La contumacia del hombre que ejecutó el 155: «fue un éxito».

Viernes 27 d´octubre 2017. Motxo no se ha atrevido a declarar la DUI y se ve venir el 155. En el parlamento los separatistas tornen a fer-se caquetes. Se presentan dos “propuestas de resolución” y una “introducció”. En la “introducció” se afirma que “constituïm la república catalana“, en las “propostes de resolució” se insta a al Gene “a hacer efectivo el prusés”. Els valents sólo se atreven a votar las 2 “propostes de resolució“, con voto secreto, y obtienen 70 votos sobre 135 (51,8%), insuficiente hasta para cambiar una coma del Estatuto. Se ha pretendido hacer una DUI de facto, no jurídica, pel que pugui passar.

Y mientras Madrid duda, Cataluña reacciona. Miles de catalanes salen espontáneamente a la calle para defenderse del golpe de Estado, al-lucinats davant la passivitat del govern de tots. A  Barcelona hi ha gent per tot arreu ,incluso miles de personas se acercan a la Ràdio del Règim en Diagonal para reprocharle su complicidad golpista. La Genestapo es abucheada y abandona el lugar. En Tarragona se llenan las calles de rojigualdas, como en decenas de localidades. Caída la noche, a las 20:26, Rajoy anuncia la disolución del Parlamento, el cese de los políticos de la Gene y la activación del 155.

El ex secretario de Estado de Administración Territorial, Roberto Bermúdez de Castro, lidera el equipo que debe aplicar el 155.  Así lo recordaba El Mundo: “Bermúdez de Castro, 36 horas después, acompañado de uno de sus directores generales, emprendía viaje hacia Barcelona. «No lo negaré, estábamos acojonados», recuerda”. (…) Se reunieron al día siguiente con dos representantes de la Generalitat en un lugar discreto (…) Se les dijo: «Tenemos una misión que cumplir y os pedimos colaboración». De Castro reconoció que se instalaron “en un sótano perdido” y que “fue patético”.

Ayer desde ABC en Bermudeç de Castre ens tornava a recordar cosetes importants de l’octubre de 2017:

• Ningún líder del PP se atrevía a ir a Cataluña: «Tuve siempre (…) el afecto de personas tan importantes como Carmen Martínez Castro o María Pico (jefa de prensa de la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría). Pablo Casado también estuvo conmigo incondicionalmente. Pero era incómodo, muy incómodo para ellos ir a Cataluña».
• Todavía creen que el 155 fue un exitazo: «la intervención fue un éxito -por lo menos en los términos en que se había previsto. (…) Había que normalizar la vida política catalana, desinflamarla, y durante un tiempo lo conseguimos».
• La cobardía hipócrita del nacionalismo: «Fuimos tres personas (…)  Y cuando llegamos todo el mundo se puso a nuestra disposición. No dimitió nadie. Nadie se negó a ejecutar una orden, y son los que ahora están mandando. (…) Raúl Romeva intentó incendiar a los funcionarios y luego fue su secretario general, Aleix Villatoro, el que se «cepilló» el Diplocat y cerró una a una las «embajadas» que le mandamos cerrar».
• ¿Qué «favores» le hizo el Gobierno al nacionalismo? «Nos reuníamos cada semana, la colaboración era absoluta. Nos pedían favores y se los hacíamos»
• El «placer» de trabajar con los líderes separatistas: «Y todos, sin excepción, querían seguir cobrando. (…) Elsa Artadi y Pere Aragonès fueron dos colaboradores admirables. Cumplieron con prontitud y diligencia con todos sus cometidos. Fue un placer trabajar con ellos, por su disponibilidad y su eficacia. Josep Lluís Cleries, senador de Convergència, estuvo siempre a mi lado y fue conmigo un caballero».
• Reconocen que hicieron el primo: «Creímos que con algunos gestos podríamos desinflamar la situación y nos equivocamos. Seguramente pecamos de ingenuos».
• Descubren el Mediterráneo: «Nos dimos cuenta de que no había espacios públicos del Estado en Cataluña. La propia Delegación del Gobierno llevaba 8 años cerrada por obras. Creo que todavía está cerrada. Nosotros trabajamos desde la subdelegación».
• Se caen del guindo después de 40 años: «Al final he llegado a la conclusión de que Junqueras es un lobo disfrazado con piel de cordero. Aparenta una cosa y luego es la otra».

O sigui: cap líder del PP (incluido Casado) no gosa venir a Catalunya, creen que el 155 fue un éxito, hicieron «favores» a los separatistas, trabajar con ellos fue «un placer», y después de 40 años siguen dejándose tomar el pelo por el nacionalismo.

Sembla que per superar aquesta ideologia primer haurem de superar la miopia i la manca de lideratge moral dels polítics de Madrit.

Categories: Dando el golpe

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