Ningú no s’ho esperava, i la plaça Catalunya es va omplir de senyeres de tots.
Antes de 2011 no pasaba. Ahora ya sí: el corazón de Barcelona se llena de senyeres de tots, famílies, jovent, música i goig. El paseo de Gracia cerrado desde Diagonal, familias de paseo soleado con sus hijos, mucha gente joven y ambiente tranquilo. Lo que empezó en 2012 Manel Parra se ha consolidado: abans la festa nacional no es celebrava als carrers de Catalunya, pero el prusés ha dado fruto y lo ha cambiado todo.
3 catalanes sencillos que hicieron historia
Apenas 1 mes antes el nacionalismo había activado la movilización callejera de la fase separatista denominada prusés, planeada y desatada por Jordi Pujol en 2011. Pusieron todos los medios del Règim a pleno gas y lanzaron su manifestación “Catalunya, nou estat d’Europa”. Según la Generalitat fueron 2 millones de personas; la Guardia Urbana del lazi Trías habló de 1,5 millones; hasta la Delegación del Gobierno se tragó 600.000 donde no había más de medio millón de catalanes que -víctimas de los desaprensivos jerarcas lazis- abrazaban una ideología que les exculpaba de la crisis económica y prometía llevarles a Catadisney.
L’Espanya oficial es va empassar les xifres oficials i es va quedar bocabadada. «Un suflé», decían. «Lo bajaremos como siempre: cediéndoles cositas».
Pero muchos catalanes supieron lo que pasaba y lo que había que hacer. 3 d’ells van decidir fer-ho mentre a Moncloa fumaven puros.
Sin medios. Sin televisiones. Sin nada. Manel, Ángel, Carlos. De Lérida, Barcelona y Gerona. Se conocieron por Facebook. En 2 semanas montaron la (hasta entonces) mayor manifestación del 12-O de la historia de Cataluña desde 1978. Fue increíble. Se llamaron D’Espanya i Catalans, inspirándose en una coplilla de Verdaguer. Eso sí se hizo de abajo arriba, pura sociedad civil, puro catalán de la calle.
El primer cartel
Enhorabuena, amigos. Vosotros nos disteis voz. Vosotros lo empezasteis. Reuniéndoos en bares, trabajando sin descanso. Sois unos cracks. Hicisteis historia. Gracias a vosotros pasó, 5 años después, el 8-O. Pasó lo imposible. Después la vida da muchas vueltas y no sabemos dónde estáis ahora. No us heu fet rics ni famosos. Però no importa i no us importa. Lo que importava era la convivència, Catalunya i Espanya. Vau fer història. Aquí puede ver las fotos de ese histórico día.
Nos veremos hoy de nuevo a las 10:30 en el monumento a Colón (Barcelona), y a las 11:30 en Paseo de Gracia con Provenza. Después bajaremos a Plaza Cataluña para disfrutar de las carpas. Juntos, con todos, como siempre.
Gracias, amigos. ¡TODOS AL 12-O!
Categories: Mejor juntos
«Un suflé», decían. «Lo bajaremos como siempre: cediéndoles cositas».
Los movimientos de masas, que además están todos organizados (no son nunca espontáneos, aunque parezca otra cosa) tienen siempre una vida igual:
nacen, se desarrollan, llegan a un punto máximo, se deshacen y mueren.
También murió la Revolución francesa.
Como la manipulación implica mantener una excitación general, esto no solo es imposible mantenerlo todo el tiempo; es que siempre esa excitación tiene que ir a más, precisamente para no pararse y desvanecerse. Pero en toda sociedad hay un límite para esto. Salvo en una guerra y mientras dure ésta.
Es decir, es un «suflé».
Los movimientos de masas se caracterizan porque no cabe en ellos la razón ni la lógica. Están animados por el sentimiento.
La única manera de que desaparezcan (y no siempre, porque el individuo tiene recursos naturales contra las disonancias cognitivas) no es por tanto razonando, que no sirve más que para nada. Es demostrar con hechos que sus fantasías no funcionan.
Por ejemplo, con la huida masiva de empresas.
Por ejemplo con el cierre de TV3 y la condena de Jordi Pujol e Hijos + recuperar la pasta robada.
Por ejemplo, el cierre de Gallina Blanca y Grifols.
Eso es lo que hubiera bajado el «suflé» automáticamente y sin esfuerzo.
Cuando se ceden «cositas» (los miles de millones que cada año el Gobierno de Rajoy da a los independentistas + refrendar los bonos basura de la Generalitat), por ejemplo, no sólo no ayuda a bajar el suflé: lo continúa en el tiempo.
la razón es obvia: los independentistas (cuyo modo de vida privilegiado depende precisamente de ser independentistas) dicen
«nos tienen miedo», les tenemos en la palma de la mano», «no bajar la presión», «tenemos futuro»…etc
Mantener la ilusión de que la independencia de Cataluña es posible, por lo menos a corto o medio plazo, es un suicidio económico y social sin marcha atrás. Rajoy es tan responsable de ello como Pujol y Junqueras.
La democracia y la autonomía NO eran para esto.
Hoy día doce de octubre con toda seguridad miles de catalanes con las banderas de todos, se darán cita en las calles de Barcelona para seguir reclamando lo que nos pertenece, que es sin lugar a dudas seguir formando parte del conjunto y de la historia de España, que es la patria común de todos los catalanes. Porque aquí no se trata de hacer comparativas, si es mejor o peor España, o si sería o no una Cataluña independiente una solución interesante. Aquí se trata de saber cual es el signo de identidad que nos caracteriza, como nos ha caracterizado siempre a los catalanes. Ya sabemos que España está muy mal, que está gobernada por un irritable socialismo que cada vez que se hace con el poder, hunde a la nación española en los peores abismos de las crisis económicas más salvajes que se pueden apreciar, pero eso no es óbice para considerar si es interesante separarse, menos en una Cataluña que si en algo está fallando desde que mandan los separratistas, es precisamente en su también hundimiento económico y en todos los aspectos tanto sociales, como políticos e incluso históricos. Por tanto los catalanes tenemos muy claro donde está nuestro sitio en la actualidad y en la historia, y si España está mal, está claro que la línea principal debe estar en arreglarla, arreglarla precisamente porque es una parte nuestra que necesita hoy mas que nunca de nuestro apoyo, apoyo para salir adelante, para ser la nación alegre y de progreso que siempre fue, apoyo para ser nuestra casa como tiene que ser.