Seguramente no todas, pero muchas están en la basura.
El prusés, la última etapa del Programa 2000 de nacionalistización que Jordi Pujol diseñó en los 80 y formalizó en 1990, debía acabar con un golpe de Estado que proclamara la reichpubliqueta de Catadisney. Así fue, pero quedó en nada porque el día 8 de octubre los catalanes desbordaron Barcelona para detenerlo; el ejemplo de la Guardia Civil y la Policía Nacional, la movilización espontánea de los jóvenes de Artós y Somatemps, y la llamada televisiva del Rey hicieron lo que el Gobierno nacional del PP y la oposición nacional del PSOE no quisieron hacer.
Un dels fenòmens llazis del prusés va ser la proliferació de la cubana, símbol d’odi inventat a imatge de la senyera de Cuba per un fanàtic que firmava «Visca la Independència de Catalunya i Mori Espanya (VICIME)».
Pero ya no hay apenascubanas en los balcones; la mayoría permanecen en los mástiles oficiales de los ayuntamientos ultras, pagats pels veïns que no poden fer-hi res davant la xuleria dels seus politiquenyos i xiringuitos llepaires. On han marxat la resta? A l’armari de roba vella. O directamente a la basura, como comprobamos en las calles cada vez más sucias de Barcelona. Al menos ya no ensucian la convivencia.
Dolça i netejada Catalunya…
Categories: Huid del nacionalismo
Es evidente que cada vez se ven menos cubanas colgando de ningún balcón o ventana, que eso debe formar parte del decaimiento que cada vez se va percibiendo con mayor solemnidad, de la intención separratista que durante un tiempo parecía que se había hecho dueña de todo el sentir catalán. Es por pura inercia que lo que es inexistente, anti palpable, anti lógico, como es pretender establecer una separación de Cataluña con España, caiga por su propio peso porque es algo que no se puede agarrar a ninguna coexistencia razonable. Si a esto añadimos la gestión de histriones de las mayores payasadas que vienen ejerciendo los líderes del hipotético separratimo, ya tenemos el prisma razonable que nos explica porque cada vez se ven menos cubanas colgadas por ningún lado.