«El catalanismo no es la consecuencia de un conflicto, sino su causa»

En Jesús Laínz descriu amb excel.lència lo que tants a Madrit no volen veure.

Esta semana Juan Claudio de Ramón ha dicho en El País lo que lleva mucho tiempo diciendo mucha gente en muchas partes y nadie en Madrid quiere entender: que no hay un «problema catalán», sino un «problema nacionalista», y que la única manera de superarlo definirlo así y enfrentarse a él abiertamente y sin complejos:

«Las élites del Estado, da igual si en el Gobierno o en la oposición, no creen que el nacionalismo pueda dejar de ser hegemónico en Cataluña y, en consecuencia, no se esfuerzan en refutarlo ni en deslegitimarlo. (…) Para desesperación de los catalanes no nacionalistas, en Cataluña el Estado no hace política y el nacionalismo no se discute: no se lo percibe como una ideología con la que competir, sino como una realidad con la que deferir (…)

No necesitamos ofrecer nada a los soberanistas; esta vez, a los nacionalistas, ni agua. (…) no queda más que la confrontación dialéctica diaria con el nacionalismo».

Ara en Jesús Laínz, un admirable plubicista responsable del desparejado libro España contra Cataluña, enriquece lo anterior desde Libertad Digital:

«Lo de que en Cataluña estuvo el comienzo de las Naciones Unidas, mejor lo pasaremos por alto por su excesiva ridiculez. Y en cuanto al antibelicismo congénito de los catalanes, baste con mencionar a Pedro II el de las Navas, a Jaime I el Conquistador, la Venganza Catalana, Lepanto, el Bruch y el sitio de Gerona para no perder el tiempo en explicaciones. 

Pero, aparte del significativo uso de las insostenibles palabras de Casals para avivar el nacional-narcisismo de las atribuladas huestes separatistas, todo ello me trajo a la memoria el debate mantenido sobre este tipo de asuntos hace ahora exactamente medio siglo entre Julián Marías, Maurici Serrahima y Gonzalo Fernández de la Mora. Porque el primero editó en 1966 su Consideración de Cataluña, breve pero enjundioso ensayo en el que defendió la indudable personalidad cultural, histórica y lingüística de Cataluña como algo imposible de comprender, tanto en su pasado como en su futuro, fuera del conjunto de España.

Pocos meses después aparecía una respuesta al libro de Marías. Se trataba de Realidad de Cataluña, de Maurici Serrahima, militante de Unión Democrática de Cataluña en los años republicanos que llegaría a senador por designación real en 1977. Serrahima defendió que Cataluña era un caso único dentro de España por varios motivos históricos: su profunda romanización, sólo igualada por la de Andalucía; el escaso tiempo pasado bajo dominio musulmán; la repoblación efectuada por los francos; el iurisconstitucionalismo de Cataluña, «país de hombres libres» a diferencia del resto de Europa; su prontitud en incorporarse a las transformaciones sociales decimonónicas en comparación con las demás regiones españolas; y, finalmente, la existencia de la lengua catalana, cuya ignorancia reprochaba a los demás españoles. Y, por supuesto, en la arraigada tradición romántica del catalanismo, Serrahima deducía que de todo ello habrían de derivar consecuencias políticas, dogma que, dos siglos después de su proclamación, sigue sin ser explicado.

Gonzalo Fernández de la Mora analizó las tesis de Serrahima en un largo artículo (ABC, 29 junio 1967) en el que rebatió los argumentos del catalanista. La romanización no distingue a Cataluña del resto de España. La escasa islamización tampoco, pues otras partes de la península, como la cornisa cantábrica, quedaron totalmente al margen, y grandes zonas de Cataluña, como Lérida y Tarragona, estuvieron cuatro siglos bajo dominio musulmán. La repoblación franca no fue exclusiva de Cataluña, pues alcanzó territorios navarros, aragoneses y castellanos. En cuanto al constitucionalismo catalán, (…) Cataluña se distinguió precisamente por ser el único territorio español en el que arraigó el feudalismo, y «con una brutalidad aterradora» según el eminente historiador Josep Fontana. Por lo que se refiere al desarrollo industrial, lo mismo podría decirse de otros lugares como Vizcaya, además de que el desequilibrio económico entre regiones es común a todos los países de Europa, tanto en el siglo XIX como hoy. Finalmente, De la Mora no compartía el criterio de la igualdad entre lenguas al considerar que en este terreno no funciona el principio de reciprocidad sino el de eficacia, que lleva a los hablantes de lenguas de ámbito reducido a necesitar conocer una lengua de ámbito nacional e internacional, lo que en sentido contrario no se da. Pero no sólo en España entre catalanohablantes y castellanohablantes, sino en cualquier otro lugar. Por ejemplo, mientras que todos los galeses hablan inglés, pocos ingleses tendrán interés en aprender galés, pues no lo necesitan.

De todo ello dedujo que lo decisivo del hecho diferencial catalán no es ni una peculiaridad intrínseca ni un condicionamiento histórico, sino una actitud, una voluntad. No una fatalidad, sino un programa. Efectivamente, el catalanismo no es la consecuencia de un conflicto, sino su causa. El problema es que ninguno de nuestros políticos ha conseguido comprenderlo.

De ahí que el debate sea tan difícil, pues la decisión separatista está tomada de antemano y ningún argumento, por contundente que sea, sirve para nada».

I és que –com deia Hannah Arendt– el nacionalisme és una ideologia, una simplificació artificiosa de la realitat, un componente imprescindible del totalitarismo, uno más de los “ismos que para satisfacción de sus seguidores pueden explicarlo todo deduciéndolo de una sola premisa”, que “pretende explicar todos los hechos históricos pasados, presentes y futuros”; en fin, «una emancipación de la realidad y la experiencia», algo finalmente irracional.

Señores y señoras: hay que enfrentarse al nacionalismo, deslegitimarlo, ridiculizarlo, destripar sus alucinaciones, reírse de sus chorradas y, sobre todo, exponer su profunda irracionalidad, contraria a nuestra naturaleza humana. Aquest és el camí per superar el nacionalisme. Aquest és el camí dels dolços.

Dolça i decidida Catalunya…



Categories: Huid del nacionalismo, Pensando bien

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26 comentarios

  1. Todo correcto; y la mayoría de las cosas, sino todas, ya se habían denunciado en este blog de una manera o de otra.

    Yo añadiría una cosa más:
    el nacionalismo existe porque FUNCIONA.

    Especialmente el PUJOLISMO.

    Si desde el principio no se le hubiera hecho caso y obedecido sus chantajes públicos, ahora no estaríamos aquí con este problema.

    Y como no ha habido un chantaje, sino dos, tres….una constante desde que el Ladrón Mayor del Condado se hizo con la Generalitat, pues el nacionalismo ha salido fortalecido con cada prueba.

    Por cierto: ¿Ha ido algún Fiscal o Juez a la cárcel por prevaricación por no haber procesado al Ladrón de Banca Catalana?

    ¿Algún político por lo mismo?

    Luego dirán que esto es una democracia y de que tenemos un Estado de Derecho;

    Lo de que las leyes son iguales para todo el mundo, no lo dice nadie.

    Somos un país bananero.

  2. Existe «el problema catalán», se llama nacionalismo.

  3. ¿Cómo exponer una irracionalidad desde periódicos que son igualmente irracionales en su línea editorial? Periodicos que llaman traidor, indecente, cobarde… al PP ¡no por lo que hace! ¡Por no hacer lo que ellos digan!

    Así nos va que no avanzamos quienes nos oponemos al nacionalismo antidemocrático.

    Diario Abril 2017
    http://pajobvios.blogspot.fr/2017/04/diario-abril-2017.html

  4. Leí el muy recomendable libro de Jesús Lainz “adiós España”, se aprende mucho y se entiende el nacimiento del nacionalismo de los hermanos Arana y Prat de la Riba. El odio que se desprende hacia “el inferior” maqueto o charnego es vomitivo, lo más triste que sea tan fácil aún hoy -era de comunicación totalmente distinta a las de mediados del siglo XIX, que tenga tanto peso las irracionales manifestaciones de Arzalluz, Pujol y recientes de Junqueras, apelar hoy a cráneos, rh, adn, genes o andaluces poco hechos, debería resultar repugnante para cualquier persona independientemente de sus ideas o situación política.
    Curioso, muy curioso, que personajes que pretenden representar desde la izquierda, o desde los de abajo de la pirámide social, abracen con la misma vehemencia -a veces más- esa ideología-religiosa-nacionalista-de odio y exclusión, no me casa la defensa de los trabajadores, de los más desfavorecidos, sin distinción de razas, procedencia o creencias religiosas. La diversidad debe servir para enriquecer los pueblos, no para enfrentarlos como hace el nacionalismo, las diferencias nos hacen iguales, son frases bonitas que tantas veces son pronunciadas por una progresía que a la hora de la verdad están en el lado opuesto.

  5. Y por todo ello, también el «valencianismo» pancatalanista viene siendo la causa del conflicto en esta nuestra humiilde comunidad.

    Que toda España sepa por donde algunos, nos quieren hacer pasar en Valencia:

    http://www.lasprovincias.es/politica/201704/07/marza-vigilara-valenciano-tambien-20170407004951-v.html?ns_campaign=APPWA&ns_source=BT&ns_linkname=Bottom&ns_fee=0&ns_mchannel=EM

    Grácies dolça Caalunya.
    Una vegá més, grácies!!

  6. Nosotros tenemos todos los argumentos, ellos ninguno. Ahora es necesario que los partidos aparquen sus diferencias y legislen a favor de ESPAÑA. FUERA AUTONOMÍAS Y PARTIDOS ANTIESPAÑA. Será lo unico que arregle esta indignidad y miseria

  7. Gran artículo de Jesus Laínz. Habria que poner a este hombre en la Moncloa a tomar decisiones y echar al inútil del Rajao.
    Al nacionalismo hay que derrotarlo, punto. No hay que darle nada.

  8. El cambio del sistema electoral es inaplazable. No puede ser que por culpa de la Ley de Hondt la soberanía nacional esté en manos de partidos secesionistas que están en contra del proyecto común. Y más cuando estos partidos obtienen gran parte de su apoyo en zonas rurales que están sobrerrepresentadas.

  9. Completamente de acuerdo con Jesús Laínz y Juan Claudio de Ramón. Solo queda combatir el nacionalismo con argumentos, sin concesiones y qjuitándole las armas del Gobierno autonómico, desde donde financian y legislan en favor del nacionalismo. No se le puede dar autonomía a quien no es leal con la nación española.

    • Querido amigo, has dado en el clavo, e iría aún más lejos: ilegalizar a los partidos que no son leales ni con la Nación ni con las leyes, como en Francia, por ejemplo, donde están prohibidos los partidos separatistas.

      • Totalmente de acuerdo!
        La existencia de partidos que buscan la ruptura con el resto del país unido en la historia, lo único que conlleva, a la corto o a más largo plazo, es enfrentamiento entre hermanos y sufrimiento. Eso no quita, el respeto a costumbres y a la lengua de un determinado territorio, con el maximo respeto a sus usuarios, pero no confirma,que esas características,signifiquen ser otro país o etnia distinta, si no particularidades y riqueza cultural de un todo histórico, de un mismo territorio, país
        Estos personajes sólo buscan su riqueza ,su egoísmo, despreciando todo un camino ,de siglos, recorrido juntos,resolviendo problemas y evolucionando con el resto,incluso ,cuando un trozo de ese país ,se beneficiaba más que otro,después era para compartirlo, eso es convivir y ser solidarios.
        No pueden decir ,que les ha ido tan mal,cuando ellos mismos confirman, que somos una de las más evolucionadas ricas en España y Europa. Se contradicen con los posteriores argumentos victimistas!!
        Hay que prohibir ese tipo de falsos argumentos, que sólo crean maldad!!!!!!!!

  10. Por mucho que el nacionalismo catalán se vista de seda, mono se queda.

    ¿Decían en la vieja Convergencia que no eran nacionalistas? Pues sus juventudes se llamaban Juventuts Nacionalistes de Catalunya. ¿Y cómo se llaman los cachorros del cuesco de gato?

  11. Amén a lo que dice Jesús Laínz.
    La causa es el nacionalismo que está corrompiendo las instituciones públicas como un cáncer. Y a este paso puede ser otra vez la tumba de la mejor idea de Europa.
    Hay que mirarle a los ojos a la bicha nacionalista sin medias tintas que valgan, y con todas nuestras buenas razones.
    Porque nos van en ello las libertades personales y nuestros derechos como ciudadanos españoles y europeos, que es de lo nos quieren privar los separatistas.
    España no es de izquierdas ni de derechas ni de esta o aquella casta de caciques que se sientan en el machito de la política para mangonearnos a todos, es nuestro país donde hay para todos los gustos y cada uno en su sitio tiene la ventaja de que puede ser de donde quiera, como los de Bilbao. Y así tenemos que convivir mientras debatimos políticamente de los asuntos públicos más acuciantes, como la corrupción política p.ej., pero luchando a brazo partido con los fanáticos nacionalistas que creen que se han salido con la suya si nos callamos. Quien calla, otorga, dirán ellos.
    Hay que rebelarse contra el nacionalismo en la vida cotidiana de cada uno y declarar publicamente que no creemos en sus mentiras, y reirnos en sus mismas barbas talibanescas de patriotas de pacotilla.
    Frente a las supuestas sonrisa de hiena de los cretinos, nuestras risotadas descreídas.
    Así es como los fantasmas nacionalistas desaparecerán del mapa.

  12. Los reyes Pedro II y Jaime I, catalanes??
    Madre mía, lo que tiene que leer uno…

  13. El gran problema de España es que tenemos una izquierda revanchista, revisionista que le duele ver la bandera y ‘cuestiona la idea de España’ una derecha acomplejada y de perfil bajo, no vaya a ser…..y un sistema parlamentario que otorga la llave a grupos minoritarios. El ultimo ejemplo, el caro voto de CC para los presupuestos. No me extraña que surgan partidos como setas,,, esta semana 2 !! a ver si pescan en rio revuelto.
    Lo peor es que si no recuerdo mal, cuando se propuso cambiar el sistema d’Hon’t , los dos PP y PSOE votaron en contra,. asi nos va, el interes del partido por encima del nacional. Pobre España !!

  14. Jesús Lainz sabe de qué va el cuento nacionalista catalufo y de qué pie cojean sus salvapatrias. Lástima que los de C’s y el PP y el PSC les salgan más rentables las anteojeras separatistas.

    • Con lo fácil que lo tendrían todos esos partidos para pescar en el caladero no separatista de Cataluña. Y prefieren jugar con los caciques locales. Entiendo que la frustración empuje a la gente a votar al demagogo de turno, pero es una solución peor que el problema. Que ya es decir.

  15. Buena frase, Jesús Laínz!!!!!!!

  16. Visca en Lainz!!! Sembla mentida que de tan lluny hagi d’arribar tanta veritat.
    Som catalans, som espanyols!!!

  17. Joe pues no era Gorrino-MAN Presidente del Eje Del Mal el que se tiraba el rollo del califato de Damasco y la madre que pario a paneque ?.

    • Gorrino MAN es un tipo con escasas ambiciones patrióticas. Que aprendan de mi Puchi, que está a punto de conseguir que los EEUU sean la próxima provincia de los Països Catalans 😆😆😆

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