Un maestro dolço.
El catedràtic Luis Suárez Fernández és membre de la Reial Acadèmia de Bones Lletres de Barcelona. Allí lo introdujeron los historiadores Jaime Vicens Vives y Ferran Soldevila. Suárez -que también es miembro de la Real Academia de Historia y tiene el Premio Nacional de Historia- se convertiría en uno de los mejores medievalistas españoles. Es experto en los Reyes Católicos, en el pueblo judío, en Franco, temes que pocs coneixen com ell i segurament ningú hi ha aprofundit tant.
Tiene claro lo que es España: «la creadora de ese patrimonio que es un equivalente del de Roma y al que llamamos hispanidad. (…) España ofreció a Europa una alternativa en que los derechos naturales humanos, la capacidad racional para el conocimiento y el libre albedrío constituían los ejes sustanciales».
A sus 92 años el profesor Suárez publicó un libro memorable: Lo que España le debe a Cataluña (732-1516). Ell també volia fer lo seu per derrotar les mentides del prusés. En su preludio se lee esto:
«Hace ahora quinientos años, un día 22 de enero de 1516, cuando apenas faltaban unas horas para su muerte (…) Fernando II, a quien el Papa titulara de Rey Católico, estampaba su firma al pie de un testamento que ponía fin a la independencia de la que llamamos Corona de Aragón. (…)
Habían pasado ochocientos años desde aquel revés que el islam asestara a la Hispania romana (…) Pero en algunos rincones (…) se organizaron para la resistencia reductos donde el cristianismo y el Derecho romano se invocaban como fuentes. Y fue precisamente en los Pirineos en donde volvió a emplearse en lengua vulgar el término ‘Spanya’. El primer calificativo de Cataluña sería ese: para los monarcas franceses aquel pequeño territorio al otro lado de los montes no era otra cosa que una marca hispánica, es decir, un bastión militar en donde se invocaba como fundamental la ‘lex romana visigothorum’ que más tarde los príncipes preferirían calificar de ‘Usatges’ (…)
En la larga secuela que conduce a la Monarquía del siglo XV (…) los cronistas insisten en decir que Cataluña es la mejor tierra dentro de la nación española. Y la comparan ventajosamente a las demás».
Abans ja ens havia recordat com Catalunya tampoc no s’enten sense la resta d’Espanya. Com ara Montserrat, el Sinaí català:
“Probablemente fue en Valladolid en donde el humanismo, aplicado a la religión, alcanzó su más decisiva dimensión. Un abad benedictino, García Jiménez de Cisneros (…) viajó a Roma para conseguir de Alejandro VI autorización y respaldo a esas tesis. (…) Al retorno, desembarcando en Barcelona, halló una carta del rey Fernando que era un ruego, casi una orden. Montserrat, hasta entonces anulado por ser una renta del cardenal Giuliano della Rovere, luego papa Julio II, había sido rescatado por el monarca, que solicitaba ahora que una comunidad se instalara en aquella cumbre santa (…) Y Cisneros lo hizo”. (Luis Suárez: En los orígenes de España, 2011, p.386).
Ara el professor Suárez -que además es una persona buena- ha fet 100 anys.
Felicidades, admirado profesor. Le enviamos un fuerte abrazo y toda nuestra admiración por su obra, que ha formado muchos hogares dolços. Que cumpla ud. muchos más.
Dolça i festiva Catalunya…
Categories: Historia
Felicidades, Profesor Suárez, y gracias por una vida dedicada a la verdad.
Asturiano de Gijón de pro. Orgulloso español. Como historiador es de una erudición impecable. Sus libros son junto con los de Ricardo de la Cierva, oro puro. Hay que leerlos y conservarlos para que las futuras generaciones sobrevivan a la mugre de mentiras con que nos atiza e inunda la izquierda hispanófoba.
Mucha salud y fuerzas para el maestro Luís Suárez Fernández. Con mi admiración y respeto.
¡A por los 200, maestro! ¡Un «dolço» como un templo!
Un hombre muy formado, es un ilustre caballero.
Muchísimas felicidades a este sabio universal.
Don Luís, ¡un abrazo! Muchas felicidades, y ojo con la «memoria democrática» que igusl lo enchironan.