Superem d’una vegada la idolatria nacionalista?

Henri de Lubac va entrar als jesuites amb 17 anys; como estaban prohibidos y expulsados en la Francia laicista, tuvo que estudiar en Inglaterra. De Lubac va ser ferit a la I Guerra Mundial i sempre va patir les conseqüències de una esquirla que le afectó al oído. Fue profesor universitario en Francia, i fou detingut diversos cops pels nazis. Le gustó profundizar en el pensamiento de los padres de la Iglesia. Fue uno de los teólogos de referencia del concilio Vaticano II. Sant Joan Pau II el va crear cardenal.

Hace unos meses se empezaron a publicar sus obras completas en español. I ens ha cridat l’atenció les seves reflexions sobre les ideologies com a idolets, moltes de les quals (naiconalisme, generisme, climatisme, materialisme, etc) patim especialment a Catalunya. Sus consideraciones nos ayudan a entender lo que es el nacionalismo y su papel sustituto del cristianismo:

Según De Lubac las ideologías son

«Parásitos que se alimentan en secreto de la idea de Dios para impedir aparecer al verdadero Dios... de ahí procede este ‘diluvio de idolatría’ que recubre la superficie de la tierra (…) el hombre diviniza de  nuevo sus necesidades, sus intereses, sus pasiones, sus locuras (…) erupciones aberrantes (…) El hombre se prefiere a sí mismo en vez de a Dios (…) 

De una forma o de otra, el hombre vuelve siempre a la adoración. Esta (…) constituye la necesidad más profunda de su ser. No puede extirparla, sino solo corromperla (…) El hombre, si quiere encontrarse a sí mismo, debe apuntar a algo más alto y más lejos que él (…) y lo mismo sucede aún con cada generación, con cada comunidad natural, con toda la humanidad. (…)

Es preciso rechazar a los dioses, a todos los dioses (…) negar todo lo que el hombre, en todas las épocas, tiende a divinizar para adorarse a él mismo y tiranizarse él mismo en sus dioses. Solo el Evangelio es el verdadero ‘crepúsculo de los dioses’ (…) la conciencia alienada es todo lo contrario de la conciencia religiosa. (…) El hombre sin Dios queda deshumanizado.

Hay dioses tiranos. Hay un Dios liberador. Los dioses tiranos ya no toman en nuestros días, generalmente, nombres de dioses. Prefieren seudónimos. Sin embargo, su tiranía no es menor. ¿Rechazáis la fe en Dios, como una intolerable ‘teocracia’? Pero cada día se prueba de un modo cada vez más fuerte que esto se hace en provecho de una ‘mitocracia’ temible. Al cielo que habéis vaciado, está subiendo el ejército de los mitos (…) más despóticos que todos los déspotas. 

‘No tendrás otros dioses frente a mí’. Ese es, para siempre, el precepto de la libertad. Estos dioses extraños, dioses falsos, dioses míticos, son dioses alienantes, monstruos devoradores, como las pasiones humanas de los que todos ellos son hipóstasis (…) se oculta bajo ellos algún rasgo del hombre que se adora en esas divinidades, y que se convierte así en su propio esclavo«.

Paràsit del cristianisme, idolatria, aberració, adoració d’un invent humà, deshumanització, tirania, despotisme, mite, alienació, esclavització… ¿No es una descripción exacta del nacionalismo? ¿Por qué tantos curas (y obispos) no denuncian jamás cómo el nacionalismo destruye la fe? Quan ens deslliurarem de les ideologies que en tiranitzen? ¿Qué día nos daremos cuenta de que cuando el hombre construye un mundo sin Dios acaba construyéndolo contra el hombre?

Dolça i esclavitzada Catalunya…

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