El 18 de julio según el jefe de la «Columna Macià Companys»

Dice el jefe republicano que la sublevación cívico-militar de 1936 fue provocada por los republicanos.

columna macia companys

Hoy hace 80 años del inicio oficial de la Guerra Civil. Vino precedido por  el golpe de Estado de 1934, que precipitó la caída de la República y significó el inicio de la violenta polarización que en 1936 explotaría en la Guerra Civil. Entre 1932 y 1934 hubo 5 intentos de derrocar la República: 3 insurrecciones anarcosindicalistas, la intentona de Sanjurjo y la de socialistas y nacionalistas en octubre 1934. Esta última fue definitiva en la destrucción de la convivencia y ensayó la guerra civil que vendría unos meses más tarde.

Pero hubo un hecho desencadenante que decidió a muchos militares dubitativos, entre ellos Franco. En la madrugada del 13 de julio la Guardia de Asalto secuestró al líder y diputado derechista Calvo Sotelo en su piso de Madrid; en el camión uno de los guardias, militante del PSOE y guardaespaldas personal del líder socialista Indalecio Prieto, le disparó un tiro en la nuca. Después arrojaron su cadáver en el cementerio del Este.

El catedrático Stanley G. Payne comenta al respecto:

«La respuesta del Gobierno fue incluso peor que el propio asesinato. Pese a prometer una investigación, apenas hizo nada (…) impuso la censura total para ocultar la verdad  y se preparó para la confrontación (…) procedió a arrestar a numerosos derechistas (…) se promocionó a los asesinos a puestos de mayor responsabilidad (…) Tras el funeral de Calvo Sotelo, la policía abrió fuego  en el centro de Madrid sobre los manifestantes desarmados, abatiendo a varios de ellos (…) El día 16 se cerraron todos los centros de la derecha de Barcelona. (…) Tanto el Gobierno como los dirigentes socialistas consideraban que el conflicto armado era irremediable y, de hecho, estaban más que dispuestos a que estallase lo antes posible para acabar con él mediante su propia victoria. (…) Casares Quiroga declaró en privado que esperaba que se produjese una sublevación militar lo antes posible para poder destruir todos los elementos rebeldes» (40 preguntas fundamentales sobre la Guerra Civil, 2006, pp.95-97).

También lo ve así Jesús Pérez Salas, oficial del Ejército destinado en Barcelona al inicio de la Guerra Civil. Dirigió la Columna Macià-Companys compuesta por militantes de los partidos nacionalistas Estat Catalá y ERC que a comienzos de septiembre de 1936 atacó Teruel. Al final de la guerra se exilió en México y escribió estas reflexiones:

«El asesinato [de Calvo Sotelo] (…) debió ser inspirado por alguien que tenía un gran interés en que el Ejército se sublevara (…) Es inútil tratar de restar importancia al hecho. Si las fuerzas de Orden Público, en las que descansan los derechos y la seguridad de los ciudadanos, son capaces de ejecutar actos de esta naturaleza, prueban evidentemente su falta  de disciplina y el olvido de su sagrada misión (…)  Quizá hubiera podido evitarse la acción posterior del Ejército mediante una rápida y enérgica acción del Gobierno republicano, castigando con dureza a los ejecutores y, sobre todo, expulsando del Cuerpo de Seguridad al núcleo contaminado, para dar así la sensación al país de que el Gobierno se hallaba  dispuesto a terminar  con el terrorismo de cualquier parte que éste procediese» (Guerra en España, 1947, pp.82-83).

Stanley G. Payne comenta al respecto: «La respuesta del Gobierno (…) fue más bien la opuesta, como si esperase que el crimen provocase finalmente a los militares a emprender una rebelión que se podría sofocar. (…) El asesinato de Calvo Sotelo supuso el punto culminante de la larga cadena de desórdenes, violencia y abusos políticos  y administrativos  que tuvieron lugar bajo los Gobiernos republicanos de izquierda» (40 preguntas fundamentales sobre la Guerra Civil, 2006, p.98).

De fet, Santcompanys portava mesos preparant el copordenó preparar un “Comité Militar Revolucionario” en mayo de 1936, entregar 20.000 fusiles a revolucionarios adictos y alistar 8.000 voluntarios para “preparar la resistencia armada”.

No, no fue posible la paz. La República fue un desmadre y los republicanos intentaron cargársela desde el principio. Y, según el jefe de la Columna Macià-Companys, muchos de ellos tenían interés en provocar un 18 de julio.

Amb la convivència no s’hi juga, senyors polítics. Aprenguem del passat i cerquem la pau, que aquestes coses del poder les carrega el dimoni.

Dolça i assenyada Catalunya…

bastoncillo



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12 comentarios

  1. Dice el articulista: «La República fue un desmadre y los republicanos intentaron cargársela desde el principio».

    Y esa es una verdad como un templo, por más que la propaganda oficial nos machaque en sentido contrario desde hace décadas.
    A mi juicio, dicho articulista sólo comete un error: No debería de hablar de los «republicanos», sino de los «(mal llamados) republicanos».
    Socialistas, comunistas y anarquistas abominaban del régimen republicano, y sólo querían utilizarlo temporalmente para instaurar su dictadura del proletariado (con pequeños matices diferenciales entre cada una de dichas fuerzas). En las hemerotecas se pueden consultar numerosísimos discursos de los líderes frentepopulistas que así lo atestiguan de un modo absolutamente incontrovertible.
    Por eso, y al igual que no hay que confundir los términos «catalán» y «separatista», tampoco hay que confundir los términos «republicano» y «frentepopulista».
    Así, hoy en día, algunos somos profundamente republicanos, pero de frentepopulistas no tenemos absolutamente nada. Ello, y nuestro conocimiento de la Historia, nos hace repudiar, con más fuerza si cabe, a quienes hace 80 años impidieron la consolidación de un régimen republicano que, curiosamente, había sido en buena parte implantado -no sin graves defectos iniciales de forma y contenido, cabe reconocelo- por personajes que habían desempeñado altísimas responsabilidades políticas durante la Monarquía de Alfonso XIII (Alcalá Zamora, Miguel Maura, el Conde de Romanones, etc…).
    Permítaseme la inmodestia pero….!Cuánta buena pedagogía -especialmente histórica- queda por hacer en este país nuestro que se nos cae a trozos.!

  2. No se puede decir que el alzamiento del 18 de julio y lo que vino después (guerra civil y dictadura), fuesen buenas, pero sí que fueron lo menos malo, por mucho que no se reconozca ahora. No se reconoce porque es tanto como admitir la culpabilidad. La izquierda llevaba mucho tiempo planeando la revolución, que no es otra cosa que un golpe por otros medios, una finiquitación de la democracia en nombre del pueblo, la dictadura del proletariado. De hecho, en 1934 se intentó, previo golpe de Estado, pero hete aquí que no triunfó en ninguna parte salvo en Asturias, de ahí que pasó a la historia como la revolución de Asturias. La guerra civil empezó en 1934, es ahí donde se disparó por primera vez. Solo en los 6 meses anteriores al 18 de julio hubo más de 200 asesinatos políticos en España y sobre todos ellos planeaba la complicidad del gobierno republicano. Y hoy, el PSOE y Podemos, tonteando con los nazirulos periféricos. La historia puede repetirse.

    • No fueron 200 sino más de 400 las muertes por violencia política (la inmensa mayoría de ellas provocadas por la izquierda) en los meses previos a la Guerra Civil.
      Esta violencia, y en contra del mito políticamente correcto que nos quiere hacer creer lo contrario, le divertía mucho al nuevo Presidente de la República -llegó al cargo de una forma totalmente irregular- Manuel Azaña.
      Así lo manifestaba éste, por ejemplo, en la correspondencia privada con su cuñado Cipriano Rivas Cherif, incautada a este último por la policía secreta franquista tras su detención en Burdeos en 1940.

  3. Pongamos este caso somos una banda de atracadores somos 4 y yo tengo la pasta nos trinca la Policía
    Que hago yo le echo la culpa a los demás o como vulgarmente se dice a marear la perdiz o si hay uno de la banda muerto decimos que la pasta
    La tenía el muerto yo no se nada .
    O no es así choro de los 3500 kilos ?
    A tirar balones fuera ….
    Hacer que la gente se pelee y que se olviden de mi y yo tan feliz con los 3500 kilakos ..
    Todo esto es tirar balones fuera de lo que realmente interesa que es cuando va a ir al talego Y a devolver la pasta el mayor mangui de Europa Occidental.

  4. El PSOE hizo correr sangre en 1936 y antes y, a veces, da la impresión de que lo… ya me entendéis. El oficial que dirigía a los asesinos que mataron a José Calvo Sotelo era del PSOE.

    • Pues parece que siguen sin pedir disculpas por lo que hicieron. Igual que el resto de partidos de la época.

      Creo que en el fondo muchos daban por finiquitada la democracia y sólo se discutía el tipo de dictadura que se establecería: de tipo socialista, por supuesto, de izquierdas (diversas familias comunistas y PSOE, sólo hay que ver la saña con la que se asestaban golpes de mano mutuamente) o de derechas (falangistas). Los anarquistas y los carlistas estaban destinados a desaparecer.

    • Sí, era el capitán Fernando Condés Romero, de la Guardia CIvil. Era miembro del PSOE e instructor militar de las milicias del partido (!qué bonito y democrático esto último, un funcionario del Estado instruyendo en el manejo de las armas a los militantes de un partido político determinado!). Además, era uno de los principales oficiales de la escolta personal del líder socialista Indalecio Prieto («La Motorizada», de tan triste recuerdo por los numerosos crímenes y fechorías cometidas).
      El capitán Condés murió en el frente de Somosierra al poco de empezar la Guerra Civil. Este oficial, que ya había participado en el golpe de estado socialista de 1934, fue quien, al parecer en persona, le disparó en la nuca a Calvo Sotelo, mientras ambos viajaban, junto con otros guardias civiles y guardias de asalto, a bordo del mismo coche en la noche de la detención del famoso político y líder derechista.

      • Creo que no fue Condés quien hizo los disparos sino Luis Cuenca.
        La relación de Condés con el PSOE está confirmada. Además, tras el asesinato, Condés va a buscar refugio a casa de J.S. Vidarte y a casa de Margarita Nelken. La participación de I. Prieto en el complot no está probada, es más, J.S. Vidarte en su obra «Todos fuimos culpables», a través del periodista Pepe Jerez, lanza una hipótesis que no he visto comentada en ningún otro libro: el responsable fue Casares Quiroga, que tenía enorme animadversión hacia Calvo Sotelo desde que en el Parlamento le llamó «señorito jaque de La Coruña».

  5. Cierto es.
    Y da preocupación y miedo!
    Observo mucho fanático y por otra parte mucha irresponsabilidad por parte d los políticos municipales del ayuntamiento de Barcelona…
    Puede pasar » algo» y no muy bueno!

  6. No olvidemos que los sumarios que contenían las investigaciones policiales sobre el asesinato de Calvo Sotelo, muy avanzados, fueron hechos desaparecer durante los primeros días de guerra. El fiscal, junto con los abogados, asesinados por milicianos.

    El Partido Comunista preparaba el golpe de estado para noviembre de ese mismo año, 1936.

  7. Pues no quiero ser pesimista, pero…..Camino llevamos de repetir la historia, por que aquí en Cataluña se, esta poniendo el ambiente enrarecido.

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