De «No serem independents» a «yo no sabía hablar catalán». Últimes confessions del Molt Corruptible.

El passat dia 29 el Jordi Pujol, ideòleg de la Nacionalistada, autor del Programa 2000 de nacionalistització de Catalunya, evasor fiscal, impulsor del prusés, padre de la corrupción catalana y responsable de la quiebra social, espiritual, cultural, económica y reputacional de Cataluña, se montó un autohomenaje en Castelltersol, la vila natal del fundador de la superstició ideològica nacionalista.

El delincuente convicto Josep Rull, ahora presidentet del parlamentet y presente en el aplec a través de un vídeo, le llamó «el padre de Lanació catalana».

También homenajeó al kapo lazi Artur Mas, otro delincuente condenado, junto a multitud de convergentes, el partido también condenado por corrupción y desaparecido vergonzantemente durante el prusés. El astut Mas confesó su idolatría por el kapo: «Pujol ho era tot en aquest país».

Pujol se hizo el tonto: «creía que era un homenaje a Prat de la Riba, y resulta que es a mí». Sorprendió el trato de abuelo cebolleta que le dipensó la vieja guardia de CiU, aunque Pujol -olvidadizo, desorganizado y repetitivo- ayudó haciendo una parodia de sí mismo.

El hombre que se declaró separatista y activó el prusés (¿recuerda la conferencia de 2011 «residuals o independents» con que inauguró la fase separatista del nacionalismo?) confesó -o balbució, que la edad no perdona- el gran timo:

«[De joven] le dije a mi amigo Pere Figuera: ‘no seremos independientes’ (…) esto ahora casi no se puede decir, ahora se puede decir un poco más porque ahora se ha visto en estos últimos tiempos que esto de laindependència es muy difícil (…) Maciá sabía que no [habría independència] (…) de hecho sabemos que no seremos [independientes], al menos ahora, y de aquí 10-15 años no podemos pensar más. Además en una situación que se nos hace más difícil (…) Prat de la Riba también sabía que no seríamos independentistas (sic)».

O sea, que tots sabien que lo de laindependència era un cuento, pero tomaron impunemente el pelo a decenas de miles de catalanes. ¿Y nadie les pide cuentas? ¿Y lo homenajean y aplauden como un héroe? No hi ha cap nacionalista amb decència i dignitat?

Pujol da una orden final: seguir con el pujolismo:

«Convergència no hi és, habría valido la pena mantenerlo. (…) Eso se podía salvar, pero todos se atolondraron, ya lo entiendo. Yo me retiro, va, fuera, y me repudiáis, pero vosotros tenéis que seguir. (…) Primera cosa: salvar el partido, no será Convergència, será otro, pero debe responder a aquel espíritu y a esa mentalidad (…) Yo arrastro el nombre que duele, no es el de Pujol» 

Es tracta de seguir remenant les cireres, i sobretot d’immortalitzar la seva herència. Eso es todo. Ni un mea culpa, ni una disculpa por sus corruptelas familiares y partidistas, ni un diagnóstico de su acción de gobierno, ni un lamento por provocar la mayor fuga de empresas de la historia catalana, ni un balance de la culminación de su legado con el golpe de estado prusesista. Todo ha sido maravilloso.

Curiosamente Pujol confesó su relación con la lengua catalana bajo Franco:

«En los primeros años del año 39-40-41 (…) yo en la escuela hablaba 3 lenguas: castellano, catalán y alemán. Y el francés, porque en esa época sí que yo fui muy productivo. (…) En esa época estábamos mejor que ahora en cierta manera, porque estaba Franco pero no había la inmigración que hay ahora (…) Yo no sabía hablar catalán, yo sabía hablar en castellano y alemán«.

Pues resulta que Franco le fue bien a Pujol. Qué curioso, oi?

Qué gran tomadura de pelo esto del nacionalismo, y quina patètica vergonya el blanquejament del Gran Tartufo.

Dolça i degenerada Catalunya…

Categories: LlenguaLibre, Pujol & family

Tags: Jordi Pujol