Un historiador més amic de la veritat que de la ideologia.
Ha mort als 100 anys el historiador Luis Suárez, uno de los grandes historiadores vivos de España.
Catedrático de las Universidades de Valladolid (1955-1973) y Autónoma de Madrid (1973-1989), profesor emérito de Historia Medieval, director de la Escuela de Historia y Arqueología del C.S.I.C. en Roma, doctor Honoris causa por la Universidad de Lisboa, correspondiente de la Academia de Buenas Letras de Barcelona, académico de mérito de la Academia de la Historia de Portugal, Gran Cruz de Isabel la Católica, Gran Cruz del Mérito Civil, Gran Cruz del Mérito Militar, Encomienda de la Orden de Don Enrique o Navigador, Premio Nacional de Historia 2001. Ningú no sabia més d’Isabel la Catòlica, l’època d’en Franco, el poble jueu o la història medieval d’Espanya.
Hemos dicho que el profesor Suárez era membre de la Reial Acadèmia de Bones Lletres de Barcelona. Allí lo introdujeron los historiadores Jaime Vicens Vives y Ferran Soldevila. A Dolça Catalunya vam celebrar els seus 100 anys el passat juliol.
Tenía claro lo que es España: «la creadora de ese patrimonio que es un equivalente del de Roma y al que llamamos hispanidad. (…) España ofreció a Europa una alternativa en que los derechos naturales humanos, la capacidad racional para el conocimiento y el libre albedrío constituían los ejes sustanciales».
A sus 92 años el profesor Suárez -en vez de hacer autoparodia ideológica como Jordi Pujol- publicó un libro memorable: Lo que España le debe a Cataluña (732-1516). Ell també volia fer lo seu per derrotar les mentides del prusés. En su preludio se lee esto:
«Hace ahora quinientos años, un día 22 de enero de 1516, cuando apenas faltaban unas horas para su muerte (…) Fernando II, a quien el Papa titulara de Rey Católico, estampaba su firma al pie de un testamento que ponía fin a la independencia de la que llamamos Corona de Aragón. (…)
Habían pasado ochocientos años desde aquel revés que el islam asestara a la Hispania romana (…) Pero en algunos rincones (…) se organizaron para la resistencia reductos donde el cristianismo y el Derecho romano se invocaban como fuentes. Y fue precisamente en los Pirineos en donde volvió a emplearse en lengua vulgar el término ‘Spanya’. El primer calificativo de Cataluña sería ese: para los monarcas franceses aquel pequeño territorio al otro lado de los montes no era otra cosa que una marca hispánica, es decir, un bastión militar en donde se invocaba como fundamental la ‘lex romana visigothorum’ que más tarde los príncipes preferirían calificar de ‘Usatges’ (…)
En la larga secuela que conduce a la Monarquía del siglo XV (…) los cronistas insisten en decir que Cataluña es la mejor tierra dentro de la nación española. Y la comparan ventajosamente a las demás».
Abans ja ens havia recordat com Catalunya tampoc no s’enten sense la resta d’Espanya. Com ara Montserrat, el Sinaí català:
“Probablemente fue en Valladolid en donde el humanismo, aplicado a la religión, alcanzó su más decisiva dimensión. Un abad benedictino, García Jiménez de Cisneros (…) viajó a Roma para conseguir de Alejandro VI autorización y respaldo a esas tesis. (…) Al retorno, desembarcando en Barcelona, halló una carta del rey Fernando que era un ruego, casi una orden. Montserrat, hasta entonces anulado por ser una renta del cardenal Giuliano della Rovere, luego papa Julio II, había sido rescatado por el monarca, que solicitaba ahora que una comunidad se instalara en aquella cumbre santa (…) Y Cisneros lo hizo”. (Luis Suárez: En los orígenes de España, 2011, p.386).
Ara el professor Suárez -que además es una persona buena- ja sap la història de les coses des de l’essència de Déu. Fue un sabio, pero solo quería ser un cristiano sencillo.
Descanse en paz, admirado profesor. Toda nuestra admiración y agradecimiento por su obra, que ha formado muchos hogares dolços. Cuídenos desde el cielo.
Dolça i festiva Catalunya…
Categories: Historia
Pues era un gran historiador. Especialista en la época de los Reyes Católicos y también en la figura de Franco.
Pues, sinceramente, yo nunca oí hablar de este señor. O bien, soy un inculto.
Parece ser que los «indepes» sí lo conocían:
https://directe.larepublica.cat/noticia/571819/la-vanguardia-dona-veu-a-un-franquista-que-nega-que-franco-fos-un-dictador
Habrá que ser medievalista para vivir alrededor de los 100 años de edad.
Martín de Riquer (1914-2013).
Rita Lejeune (1906-2009).
Siempre había oído hablar de Martín de Riquer (1914-2013), pero no de Luis Suárez (1924-2024).
Pues era un gran historiador. Especialista en la época de los Reyes Católicos y también en la figura de Franco.
No; no es que seas un inculto (aunque es posible).
Las personas que han oído hablar de este señor son los historiadores especialistas en la España medieval, sus alumnos y los interesados en historia medieval que habían leído su libro de divulgación.
Esta noticia es importante porque nos recuerda que hay estudiosos que tienen una opinión sobre el tema, dar a conocer una obra sería que combate la ideología oficial ( «lo que España le debe a Cataluña» ), que hay que comprar y leer para asegurarse uno que está en lo correcto y para dar argumentos históricos en la lucha contra los independentistas… Y también que estos amigos de Cataluña mueren, como cualquier hijo de vecino, y seguramente no tendrá continuación de su misma calidad, cortesía del sistema universitario creado por Felipe González para enchufar a los suyos y que ni.Aznar, ni Rajoy quisieron reparar, con el consiguiente hundimiento de la Industria del Conocimiento nacional.Y
Referente a la calidad profesional de este intelectual yo me fijaría en las condecoraciones de países extranjeros, que son más difíciles de lograr con enchufes. Aquí son los homenajes de Portugal.