La monja catalana es reconocida por la Iglesia católica y será beatificada.
Maria Llonc nació en Lérida en torno a 1460 con el nombre de Maria Riquença o Recasens. Al casarse adoptó el apellido de su marido, el valenciano Joan Francesc Llonc, a quien siguió a Nápoles en 1506 cuando éste fue nombrado por Fernando el Católico miembro del Consejo Real para el virreinato de Nápoles. Eran tiempos en los que los catalanes no nos mirábamos el ombligo ni íbamos dando numeritos explicando que somos víctimas de unos señores muy malos que viven más allá del río Ebro; sabíamos que somos españoles como un pino es un árbol.
Maria Longo, que era como la llamaban los napolitanos al italianizar su apellido, se quedó viuda en 1508. Gravemente enferma, una peregrinación al Santuario de Loreto, donde sanó de su enfermedad, le cambió la vida: allí decidió dedicar su vida a los enfermos. Ves tu per on, dedicar-se a la gent malalta quan podia haver obert una ambaxaideta catalana a Nàpols i viure «del cuento»!
El caso es que abrazó la vida religiosa, fundó la congregación de Clarisas Capuchinas y el Hospital de Incurables en Nápoles, donde acogía y cuidaba personalmente a enfermos rechazados en otros hospitales: sifilíticos, enfermos crónicos,… El hospital se convirtió en todo un modelo, con capacidad para 2.000 enfermos, que era visitado por médicos y estudiantes de toda Europa. Fue el lugar donde se practicó por primera vez la anestesia, hasta entonces inédita.
La reforma capuchina femenina impulsada por María Llonc se expandió por toda Italia, España, Francia hasta llegar al nuevo mundo, con fundaciones en Centro y Sudamérica. Esta rama hoy cuenta con casi 200 monasterios y una decena de hermanas reconocidas como santas o beatas.
Ahora le toca el turno a la fundadora: el Papa Francisco ha firmado el decreto que la reconoce como beata.
Un motiu d’alegria pels catalans, pels lleidatans i per tots aquells que valorem una vida entregada als altres i sabem que els catalans som capaços de fer grans coses quan ens treiem de sobre el nacionalisme victimista i autorreferencial i dediquem les nostres energies a coses més importants que l’ídol de lanació.
Dolça i exemplar Catalunya…
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La verdad es que esta mujer ha probado ser excepcional; y sus obras, también: 5 siglos de capuchinas y del Hospital son muchos siglos.
Y lo hizo precisamente en una época en que había muchos menos medios y la sociedad era una sociedad de hombres.
Sin duda el amor a Dios y al prójimo fueron su impulso y nuestro ejemplo.
GRACIAS POR RECORDAR LA HISTORIA
SIN CONOCER BIEN ESOS FUNDAMENTOS QUE HAN HAN DADO PERSONAS COMO MARÍA LLONC POCO EDIFICIO SÓLIDO SE PUEDE CONSTRUIR
MUCHAS GRACIAS SOIS FORMIDABLES