Se lo explican 2 vascos que saben lo que dicen.
El nacionalismo ha creado un lenguaje que delimita a su favor el terreno de juego. En Cataluña lo sabemos; ahora toca que se enteren en el resto de España. Dejen de decir “los catalanes” cuando hablan de “los nacionalistas catalanes”. Dejen de hablar de “encaje de Cataluña en España” cuando quieren decir “dar concesiones al nacionalismo”. No digan “blindar competencias en financiación, lengua y cultura”, sino “entregar más presupuesto al nacionalismo, prohibir el uso del castellano y erradicar la jurisdicción nacional en Cataluña”. No nos llamen “nació”, sino simplemente “Cataluña”. Dejen de asumir que estamos “maltratados” o que el el golpe de Estado es “un error de todos”, y llámenle “victimismo” y “acto ilegal”. No sigan hablando de “desafío soberanista”, y digan “golpe separatista”. Señores de Madrid: hablen como los dolços y dejen de hablar como los nacionalistas.
Por si les sirve de ayuda, vayan al cine el día 7 de noviembre a las 17:30 y escuchen esta magnífica conferencia de Manuel Montero y Santiago González sobre Nacionalismo y lenguaje a las 19:00 en Barcelona. Les cambiará el mundo.
Dolça i benparlada Catalunya…
Categories: Huid del nacionalismo
De acuerdo con lo que se dicen estos dos señores vascos que saben muy bien lo que dicen. De acuerdo en todo, menos en dos puntos: 1) El idioma de España ( y de los países hispanoamericanos) se llama correctamente español, como el de Francia se llama francés y no parisino, y en Italia se llama italiano y no toscano. Al decir castellano en la Constitución, ha puesto al idioma nacional al nivel de lengua regional, como el catalán o el valenciano, p.ej; lo mismo que al poner nacionalidades, ha dado un arma dialéctica al separatismo. En cuanto a la lengua, hay que seguir a la Real Academia Española y a su Diccionario de la Lengua Española; lo mismo que para las demás lenguas se debe seguir a sus respectivas academias.
-2) La perversión del lenguaje ha llevado al empleo de las palabras «nacionalismo» y «nacionalistas», cuando lo que existe realmente es separatismo y separatistas, que son los términos correctos, coherentes con la realidad que expresan. En el resto del mensaje, todos tenemos que estar de acuerdo.
Un atento y afectuoso saludo a los dos.
Julio RT
6 noviembre, 2015 • 17:23
poner como ejemplo la CONSTITUCION es la mayor aberracion , ya que entre los multiples errores de esa tan cacareada y ejemplar transicion, como podemos ver hoy dia(ironia on).esta precisamente el de llamar castellano y no español al idioma de españa.
que una nacion tenga como idioma el de una region , que un pais de la autodeterminacion a una de sus regiones , etc, mientras hay decenas o cientos que no lo hace , ¿porque siempre se le coge como ejemplo?..
Julio RT
6 noviembre, 2015 • 17:23
siento discrepar , lo que hoy hablamos no es castellano , es español , el castellano anterior a la union de los reyes catolicos hoy nos costaria bastante entenderlo , vamos , algo asi como lo que nos cuesta el catalan o gallego, el tronco del español es el castellano , por supuesto , ¿pero cuantas palabras se han incorporado despues de la union?, hay palabras catalanas como clavel o borde , etc, gallegas como sarpullido , chamizo , etc, etc, del vasco como chabola , o catarro , etc, etc, y del arabe unas cuantas tambien, la gramatica española fue regularizada por antonio de nebrija y no parece coherente que el nuevo idioma compuesto de palabras de toda la nacion se siga llamando castellano, aunque este sea el tronco.
no le hagamos el juego a los nazionanistas.
Quan diuen «Estat espanyol» i no pas «Espanya», dret a decidir, desconexió, etc, etc
Reblogueó esto en El Heraldo Montañés.
Pues ya hay un estudio muy importante sobre el nazismo y el lenguaje (como modificar la sociedad utilizando un lenguaje especial en el sentido requerido)
¿De dónde creen que los pujoles lo han sacado?
Reblogueó esto en Crónicas de Murchante City.
Creo que está claro que es un error llamar nacionalistas a los separatistas; eso es seguir su juego. Aunque ellos digan que son nacionalistas, no lo son, pues no defienden a la nación, que es España; lo que promueven es la segregación de una parte de España, que siempre ha sido una parte de la nación española, con una participación importante dentro de la Historia de España. Tampoco es adecuado llamar catalanistas a los separatistas, pues en Cataluña se puede ser a la vez catalanista y patriota español, como en Galicia ser galleguista y patriota español y en Castilla ser castellanista y patriota español. La perversión del lenguaje es un arma psicológica de la guerra subversiva. Tampoco es correcto confundir nación con lengua; se debe y puede hablar el español y la lengua regional, donde la haya, teniendo en cuenta que la lengua oficial tiene que ser siempre el español.Tampoco es correcto llamar al español castellano (el español puro que se habla en Castilla, el que hablaron Nebrija y Cervantes). En Francia existen tantas lenguas como en España, al menos, y en todo su territorio se usa oficialmente el francés, que se llama así y no parisino, aunque en su principio sólo se hablaba el región de París, la Isla de Francia. Muy buena la contestación de Octavio Paz a alguien que fue de Madrid a un congreso en México y dijo algo del castellano: «Mire Vd., en México hablamos el español, el castellano no lo sabemos pronunciar». Y finalmente una referencia negativa a eso tan ridículo como los traductores entre lenguas regionales y el español, que todos tenemos que saber.
También creo que el llamar al español «castellano» es otra aberración. El español es el idioma oficial en todo el territorio español, como el francés lo es en Francia o el Italiano en Italia. A nadie se le ocurriría llamar al francés «parisino» aunque deriva básicamente de esa variación o toscano al italiano por la misma razón. Y yo me pregunto ¿por qué lo hacemos en España?
Tienes toda la razón. Los separatistas siempre han tenido mucho interés en llamar a nuestro idioma común castellano y no español porque eso abona sus tesis: según su delirante razonar (que está basado en las teorías de Herder, un alemán del romanticismo quien identificaba «lengua» con «nación»), España (l’Estat espanyol, como ellos lo llaman) es un Estado formado por cuatro naciones: el País Vasco, Galicia (que los muy cursis llaman Galiza para dárselas de respetuosos con el gallego), los Países Catalanes y Castilla. Y que fue esta última, precisamente debido a que estaba integrada por gente rupestre y sanguinaria, la que en el pasado invadió y dominó a las otras tres.
Yo también me estoy cansando del término «castellano» en lugar de español. Es una concesión a los nacionalistas. De esta forma el castellano es ajeno al catalan, es el lenguaje impuesto de otra comunidad.
Cuando discuto con ellos, les digo que ya vale de hablar español, que podemos hablas en «mexicano o argentino».
En los países hispanoamericanos la palabra «castellano» ya casi no se usa, decir «español» está más generalizado.
Os estáis equivocando todos, la lengua en que están escritos vuestros comentarios y el mío se llama castellano, os guste o no. A ningún británico se le ocurriría decir que la lengua que hablan es el «gran británico» o el «reino unidense». Hablan inglés, la lengua que comenzaron a hablar las gentes del Reino de Inglaterra. Y este comentario está escrito en la lengua que empezaron a hablar las gentes del Reino de Castilla.
Reto a cualquiera a que encuentra en cualquiera de nuestros clásicos alguna referencia a que ellos hablaban español. Todos lo tenían muy clarito: castellano, la lengua de Castilla.
Que en Hispanoamérica llamen a la lengua que hablan español, sólo es una muestra de su desconocimiento. A ningún estadounidense, ni australiano, ni canadiense… se les ocurriría afirmar que hablan otra lengua que no sea el inglés.
Además, Constitución Española:
Art. 3.1- El CASTELLANO es la lengua oficial del Estado…
.2- Las demás lenguas ESPAÑOLAS serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas…
Jo#er, ya salió el erudito de pacotilla con aire de superioridad a reñirnos.
Para JulioRT: la primera referencia al idioma español lo encontramos en la «Estoria de España o Primera Cónica general», de Alfonso X el Sabio, hacia 1265. Sebastián de Covarrubias, autor del primer diccionario conocido de una lengua vulgar, lo llamó «Tesoro de la lengua española» en 1611, veintisiete años antes del inicio de la composición del «Dictionnaire de l’Académie Française», que empezó a escribirse en 1638; Gonzalo Correas tituló a su libro de gramática «Arte de la lengua española» (antes de 1631). Hay muchas razones para denominar «Español» a nuestro idioma, empezando por las múltiples contribuciones de otros idiomas de la península, como el vasco, el gallego y el catalán, que han contribuido a su formación lingüística y estructural. Por ejemplo, el español es el único idioma romance con cinco vocales, en contraposición al portugués, que tiene nueve; al rumano, que tiene siete; al catalán, que tiene ocho, o al francés, que tiene trece: esto es una influencia directa del vascuence. Y del Vascuence proviene también la pronunciación de la /f/ inicial de la palabra como [h] aspirada (compárese HORMIGA con FORMIGA (catalán), FURNICâ (rumano), FORMIGA (portugués), FOURMI (francés), etc.) Pero para no extendernos: la principal razón por la que es erróneo llamarle castellano al español es que no nació en castilla, sino en La Rioja, y más concretamente en una franja territorial que comprende partes de Cantabria, las Vascongadas y La Rioja, tal y como lo demuestra el estudio lingüístico de las «Glosas Emilianenses», el primer vestigio del Español escrito (en el año 977), por lo que en puridad tendría usted que llamar al español «cántabrovascuenceriojano».
Un saludo
Para el Maestro Ciruela, que no sabía escribir y puso escuela (Julio RT):
«español
3. adj. Perteneciente o relativo al español (‖ lengua). Léxico español.
4. m. Lengua romance que se habla en España, gran parte de América, Filipinas, Guinea Ecuatorial y otros lugares del mundo».
(Diccionario de la Real Academia Española).
http://dle.rae.es/?w=español&o=h
Pues nada, ahora despertarlos a ellos, ya sabéis, a Antonio de Nebrija, a Miguel de Cervantes, a Juan de la Cruz, a Teresa de Jesús, a Francisco de Quevedo y a los demás y explicarles que estaban equivocados y que la lengua que ellos hablaban y escribían no era el castellano si no el español, seguro que se vuelven a tumbar, perplejos, eso sí.
Ahora estoy leyendo «Historia verdadera de la conquista de la Nueva España» y aunque su autor no era un «plumillas» profesional también lo tenía claro, «lengua de Castilla» llama a la lengua en la que él escribe.
Julio RT, todos eso a los que nombras hablaban y se referían a su lengua con naturalidad, sin parase a pensar que quinientos años después vendría gente como usted a utilizarla políticamente. Pero querría que reflexionara sobre dos cuestiones: la primera, y como usted mismo dice, ni en Australia, ni en Estados Unidos, etc, se plantean llamar a su idioma de otra forma que no sea «Inglés», lo que es la mejor prueba de lo absurdo que es construir una nación o una seña de identidad a partir de una lengua, puesto que estos ejemplos que usted mismo pone lo desmienten. La segunda: ¿por qué no despierta usted a Séneca y le pregunta lo que piensa de la lengua catalana? O a Alfonso X el Sabio, que es más cercano cronológicamente hablando.
Junts per tot, confieso en que en su primer comentario ya me costó seguir su razonamiento pero con este último ya no entiendo nada; reconozco que mi perplejidad es absoluta. Tan absoluta como sería para los escritores que tan primorosamente escribían en una lengua que por lo visto no sabían cómo se llamaba. Tan absoluta como la perplejidad que sentiría el marqués de Villena, fundador de la Real Academia Española y cuyo propósito al fundarla era: «fijar las voces y vocablos de la LENGUA CASTELLANA en su mayor propiedad, elegancia y pureza», ya vemos, otro ignorante.
Llamar a una lengua como originalmente se llamaba es utilizarla políticamente… Lo repito de nuevo: no entiendo nada.
Certeras observaciones. Llevo mucho tiempo diciendo que las palabras «independencia» e «independentismo» son una manipulación interesada. En realidad, se trata de «secesión» y «secesionismo», o «separatismo».
Lamentablemente, los medios y el propio Gobierno han entrado en el juego utilizando esos términos tramposos. Esa era la primera batalla, la del lenguaje, que ganó por goleada el secesionismo. Si se hubiera hecho frente desde el primer momento a su manipulación del lenguaje, tal vez las cosas no habrían llegado tan lejos.
Afortunadamente, ahora vemos ya que los medios y el propio Gobierno van rechazando el lenguaje secesionista, aunque todavía me tiro de los pelos cada vez que veo a miembros del propio Gobierno utilizando la palabra «independencia».
Esto sí debería estudiarse en el colegio.
Esto de la manipulación del lenguaje es vergonzoso…lo peor no son los separatistas de España, de Europa y casi del mundo…ya que sus deseos son volver al medievo …exactamente igual que lo que dicen que quieren los yahaidistas…tan amigos de algunos como » el sis ales» Ángel Colom i Colom…sino los que dicen que NO son «separatistas de todos y de todos menos de ellos»…como los pijospogres del PSOE…Iniciativa…los podemitas y sus marcas… Tooodooos los que dicen que son de izdas. Y los los llamó que son » los de reparto y reparto me llevó la mejor parte»
Pq estos q dicen q son de izdas. Cuando llegan al poder se transforman al poco tiempo en » millonarios» miremos el «Gran Wyoming»
Los Víctor Manuel, las Ganas Belén…y si hablamos de políticos…ya ni los nombró…
Por cierto lean el artículo de Ángel Puerta en Crónica Global…habla de los peculiares «separatistas de todo y de todos menos » ellos»»
Cines Melies, Villarroel 102.. Aquí es esta interesante conferencia.
La conferencia tiene lugar entre la proyeccion de dos películas.Es sumamente aconsejable acudir con tiempo para conseguir asiento a la proyección de la primera de ellas ya que la entrada es GRATUITA y el aforo no es como el del CampNou.
Facha = cualquiera que no piense en el «modo nacionalista».
Los niños son como esponjas lo aprenden todo, no pasa nada con que el español este prohibido en las aulas = los niños son como esponjas…pero que aprendan solo en lo que yo (nacionalista) digo.
Voces vascas. Diccionario de uso:
Resulta característica del País Vasco la proliferación de expresiones y términos que tienen un sentido propio, distinto del uso común. Tales palabras están cargadas de connotaciones a veces más importantes que su significado inmediato. Expresan ideas, pero también actitudes, posiciones doctrinales y posturas vitales, que con frecuencia cuentan más que aquéllas.
Este libro describe ese lenguaje peculiar, en el que abundan metáforas, elipsis, eufemismos, frases hechas y tabúes. Su origen suele ser político y, entre otras funciones, sirve para dar y negar legitimidades, deconstruir la realidad y proyectar futuros, que primero se levantan sobre la lengua. Es un habla dinámica.
Los giros cambian de sentido y con los años aparecen expresiones nuevas, que se integran de pronto en los dichos cotidianos. La hegemonía la tiene la lengua nacionalista, con expresiones tradicionales y novedosas que transportan al habla general sus nociones ideológicas. Por lo común las nuevas expresiones y sentidos proceden del nacionalismo radical, cuya presión sobre la sociedad vasca tiene su correlato en la difusión de sus conceptos, en un proceso en el que se dirime la hegemonía social.
Así, al analizar las singularidades del habla vasca Voces vascas. Diccionario de uso proporciona también una visión de las tensiones políticas y de los avatares ideológicos. Lo hace a veces desde la ironía, en un tratamiento humorístico compatible con el rigor analítico. Se recogen 365 expresiones singulares, que constituyen una guía para aproximarse al País Vasco gestado desde la transición a la actualidad.
Del libro de Santiago González:
«El nacionalismo vasco ha construido uno de los mitos más arraigados de cuantos se han puesto en pie en el siglo XX, sólo comparable, quizá, a la revolución cubana. Detrás se adivina el uso del lenguaje al que se refiere Lewis Carroll en su Alicia a través del espejo: «Cuando yo empleo una palabra –insistió Humpty Dumpty en tono desdeñoso– significa lo que yo quiero que signifique… ¡ni más ni menos!».
Palabra de vasco no es el libro de un lingüista. Su autor es un periodista que ha recogido a lo largo de años declaraciones, expresiones y artículos del nacionalismo gobernante en Euskadi. El País Vasco a la hora del Plan Ibarretxe es una representación, en la que se dan cita géneros diversos, desde la comedia a la tragedia , del auto sacramental al esperpento. Este libro trata de abordar, desde una perspectiva irónica, generalmente bien humorada, las claves del problema vasco, lo que los nacionalistas llaman el conflicto, con un empleo exagerado de la antonomasia»
!me suena a la Catalunya actual!
Ya era hora que se empezara a hablar sobre tan importante tema. La asunción del lenguaje nacionalista por parte de aquellos que consciente o inconscientemente compadrean con el nacionalismo con ignorancia buenista es, de facto, sumisión pura y dura al nacional-separatismo.
Santiago González siempre ha hablado claro, no sólo del nacionalismo si no de todo lo que acontece en nuestro país. Para quien no lo sepa, escribe a diario un «blog» en El Mundo, que a mi personalmente me gusta mucho.
Exactamente, exactamente. Muy bien precisado todo.
¡ recomendable !.
Por ejemplo, hablna de «derecho a decidir» porque comprobaron que «derecho de autodeterminación» solo se podía aplicar a colonias (dicho por la ONU). Y sostener que Cataluña era una colonia era difícil incluso para ellos, que controlan los medios de comunicación a su antojo (los públicos y los privados a golpe de subvención).
El lenguaje lo han establecido los nacionalistas, al menos que sepamos como lo han hecho y como nos engañan.
Clarísimo. Y esta táctica está dirigida a incidir en el subconsciente de la gente. Es la táctica que también se usa en las escuelas públicas envenenando a los niños ante la indolencia de la sociedad en general: ciudadanía, políticos, periódistas e informadores de toda laya.
Reblogueó esto en Ramrock's Blog.