Vino con su Falcon y con algo raro en la nariz.
Un político era alguien que entregaba su vida al bien común de los españoles. Se le exigía honradez, crédito, solvencia, claridad moral, transparencia, altura de miras y gestión a largo plazo; que pensara en el presente y sobre todo en el futuro; que se atreviera a tomar decisiones difíciles hoy pero necesarias mañana. Su meta no era permanecer en el poder, sino procurar el bien para los más.
No podía ser un ladrón, un mentiroso, un codicioso ni un inútil. Algo de soberbia se le toleraba, pero se esperaba que supiera que era un ser tan finito e insignificante como cualquier hijo de vecino.
Ja fa anys que això no és així. Governs, governets, escons i cadires solo reciben calor de culiladrones, retambutroleros y panderoarribistas. El Sistema ha expulsado a los mejores y se nos ha llenado de petimetres.
La gent ho sap, Pedro. El domingo estabas en la mani como pasarás a la historia, como te ve la gente: como mentiroso, soberbio, avaricioso y felón. «Todo por el Falcon»: mentir, perjurar, timar, engañar, estafar, cohonestar … Parece que cada vez más pueblo te ve así.
Aguanta mientras puedas, enséñanos cómo eres de verdad. La historia lo agradecerá. En Falcon llegaste y te echaremos en cohete. Eres materia de cabezudo y más pronto que tarde saldrás volando. Y lo sabes.
Dolça i encertada Catalunya…
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Cada vez que lo pienso me asaltan las dudas de que no sé si es que «los políticos son el fiel reflejo de los ciudadanos» o es al revés. En España, las dos versiones son verdad.
Ya no en cualquier otro país, aquí mismo un tiparraco como el que tenemos de presidente no lo hubiera sido hace 25 años, pues entonces teníamos calados a los mentirosos y a los trileros.
La degeneración salta a la vista.
FELÓN
felón es un felón, sólo leo los dulces ya sólo qué artículos más acertados, son LA VERDAD, y PUNTO.
Pinocho? Hihueuta !!!