«La Iglesia traicionaría a Jesús si se comprometiera activamente en la vida política», dice el prefecto de la Congregación del Culto Divino.

La semana pasada los obispos catalanes publicaron una nota en la que endosaban el prusesismo y la doctrina nacionalista, pedían “afirmar la realidad nacional de Cataluña“, y anunciaban que “conviene que sean escuchadas las legítimas aspiraciones del pueblo catalán, para que sea estimada y valorada su singularidad nacional, especialmente su lengua propia y su cultura“. En la noteta escribían 13 veces las palabras “Catalunya/català/nacional/poble/país”; a “Dios” sólo le mencionaban un par de veces y al final. Evidentemente, en el entorno prusesista actual tothom va entendre que es tractava d’un recolzament al «oreferendumoreferendum« l’opció política d’en Puigdemont, que va respondre així al suport polític dels bisbes:

Nos consta que la nota provocó el desconcierto en multitud de católicos de a pie y sacerdotes de calle, a quienes se les presentaba la doctrina nacionalista como asociada a Dios. Sabemos también que hubo consternación en los equipos pastorales de casi todos los obispos, que veían una vez más gravemente obstaculizada gran parte de su tarea apostólica de años.

Robert Sarah nació en Guinea en 1945 en una familia humilde. En 2010 el papa Benedicto XVI le confió el Pontificio Consejo Cor Unum, cuya misión consiste en expresar la cercanía de la Iglesia con los más pobres, y le explicó por qué lo hacía: «sé que usted tiene experiencia del sufrimiento y del rostro de la pobreza». En el seu llibre Dios o nada el cardenal Sarah escribe unas líneas que parecen dirigidas als nostres bisbes prusesistes:

«Con razón recuerda Benedicto XVI en su encíclica Deus caritas est que ‘la actividad cristiana ha de ser independiente de partidos e ideologías. No es un medio para transformar el mundo de manera ideológica y no está al servicio de estrategias mundanas’ (…) Si la Iglesia se asemeja a una torre de Babel, no hay posibilidad de que llegue a recoger el gran desafío del relativismo contemporáneo (…) Nuestra referencia debería ser únicamente Dios. (…) Cuando la ideología ocupa el lugar de la adoración ¿cómo no descubrir el síntoma preocupante de una crisis de hondura insospechada? Si estamos divididos ¿a quién corresponde la nueva evangelización en la que todos parecemos estar tan comprometidos? Si la nueva evangelización significa una auténtica vuelta a Cristo, ¿por qué (…) tantos enfoques politizados? (…)

Hoy tenemos tendencia a poner el acento en el compromiso sociopolítico y en el desarrollo económico, excluyendo la evangelización. Empleamos la doctrina social de la Iglesia de modo abusivo y sin entenderla bien, convirtiéndola en instrumento de una acción política. (…) La Iglesia traicionaría a Jesús si se comprometiera activamente en la vida política» (Robert Sarah: Dios o nada, p.138)

Sóc dom Hilari, monjo de Montserrat, i aquesta és la meva nova Bíblia.

Srs. bisbes prusesistes: descuelguen las cubanas de sus campanarios, liberen sus hojas parroquiales de la sumisión a los partidos nacionalistas, eviten pedir el voto a JxS y la CUP en sus glosses pastorals, dejen de fotografiarse con las constitucions anticristianes de Catadisney, instruyan a sus sacerdotes para que no cuelguen propaganda separatista en sus iglesias, y paren ya de emitir notitas apoyando la ideología de los partidos que hoy mandan. Porque todo eso es comprometerse activamente en la vida política; y escogiendo además una ideología siempre rechazada por la Iglesia.

Srs. bisbes prusesistes: prediquen lo que de verdad dice la Iglesia sobre el «invento» y la «chorrada» (así lo llamó su inventor) del dretadecidir. Dejen de arrebatar la fe a los catalanes sencillos. Deixin de trair el bon Jesús.

Dolça i descristianitzada (pels bisbes) Catalunya…

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