Pues claro que la monarquía sirve de algo.

A nosotros nos gusta. Es parte de nuestro país, sólo tenemos una y tiene una misión clara.

 escudo España

La tradición política de Occidente dice lo que todos sabemos: que el bien común se consigue mejor en el equilibrio de lo plural y lo diverso, en un régimen mixto que mezcle lo bueno de lo uno (monarquía), lo bueno de los pocos (aristocracia) y lo bueno de los muchos (democracia). Otros creen que es mejor el régimen que concentra el poder sólo en el rey, el pueblo, el Estado, el partido o la clase. Pero eso es una pérdida de pluralidad que no beneficia a la sociedad.

Todos los sistemas políticos son corruptibles, ninguno es infalible. El régimen mixto es la armonía de monarquía, aristocracia y democracia, cuyo mutuo límite garantiza la libertad y permite disfrutar de los elementos de verdad y justicia que poseen estas formas políticas. La sociedad así constituida suele gozar de moderación y estabilidad. La monarquía preserva el principio de unidad, une a la nación y se refuerza si además constituye un referente moral. Los más capaces para la función de gobierno aseguran el beneficio público. La democracia permite que todos participen del poder, que cualquiera pueda ser elegido y todos puedan elegir con libertad.

España no es país de monarquía, oligarquía o democracia populista. La forma política característica de España es el régimen mixto con forma monárquica. Su concreción ha ido variando con los siglos. Hoy tenemos una monarquía constitucional que podría funcionar como un régimen mixto. Pero en España y particularmente en Cataluña el gobierno representativo se ha ido convirtiendo en la práctica en un gobierno oligárquico de facciones y partidos. No nos han gobernado los mejores, sino los mediocres y aprovechados. La pasión exclusiva por el bienestar nos ha dado medios de vida, pero muchas veces nos ha quitado las razones para vivir, ha vulgarizado la vida popular, ha puesto el interés individual como única meta y ha transformado a muchos políticos en funcionarios corruptos. Y el rey se ha convertido a veces en algo decorativo, que en demasiadas ocasiones se ha apartado del pueblo y de la responsabilidad del servicio.

Cataluña corona

Las instituciones son imprescindibles porque dan estabilidad en tiempos de crisis e incertidumbre. En estos momentos hay que recordar que la monarquía es una institución que está por encima de los individuos que la representan. No obstante, hoy sólo se aman las instituciones a través de las personas; por ello es necesario que el rey sea un ejemplo moral amable. Hace falta que el rey quiera ser rey, y huya de comportamientos que banalizan la institución. Debe saber que encarna nuestro patrimonio y el principio de unidad; si procura la unidad de su familia y de toda la nación favorecerá la credibilidad de la institución. No piense en su conservación sino en la conservación del bien común español, pues como decía nuestro Balmes: «¡Ay del pueblo gobernado por un poder que ha de pensar en la conservación propia!».

Y una reflexión desde Cataluña: la abdicación no puede ser parte de una operación para conceder al nacionalismo más dinero y el blindaje de la imposición de su doctrina sobre todos los catalanes. Debe ser una manera de comunicar a toda España que desde las fuentes se puede renovar el agua social constantemente. Quizás sea tiempo de listas abiertas, distinción de poderes, verdadera educación para la felicidad común y alejamiento estatal de las áreas que corresponden a la iniciativa social.

Una buena manera de comunicar a los del «farem un nou país» que no hace falta. Ya tenemos a España.

bastoncillo



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22 comentarios

  1. Me ha encantando el nivel de los comentarios. Y me gustaría saber quién ha escrito el artículo. Yo me he hecho monárquico por la poca consideración que he tenido de los políticos contemporáneos, y me gustaría que Felipe VI fuera un gran rey español, en defensa y representación de España y de los Españoles. Y a nuestros enemigos CAÑA. ¡No se merecen otra cosa!

  2. Para Endika: Dice Ud. que los nacionalistas «han utilizado deslealmente al Estado para tratar de llegar a sus objetivos independentistas». Pues bien, ya puestos y hablando de deslealtades, le aconsejo eche un vistazo a los discursos de Juan Carlos de Borbón y Borbón pronunciados ante las Cortes Españolas tanto el día de su proclamación como sucesor de Franco y futuro rey (23 de Julio de 1969, en presencia del propio Franco), como el día de su proclamación como rey de España (22 de Noviembre de 1975). Es muy fácil encontrar dichos discursos en Youtube.
    En el primero de los casos, Juan Carlos promete lealtad eterna al Caudillo y se proclama heredero de la «legitimidad emanada del 18 de Julio» (sí, sí, tal como suena). Ayer, 45 años después, en su mensaje de abdicación Juan Carlos nos recordaba que su legitimidad emanaba de la figura de su padre (¿en qué quedamos, Sr. monarca?) En el segundo caso (toma de posesión como rey), elogia ampliamente al recién fallecido Jefe del Estado provocando los encendidos aplausos, entre otros, del mismísimo Augusto Pinochet, presente como invitado en dicho acto. Previamente a los discursos, y en ambos casos, Juan Carlos jura solemnemente ante el crucifijo y sobre los Santos Evangelios cumplir y hacer cumplir los «Principios Fundamentales del Movimiento».
    Tras repasar ambos discursos y juramentos de nuestro monarca recién abdicado, y hablando de deslealtades, se concluye fácilmente que los nacionalistas catalanes son meros aprendices comparados con el Borbón. Y algunos de ellos ni tan siquiera eso, pues siempre han proclamado claramente sus intenciones y anhelos independentistas (caso de E.R.C., por ejemplo), lo cual -al margen de discrepancias ideológicas- es siempre mucho más respetable, a mi juicio, que los solemnes juramentos incumplidos.

    • Estimado F:Llopis. ¡Por fin un republicano que viene leído y no es un puro apriorismo! En otro ya le he contestado, pero no me acuerdo en cuál. Mi abuelo materno debió ser perjuro dos veces: juró la monarquía de Alfonso XIII y por tanto la Constitución canovista al aprobar sus oposiciones a Hacienda justo el año anterior a la Segunda República y luego volvió a jurar lealtad etc. a la Constitución republicana. Y para rematar la hazaña, tras un proceso de depuración que le supuso una baja de categoría (era funcionario de Hacienda), tuvo que jurar lealtad al régimen de Franco. No, estimado Llopis. Perjuro es el que jura e incumple lo jurado. No es perjuro el que al cambiar la Ley tiene que jurar la nueva. En los contratos está siempre presente el «rebus sic stantibus», o sea las cosas permanecen como se dice, salvo que las cosas cambien. Por tanto ni mi abuelo perjuró ni Juan Carlos tampoco. Simplemente juraron la nueva Ley, entre otras cosas porque para ser libres, hay que ser esclavos de la Ley, como decía Cicerón (Legum servi sumus ut liberi esse possimus). Saludos cordiales.

    • Llopis.
      O sea que los secesionistas son desleales. Claro ¡porque lo han aprendido de un Borbón !. Bueno, por lo menos reconoce que lo son
      No obstante en 1704 los políticos catalanes, traicionaron el juramento de lealtad que hizo el pueblo catalán a su Rey Felipe V e iniciaron una guerra civil entre hermanos, por lo visto quieren repetirlo , 300 años después.
      ¿Se podría suponer que los ingleses les dijeran «Roma no larga traidores» ?.

  3. NO pensamos todos igual!! cuidado! Yo soy Español y Catalan. Pero soy Anti Monarquico! esa gente vive muy bien , con nuestro dinero y la monarquia SOBRA!!!!!!!!!!!!

    • Tampoco yo soy monárquico, ni republicano. Me da igual quien sea el jefe del estado mientras lo haga bien, sea útil para el pueblo, no sea un chorizo y esté constitucionalmente respaldado. ¿Un rey? Porqué no. ¿Un presidente de la república? Porqué no. En cualquier caso, con el lamentable y pernicioso espectáculo partitocrático que vienen dando los políticos desde hace decenios, no me parece mal tener un jefe del estado apartidista, preparado para su función desde joven, y eso sí, al que se le exijan responsabilidades y controles democráticos. ¿Por qué no?
      Con nuestro dinero vive muy bien mucha gente y sobre todo muchos políticos. No te aburriré con una lista de gente de todos los partidos y organizaciones que no cabría aquí y que conoces igual que yo. El problema en España no es monarquía o república, es la cantidad de chorizos, mangantes e incompetentes que nos han gobernado y nos gobiernan.
      Una sociedad democráticamente débil es presa fácil de aquellos que quieren destruirla para imponer su dictadura. Sólo el pueblo puede salvarla. Despierta, Contacta y Movilízate (DECOMO). Te estamos esperando.

    • La función que realiza la monarquía , también se realiza en todos los países , tanto si son Monarquías parlamentarias como si son Repúblicas, EN TODAS. En el caso de las monarquías parlamentarias , países escandinavos,Japon etc. . ., aúnan modernidad con tradición . Hay que respetar todas las ideas.
      Recordad a Machado cuando escribía «la segunda inocencia que da el no creer en nada». Por lo menos es lo que me parece respecto a aquellos que no creen en las monarquías constitucionales y parlamentarias.

  4. visca el Principat de Catalunya!! Visca les Espanyes!!

  5. Creo que comoRey de España, ( o de las Españas , como se decía hace siglos) su interés debía ser el promocionar todas las culturas españolas, porque no hace falta intervención especial alguna para proteger la castellana(los institutos ? Cervantes existentes en todo el mundo bastan para cuidarla internacionalmente .
    Lo que será el futuro no lo se, pero espero y deseo que sea el que decidamos todos los españoles. La función del Jefe (Presidente etc.) de Estado, esta diferenciada, en todas las democracias, de la del Jefe de Gobierno. En USA la función de representación la realiza el Vicepresidente, por lo que se pueden comparar costes.
    Sólo sería posible la desintegración de España , si los responsables de mantenerla unida , hacen dejacion de su deber y responsabilidad.
    Y aunque me repita, apoyó la monarquía parlamentaria , por reunir dos factores que pocos Estados tienen, MODERNIDAD y TRADICIÓN , y si el Estado español evoluciona espero y deseo que sea dentro del estricto
    cumplimiento de La Constitución, como corresponde a todo Estado de Derecho.
    Y sin querer molestar y respetando otras opiniones :
    VIVA LA MONARQUÍA PARLAMENTARIA ESPAÑOLA

  6. De los casi 200 países que hay en el mundo, 27 son una monarquía de todo tipo (constitucional, absoluta, etc.), es decir, un 13%. Según el Indice de Calidad de Vida creado por Economist Intelligence Unit (que se puede consultar aquí:http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%8Dndice_de_calidad_de_vida)
    entre los 20 países con mayor calidad de vida, 10 son monarquías (constitucionales todas ellas), es decir, el 50% y hay que tener en cuenta que el índice no incluye los pequeños estados europeos (Andorra, Mónaco y Liechtenstein) que, de aparecer en la lista, lo harían en los primeros puestos.

    Conclusión: tienes más posibilidades de que tus ciudadanos tengan mayor calidad de vida si eres una monarquía constitucional.

  7. Sólo se puede pedir la República desde el desempleo y/o la ignorancia, no conocen la historia, ni a aquellos que achacan su situación a lo demás. Pues no, cualquier otro modelo político no aportará solución alguna a nuestros problemas. Sólo nosotros, con nuestro esfuerzo y trabajó lo arreglaremos . NO SON LOS SISTEMAS SOMOS LAS PERSONAS.
    Y nuestra Monarquía Parlamentaria , es tan buena o mejor que la de los países escandinavos, Inglaterra, Japón. Unen perfectamente modernidad y tradición (sus raíces).

    • Completamente deacuerdo. Tampoco una republica sería más barata. El palacio real pasaría a llamarse palacio de la republica, la guardia real; guardia republicana,…En los aspectos más criticados de la monarquía seguirán igual con una republica. Además de que con Felipe, tendremos al jefe de estado mejor preparado del mundo, y quieren sustituirlo por un político de, a buen seguro, baja formación.

  8. No soy monárquico por familia. Simplemente señalo que los países más estables que además son democracias, en muchos casos son monarquías. Tal vez sea necesaria una figura, que siempre será un ser humano, que suponga un símbolo, que de continuidad a la Sociedad y cierta altura de miras. Yo pasé el 23-F y sé lo que ocurrió, aunque resulta curioso que desde figuras del Opus Dei hasta supuestos izquierdistas ahora digan que el rey lo sabía todo, lo organizó todo y lo controló todo. Pero teníamos como amigos (porque muchos han fallecido) a altos mandos militares. Sabían que algo se preparaba, como algunos sabían que algo se cocía antes del 17 de julio de 1936 -la fecha es correcta, 17-, otros barruntaban lo de Pearl Harbour, otros los del 11-S. Pasa que cuando ocurren los hechos, todo el mundo se apunta al «ya lo sabía o debería saber todo lo que ocurriría», y eso se llama falacia del historiador. Si no ocurre, pues nadie se acuerda. Y no me importa que alguien se moleste. Ni me gustan los republicanos a machamartillo ni me gusta la banderita, que la veo horrorosa. Y seguro que la gente no sabe que ese violeta se puso por el supuesto color de la bandera castellana, que nunca fue malva o violeta, siempre fue roja, más o menos carmesí, pero roja, como puede verse en la Catedral de Sevilla donde se conserva del pendón de la conquista de Fernando III con sus cuarteles de León (blanco y león en púrpura) y Castilla (rojo con castillo en oro); a ver sí el rey Fernando no sabía cuales eran los colores de una bandera creada por su abuelo Alfonso VIII el de Las Navas o El Noble. Y aquel violeta se puso como símbolo de centralismo alrededor de Castilla. Con lo que los que desean una República federal, es que no saben nada de nada. Los de la Primera República, que por cultura estaban a años luz de muchos de los de la Segunda, no cambiaron los colores, limitándose a cambiar la corona real por la mural. Claro que comparar a Pi y Margall con los líderes anarquistas, por poner un ejemplo, es comparar el Amazonas con un riachuelo.

    • Buenas tardes Sr. JJGD:

      Tiene toda la razón sobre la bandera tricolor republicana. El «violeta» o «morado» fue elegido en 1931 por pura ignorancia y precipitación. Los inventores, naturalmente ajenos a cualquier estudio heráldico, recurrieron al «tono» de algunos pendones antiguos que son violáceos por decoloración.

      Para aquellos que les interese este tema añadiré, espero sin resultar pedante, que el decreto de 1931 imponía la bandera tricolor española de la República y justificaba los colores rojo y amarillo por representar a los territorios de la antigua Corona de Aragón y el morado por representar a los territorios de la antigua Corona de Castilla. En este último caso un disparate por varios motivos

      A nadie de los que hicieron la bandera se le ocurrió :

      1º El color del pendón de Castilla siempre fue «carmesí», es decir rojo.

      2º Ese color «carmesí» procedía del color «púrpura» que identificaba a la realeza. La púrpura era una tintura que, dependiendo de la zona de producción, ofrecía tonos entre rojo y malva.

      3º Que esa tradición, sin contar antecedentes remotos en Oriente Medio, remonta a los símbolos del poder de época romana, cuando el color «púrpura» distinguía tanto a los miembros de la Casa Imperial, como a todo miembro o funcionario del aparato administrativo del Estado romano. De ahí las capas y túnicas rojas de los soldados romanos. Ese color estaba proscrito para particulares.

      4º Que hay serios indicios de que el color «púrpura» obtenido en el Extremo Occidente del Mediterráneo, del molusco «Purpura Haemastoma» era precisamente «púrpura de color rojo carmesí».

      En realidad el color púrpura, con todos sus tonos, y desde la más remota antigüedad es el símbolo de la monarquía y no de la república. La monarquía leonesa y castellana adoptaron la púrpura, en su tono carmesí, porque reivindicaban la herencia de la monarquía visigoda de Spania, que a su vez era legítima heredera del poder imperial romano en la Dioecesis Hispaniarum (es decir en las Españas) tras el «foedus» celebrado en 418 entre el Emperador romano de Occidente Honorio y el rey visigodo Walia. Si bien la monarquía visigoda fue electiva, progresivamente fueron afianzándose tendencias dinásticas, que a la postre acabaron siendo representadas en las familias entrelazadas de Wamba y Witiza.

      Todos los reyes españoles, incluso los actuales, serían legítimos descendientes de la realeza visigoda a través del Duque Pedro de Cantabria hijo del rey Ervigio. Pedro a su vez fue padre de Alfonso I, yerno y heredero al trono asturiano del rey Pelayo. Si bien los únicos datos al respecto son relatos y tradiciones orales recogidos en las crónicas medievales.

      A muchos todo esto no les dirá nada, pero la historia permite comprender la trascendencia de las instituciones y de las tradiciones políticas que nos han configurado y justificado dentro de la enriquecedora diversidad nacional española desde hace siglos.

      Un saludo afectuoso.

    • Magnífico Noé, muy bien explicado. El color púrpura es un color violáceo. Pero en heráldica hasta el siglo XIV ello no se aceptó, por lo que debemos dudar si púrpura no es también una tonalidad de rojo al que hemos ido cambiando el color porque los significados de las palabras también varían con el tiempo.

      Morado y carmesí son tonos del rojo, más o menos oscuro. ¿De donde procede ese tono violeta, que no morado, ya que morado es el color de las moras, de las frutas, o sea otro rojo oscuro? Hay dos versiones. La más comúnmente aceptada es que el duque de Olivares creó a sus expensas un tercio al que puso un uniforme color morado (o sea rojo oscuro) y que luego con el tiempo fue el Regimiento Inmemorial del Rey. Parece que los uniformes se degradaban con el sol e iban adquiriendo un tono cada vez, mas azulado, tendiendo al violáceo o púrpura. Pero hay otra explicación que a mi me suena más lógica. El color rojo era el color de Castilla, cosa ya sabida, siendo azul el color antiguo de Francia, y blanco el de los Borbones. Se habla que cuando Farinelli cantaba en el Manzanares a Felipe V con sus problemas de depresión, las conocidas falúas reales llevaban el «color morado» que era el de la casa real. Se confundía morado con violeta. Es posible que ese violeta oscuro, sea la mezcla del rojo castellano con el azul francés, que daría precisamente ese color violeta. Lo que no hay en la abundante pictografía de los siglos XVI y XVII, con los Austrias, el menor atisbo de banderas violetas, y tampoco la usaron los Comuneros, Padilla, Bravo y Maldonado, a los que se confunde con una sociedad semisecreta de rito masónico, la Sociedad de los Caballeros Comuneros, de que adoptó el violeta púrpura. Además el color violeta es un color «menor» frente al rojo. En la Iglesia católica, los obispos van de púrpura o violáceo, los cardenales, de rojo. Y rojo es el color de luto de los Papas. Parece claro que el púrpura es un color que ha sufrido variaciones en que se quería decir y expresar con esa palabra. Seguramente en comienzo era un rojo que fue virando a violado por razones que se nos escapan, pero que se fijó así en Heráldica en la fecha antes dicha. Lo que muestra la confusión del término. Fin: Modernamente llamamos púrpura a un color violáceo que lo más probable es que fuera rojo. Saludos cordiales.

    • Noé: También, se me olvidó decirlo, ahora llamamos morado a un tono violáceo, mezcla de azul y rojo. Etimológicamente viene de las moras oscuras, casi negras. Tuve una morera en mi casa y si se aplastaban daban un rojo casi negro de puro oscuro. Del porqué de rojo oscuro casi negro se pasa a violáceo para mí es un misterio que espero alguien me aclare. Llevo años queriéndolo saber.

    • Apreciado JJGD:
      Le respondo aquí tanto a este post, como a su respuesta a mi post anterior publicada a las 21´10.
      Así, y en primer lugar, yo también deseo felicitarle a Ud. por su erudición. Cuanto dice sobre el color morado de la bandera de la Segunda Répública es absolutamente cierto. En realidad, el decreto por el que se aprueba dicha franja morada comete un grueso error histórico. Textualmente el decreto habla de que se debería de incorporar dicho color en reconocimiento a los colores de Castilla (pues el rojo y el amarillo se asociaban en exclusiva con los colores de las antiguas coronas periféricas de Aragón y Navarra). Es decir, dicho decreto es más bien recentralizador, al menos desde el punto de vista heráldico. Pero la cuestión es que jamás, y menos aún -como algunos aducen erróneamente- por parte de los Comuneros del S.XVI, en Castilla se usó pendón morado alguno, sino siempre rojo con castillo amarrillo (o blanco con león rojo para el caso del antiguo Reyno de León), como Ud. muy bien indica. Ciertamente, siempre me ha intrigado el origen de esa falsa leyenda sobre el color morado de Castilla que aún hoy en día algunos grupos, especialmente de la izquierda radical castellana, siguen utilizando.
      Absolutamente de acuerdo estoy también en torno a su afirmación acerca a las grandes diferencias intelectuales habidas entre quienes sostuvieron la Primera y la Segunda República. Obviamente, la bandera roja y gualda es tan republlicana o más que la tricolor, pues fue adoptada por el gobierno de la Primera República con el mero cambio de escudo que Ud. describe, cosa que hoy mucha gente desconoce.
      Finalmente, y en esto es en lo único en que cordialmente discreparía con Ud., creo que los casos de su abuelo y del rey Juan Carlos no son comparables por cuanto haría a la posible comisión de un acto de perjurio. Su abuelo, por lo que Ud. describe, era un simple -en el mejor sentido del término- funcionario del Estado que, como tantos otros, tuvo que someterse a las diversas leyes que desde dicho Estado se iban dictando, cambiantes en función del régimen o gobierno de turno. Es obvio que su abuelo no cometió perjurio alguno. El rey Juan Carlos, sin embargo, no era ni es un simple funcionario. Antes al contrario, fue él mismo quien propició y sancionó con su propia firma todas y cada una de las leyes que vendrían a sustituir a las leyes que previamente había jurado cumplir y hacer cumplir. Creo, sinceramente, que la diferencia es bastante sustancial entre ambos casos.
      Atentamente, le deseo lo mejor.

  9. Concuerdo con la mayoría de los comentarios anteriormente expuestos. Respeto, obviamente, la línea editorial de esta publicación digital, pues cada uno en su casa hace y dice lo que quiere (e incluso censura lo que le parece), pero me doy cuenta de que, obviamente, dicha línea no tiene nada que ver (salvo por su oposición al separatismo catalán) con mi modo de pensar. Lo peor, dicho -insisto- con todo respeto, es que parece que los de Dolça Catalunya no os habéis dado aún cuenta de que ha sido la monarquía (junto a los diversos gobiernos de la Nación, fueran del PSOE o del PP) quien ha abierto las puertas, de par en par, al nacionalismo catalán durante estos últimos 39 años. En tal sentido, creo que la imagen de Miquel Roca i Junyent como abogado defensor de la imputada Cristina de Borbón vale más que mil palabras. Los de la «casta nostra» se protegen, lógicamente, entre sí.
    Fíjense en lo que les digo: Veo posible una desintegración completa de la nación española, pero tal vez no de la monarquía borbónica. !Mucho ojito!, el modelo canadiense o australiano de países completamente independientes pero con la Soberana de Inglaterra como Jefa de Estado gusta mucho en ciertos ámbitos nacionalistas. Y, por lo que parece, al Rey Felipe VI y a la Reina Leticia tampoco les desagradaría mucho la idea, con tal de asegurar que algún día llegue a reinar (no importa dónde) una tal Reina Leonor.
    La palabra república no me da ningún miedo. Por contra, el dejar dicha concepto para uso exclusivo de quienes no creen en la Nación española (izquierda radical, elementos separatistas) me produce escalofríos. Yo no pienso ponérselo tan fácil a dichos sectores (otros, al apostar por algo tan anacrónico como la monarquía, creo que se lo estáis poniendo en bandeja). Es mi modesta opinión, sin querer herir a nadie.
    !Viva la República Nacional Española!

    • Efectivamente el Rey Juan Carlos abrió las puertas al nacionalismo, como abrió las puertas al comunismo, pero de ello no se le puede inculpar. Estuvo bien hecho. ¿Cómo estaríamos ahora si no se hubiese «abierto las puertas» a los nacionalistas o a los comunistas?. ¿Podríamos hablar de democracia?. Quien ha fallado no ha sido el Rey Juan Carlos sino los nacionalistas que han utilizado deslealmente al Estado para tratar de llegar a sus objetivos independentistas. Mal que le pese a los nacionalistas la Historia de España ha sido respetuosa con las peculiaridades de cada región. Siempre digo los mismo: que se comparen con Francia ( el País Vasco francés y la Cataluña francesa).

    • Estimado F.Llopis: No olvide Ud. que según la Constitución el rey está obligado a sancionar las leyes con su firma, y no puede oponerse a ello. Carece del derecho de veto que tiene por ejemplo el Presidente de EEUU sobre resoluciones del Congreso (con la excepción de materias fiscales). Incluso como se ha escrito, sí así lo prescribiera las Cortes, tendría que firmar su propia renuncia. Es que falta cultura constitucional. Así cuando se habla de la inviolabilidad de la persona del rey no significa que D. Juan Carlos de Borbón y Borbón (persona física) pueda cometer un asesinato y no ser juzgado por ello. Significa que, como rey, no puede cometer delitos o faltas políticas o administrativas porque para la firma de cualquier norma legal, el rey ratifica (como si fuera un notario) lo que un político (presidente de las Cortes, presidente del Gobierno, etc.) previamente han firmado. La Justicia la hacen los tribunales en nombre del rey. Todos debemos de tener claro que una sentencia injusta no lo será por culpa del monarca, sino del magistrado sentenciador. Y siento discrepara en lo del perjurio. Simplemente no lo hay. Y es curioso que ese argumento lo he escuchado tanto en lo que podríamos llamar extrema derecha como en la extrema izquierda. Lo que muestran es su absoluto inmovilismo jurídico. Fue Cánovas el que defendió que los cambios deberían ser de la Ley a la Ley, y no se movió de esa postura. Pero el pronunciamiento militar de Martínez Campos condujo a una situación nueva: la desaparición de los restos de la Primera República y la llegada, por aclamación, de un por otro lado excelente rey, Alfonso XII. Debemos lamentar la prematura muerte de María de las Mercedes que afectó mucho a D. Alfonso y también la tuberculosis de Alfonso que también falleció muy joven. El sobrenombre de «El Pacificador» está muy bien puesto. Por último yo tampoco veo esa desintegración de la nación española; por las buenas o por las malas eso no va a ocurrir. En cuanto a la anacronía de lo monárquico, más anacrónico me parece Corea del Norte, que no se si es república hereditaria, monarquía autárquica sin corona o que engendro es. Y prefiero parecerme a Suecia que a China. Por otro lado, el tema de la «elección» del monarca es un disparate. Ni italianos ni alemanes eligen al presidente de la República, lo eligen las Cámaras respectivas. Si ocurre eso en repúblicas presidencialistas, tipo Francia o USA. Con lo que la máxima autoridad del Estado, aquel que debe representar a todos sin distinción de ideología, no deja de ser el representante de un partido concreto. Y no quiero olvidar de decirle que ni Alcalá Zamora ni Azaña fueron elegidos por el pueblo español. En 1931, en diciembre, Alcalá fue elegido por los diputados directamente. Y en mayo de 1936, Azaña en votación de la Asamblea de diputados y compromisarios en el Palacio de Cristal del Retiro madrileño, ya que no cabían en las Cortes (eran más de 900). Coincido con Ud. en que un cambio de monarquía a república no debiera provocar la alteración de los colores de la bandera. Bien lo entendió la Primera República. Tampoco del himno, ya que es la antigua marcha de granaderos, y como tiene la fortuna de no tener letra, pues al menos no hay que cantar auténticos disparates, mucha sangre que se demanda en otros y victorias casi de ciencia ficción. Me resulta tierno que el himno de los Países Bajos indique que «al rey de España siempre le fui fiel», recordando a Guillermo de Orange. Eso si que es un ejemplo de ucronía en todos los sentidos. Acabo, antes de ayer, fueron a la Puerta del Sol «decenas de miles» de republicanos (que logran acabar con la teoría de la impenetrabilidad de los cuerpos para entrar en la Plaza); ayer no pasaban de 500 personas. En cuanto a Podemos e IU, tendrán como aliados grupos de extrema derecha que están por la misma labor de hacer extravagantes denuncias contra el rey. Claro que otros pensamos que les pueden caer a su vez una lluvia de querellas contra ambas formaciones. Pero la sangre no llegará al río. Los mismos que les han apoyado en las tertulias ya empiezan a recular. Saludos cordiales.

  10. Amén.Para monarquía,esta.Si después de verlo,no sienten como mínimo,envidia cochina,y como máximo indignación expliquemenlo que igual soy algo corta : https://www.youtube.com/embed/dTGU6bL50QE?rel=0&autoplay=1

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