Els xiringos el prusés també caduquen.

Lo explicaba el nacionalista Joan Bosch en su libro Moments estelars de Catalunya. En verano de 2009 Pere Pugès, un falso arquitecto (después se supo que al parecer corrupto) tocado por la crisis que intenta crear un nuevo negocio, comparte con unos amigos cómo será la vivienda en la Cataluña postcrisis de 2015. Crean un blog para dejar sus opiniones, y uno de ellos se mete en política: En 2015 “el nuevo rey tendrá por nombre Felipe VI. Un altre Felip manant a Madrid? ¡¡¡Esto no lo podemos soportar!!! ¿Y si hacemos algo?”. De este sentimiento negativo basado en un odio personal nace la ANC.

Pugès se pone a diseñar en el ordenador una organización que pueda separar a Cataluña del resto de España. Contacta con el agitador nacionalista Miquel Strubell y le envía su plan. Días después quedan para comer en Gracia con un informático y el violento Miquel Sellarès, antiguo director general de Seguridad de la Generalitat, para discutir cómo aprovechar la consulta de Arenys.  Acuerdan coordinar a activistas separatistas para “sembrar el territorio” de asociaciones “que generen una mayoría social favorable” a la secesión.

Lo siguiente es hacer una lista de 40 “líderes históricos del independentismo” para refinar la hoja de ruta. Después reclutan a otros 200 del mismo perfil y crean un Secretariado, que registra el nombre Assemblea Nacional Catalana. Confiesa Joan Bosch que se trata de “inocular el virus ideológico de la Assemblea” en toda Cataluña. Así nace la ANC. Entre estos 40 fundadores de la ANC están los viejos conocidos del nacionalismo radical y ultra, muchos con pasado en movimientos violentos. O sigui que res de moviment de baix a dalt: el prusés fue diseñado por los 40 políticos fanáticos de siempre, incluido Oriol Junqueras.

Avui tothom sap el veritable paper de l’ANC com a impulsora del cop d’Estat nacionalista, junt amb Òmnium/Òdium i l’AMI: ser el «pilar social» que forzaría “la movilización popular como instrumento de presión para obligar al Estado a capitular”. En marzo de 2015 los partidos separatistas firmaron el fullderruta de concierto con la ANC presidida por Carme Forcadell. Tras el «27 ese», la ANC asumió «la responsabilidad de impulsar la mayor aceptación social de las iniciativas secesionistas, así como favorecer la creencia pública de que la proclamación de la república era perfectamente viable, buscando, por último, una intensa movilización ciudadana que doblegara la voluntad del Estado para que éste terminara por aceptar la independencia de Cataluña, ante las vías de hecho que se desplegaron».

Dijo la Fiscalía que los líderes de la ANC «empezaron a jugar un papel tan relevante en el plan rebelde que casi desplazaron con su dominio de las movilizaciones multitudinarias la actuación de los Mossos». Así sucedió la noche del 20 al 21 de septiembre con el violento asedio a la comitiva judicial que investigaba el golpe de Estado en la sede de Economía y Hacienda de la Generalitat. Y también durante el Buti2 la ANC favoreció «una movilización colectiva impulsando a todos los catalanes a que acudieran a los diferentes centros de votación e impidieran que las fuerzas policiales cumplieran su cometido».

Carme Forcadell, expresidenta de la ANC, fue condenada en octubre de 2019 por delito de sedición. 11 años y 6 meses de prisión y 11 años y 6 meses de inhabilitación absoluta. No tuvo reparo en decir que «en un momento u otro se tendrá que romper la legalidad». Jordi Sánchez, expresidente de la ANC, fue condenado en octubre de 2019 por delito de sedición. 9 años de cárcel y 9 de inhabilitación absoluta. Era el pacífico del «no garantizamos la seguridad de los agentes» durante el asedio a la consejería de Economía.

2 presidentes, 2 delincuentes condenados por delitos gravísimos contra la seguridad, la convivencia y el patrimonio de todos los catalanes.

El panfleto pancatalanista ultrasubvencionado El Temps entrevista a Liz Castro (sisplau passi pel catalanitzador de cognoms), que fue comentarista de Dolça Catalunya y la candidata más votada para presidir la ANC cuando se fue la Forcadell en 2015, puesto que le robó Jordi Sánchez por imperativo de los partidos:

«La Asamblea somos una estructura muy pesada que hace muy difícil que pueda cumplir sus propósitos. Se cedió bastante en 2017 y ahora estamos en otro sitio, y quizás necesitamos otra herramienta. No está claro si la entidad se puede recuperar del desastre de 2017. Hay que limpiar y hacer una organización más ágil y más descentralizada».

I l’actual presidenta del xiringuito, Elisenda Paluzie Hernández (sisplau faci un cop d’Estat al catalanitzador de cognoms), deixa anar lo que ens demanem tots: «¿Dónde están ahora los CDR?».

¿Dónde está ahora la ANC, amics forcos?

Dolça i fracassada Catalunya…

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