acompanya: Ramon de España i Víctor Amela. Amb aquest cartell, ja no hi han excuses. Avui, tots a la +Bernat!
Dolça i amb ganes de riure Catalunya…
Categories: Huid del nacionalismo
Me enteré por vosotros , asistí a la presentación
me divertí de lo lindo con los presentadores; un hartón de reir
No dude nadie que la risa y el humor son armas muy potentes
de destrución masiva si cabe de gilip* y malas hierbas lacísticas
Al volver a casa leyendo las andanzas del BOTIFLER por Madrid (sin corte por por su parte ) reitero lo dicho
Libro i autor altamente recomendables
Saludos y gracias
Como se suele decir, si no existiera habría que inventarlo (cosa harto difícil, ni qué decir tiene) Qué suerte que tengamos a Albert Soler.
Botifler, en origen beauté fleur. Hermosa palabra.
Intento de boicot al periodista Albert Soler
Botiflers los ha habido siempre en Cataluña, además a patadas. Los hubo en sus orígenes cuando se desarrollaba la guerra de Sucesión, los hubo en la época del rey Felipe V, que gracias a ellos Cataluña no fue ni ultrajada ni humillada, fue apoyada para salir de su postración. Hubo botiflers con don Carlos III, durante la guerra de Independencia contra el invasor francés, en la aprobación de la Pepa en 1812, en las épocas progresistas y moderadas, en la primera y en la segunda república española, durante toda la Restauración, en la guerra civil, en el franquismo, en la transición española, y los tenemos en la actualidad. Porque sin lugar a dudas un botifler es como llaman los miserables separratistas a los catalanes que queremos a España y a Cataluña, a los catalanes que estamos por la emancipación y crecimiento de nuestra tierra, porque sobre todo creemos en la convivencia, la armonía y la colaboración de todos los pueblos de España para poder disfrutar siempre de un futuro mejor y más placentero, justo lo que las fuerzas de izquierda y las asociaciones independentistas nos quieren siempre arrebatar. Que además y para mayor desgracia nuestra, de los botiflers, las abominables organizaciones de izquierda y separratistas siguen contando con el voto favorable de cientos, miles de españoles que prefieren dejarse engañar y hacer uso de su ignorancia para seguir votando lo que ven realmente correcto. Igual que a los hijos catalanes de los trabajadores españoles que según los separratistas vinieron a ocupar Cataluña les llaman charnegos, a los catalanes que queremos a España nos llaman botiflers, siempre en ese estilo altanero que tanto gusta a las izquierdas y a las asociaciones separratistas, que todo lo arreglan con el insulto y ultraje lanzado hacia todos cuantos no comparten su estrafalaria forma de ver o entender las cosas.
Gracias a las políticas de Felipe V, Carlos III y Franco, Cataluña se ha convertido en una potencia europea y locomotora económica de toda España.
Por tanto, lo que ya ha funcionado una vez bien, puede seguir funcionando dos y las veces que haga falta.
La ruina de Cataluña la trajo el ladrón Pujol.
Por tanto, seguir votando egoísmo, racismo y acomplejadismo paleto, sólo puede traernos lo que ya hemos sufrido (+3%)
Pues no hace falta ser un séneca para saber que hay que repetir lo que funciona y cambiar lo que no.
Tenemos mucho que ganar
( y aun mucho más que perder si no)