En el corazón del nacionalismo: cómo Jordi Pujol manipula a Renan.

Adulteran hasta a sus ideólogos de cabecera. 

pujol estelada2

«Au, poseu la cubana inventada, que aquí ens ho inventem tot»

Herder pensaba que la nación era una división natural de la humanidad, cuyas características raciales y lingüísticas debían preservarse puras e inviolables. Renan rechazaba este planteamiento: para él, la existencia de la nación no venía definida por la lengua, la raza o la religión, sino por la voluntad de la gente.

Hace unas semanas, Jordi Pujol se confesaba discípulo de Herder y de Renan«Doctrinalmente el nacionalismo catalán ha incorporado siempre estos dos componentes: el sustrato lingüístico, cultural, de valores, y la voluntad». Puro estilo pujolesco: ni lo uno ni lo otro, sino todo a la vez, aunque sea contradictorio.

Esta vez el objetivo de Pujol es justificar ideológicamente su invento del «dret a decidir». De ahí que subraye la expresión del famoso discurso de Renan: la nación es «un plebiscito cotidiano». Esto permite a Pujol reclamar «la voluntad, el plebiscito, la consulta (…) el voto popular».

Elie Kedourie, el gran estudioso del nacionalismo, veía las consecuencias de aceptar plenamente este principio: «una comunidad política que lleva a cabo diariamente plebiscitos, pronto ha de ser presa de una quejumbrosa anarquía u obediencia hipnótica». Y parece que Renan también intuyó algo parecido. Por eso añadió un párrafo a su discurso, que Pujol esconde con descaro. Un párrafo que pone en duda las aspiraciones separatistas, recordando que el principio de la voluntad no es absoluto:

«La secesión -me dirán- y, a la larga, el desmenuzamiento de las naciones, son la consecuencia de un sistema que pone a estos viejos organismos a merced de voluntades poco esclarecidas. Está claro que en semejante materia ningún principio debe ser llevado al extremo. Las verdades de este orden sólo son aplicables en su conjunto y de una manera muy general. Las voluntades humanas cambian».

No es ésta la única manipulación que Pujol hace del discruso de Renan. El francés sostiene que España es una nación; Pujol no lo menciona. Y Renan dice algo que Pujol escamotea sin vergüenza, porque destruye el célebre axioma de que «el català és l’ADN de Catalunya»: cuando se exagera la importancia de la lengua,

«uno se encierra en una cultura determinada, tenida por nacional; se limita, se empareda. Se abandona el gran aire que se respira en el vasto campo de la humanidad para encerrarse en conventículos de compatriotas. Nada más malo para el espíritu; nada más nefasto para la civilización».

¿Cuándo dejará el nacionalismo las mentiras y las medias verdades? ¿Cuándo nos dejará a los catalanes respirar el aire puro de la diversidad, la fraternidad hispana y el mundo real?.

dolca2



Categories: En el Butifarrèndum, Huid del nacionalismo, Pensando bien, Pujol & family

Tags: , , , , , , , , ,

1 comentario

  1. Els nacionalistes menteixen fins i tot quan diuen la veritat, perque una veritat construïda sobre uns fonaments de mentides, en lloc de lluir, reste en entredit.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

INFORMACIÓN BÁSICA SOBRE PROTECCIÓN DE DATOS:

  • Responsable: Dolça Catalunya
  • Finalidad: Gestión de suscripciones al blog y moderación de comentarios y el envío de boletines de noticias.
  • Legitimación: Consentimiento del interesado
  • Destinatarios: Los datos se comunicarán a Cloudflare Inc. (mejora rendimiento web; acogido a los acuerdos EU-U.S. Privacy Shield). No se comunicarán otros datos a terceros, salvo por una obligación legal.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos, como se explica en la información adicional.
  • Información adicional: Puede consultar la información detallada sobre la protección de datos en política de privacidad.