La tristor de veure com els millors també hi cauen a la trampa nacionalista.

A Mª Elvira Roca Barea li devem molt. El seu llibre del 2017, Imperiofobia y Leyenda Negra, és ja un clàssic dolço que destrueix la llegenda negra. Su Fracasología es otra joya para entender el desprecio borbónico por la historia de España bajo los Austrias. I els seus articles de premsa també són per memoritzar. La dra. Roca aporta vàries troballes:

• Presenta el nacionalismo como consecuencia de la leyenda negra: «En Cataluña hay una gran parte de la población que vive en el exilio interior y el nacionalismo lleva más de 40 años inventándose la Historia (…) La hispanofobia forma parte indisoluble de una buena parte de los nacionalismos europeos».
• Señala a las élites intelectuales como responsables: «A España le ha pasado una cosa muy rara con sus élites intelectuales. A partir del siglo XVIII, esas élites asumieron todos los tópicos de la Leyenda Negra. Y eso se ha repetido generación tras generación. Se nota viendo la televisión (…) No tenemos motivos (…) «.
• Critica a personajes como Pérez Reverte y su «obediente repetición de los más manidos tópicos de la leyenda negra». Recordemos que Pérez se negó a luchar por los catalanes libres de nacionalismo, porque «El abandono que ha habido en España de la memoria, de la historia, ha dado lugar a que lo que ha ocurrido en Cataluña. Creo que esa guerra está perdida. En dos o tres generaciones, Cataluña será muy diferente, y no para bien, porque ellos tienen algo en qué creer».
• Explica cómo manipulan la opinión pública: «El sistema usado una y otra vez para conducir a la opinión pública consiste básicamente en apropiarse del mundo de la cultura por medio de subvenciones, premios, cargos y otras sinecuras, y controlar los principales medios de comunicación. Es un procedimiento diseñado por Lenin que Willi Münzenberg llevó a la perfección y resulta de una eficacia arrolladora».
• Distingue nacionalismo de patriotismo: «El nacionalismo suele servir de trampolín a un grupo que por medio de él consigue riqueza y engrandecimiento social, mientras que el patriotismo no reporta beneficios, sino más bien disgustos y esfuerzo. El uno es victimista por naturaleza y fabrica enemigos, el otro se muestra en sus sacrificios. Aunque suele ir el lobo disfrazado de cordero, estos tres rasgos suelen ser suficientes para diferenciarlos: el enemigo creado, la posesión y el provecho. El nacionalismo es una enfermedad que, como las tercianas, reaparece una y otra vez en Europa. A ella le debe la mayor parte de sus desgracias». 
• Entiende el mecanismo del nacionalismo, gane o pierda: «La dinámica del nacionalismo es perversa: o gana, e impone su criterio, eliminando la disidencia, o pierde, y entonces convierte la perdida en ganancia, es decir, en agravio y excusa para la confrontación: perder para ganar».
• Sabe que los catalanes estamos solos frente al poder nacionalista, y que la democracia española no funciona bien: «En Cataluña la resistencia al totalitarismo secesionista hace tiempo que sabe que lucha sola, sin el apoyo del Estado o con un apoyo meramente simbólico (…) conozco a muchos y admiro profundamente la lucha silenciosa y silenciada que libran cada día. (…) La dejación que el Estado ha hecho de sus funciones es clamorosa, tanto los Gobiernos de un signo como de otro. Resulta inverosímil que miles de personas hayan tenido que exiliarse sin que esto parezca sorprender a nadie. (…) nuestra democracia (…)  no está consolidada en absoluto ni lo estará hasta que no seamos capaces de garantizar el derecho a la discrepancia sin peligro y la igualdad entre todos los españoles. (…) Esta inoperancia de nuestras clases rectoras, ya instaladas sin cuestionamiento en el cantonalismo, le va a costar a los españoles no solo dinero sino un despliegue extraordinario de energía porque tendrán que hacer aquello que sus políticos no están haciendo, esto es, defender el ordenamiento constitucional». 

Doncs no es pot ser més clar. Roca Barea insistió en 2019 en el célebre artículo De Pujol a las Termópilas, en que no se rendía al nacionalismo:

«No sé cuánto tiempo tardarán nuestras poleis en organizarse para hacer frente con éxito al pujolismo feudal y reaccionario que avanza por todas las regiones con distintos nombres, pero lo haremos, aunque solo sea por esos 300 que resisten en Cataluña. Ahora y siempre«.

Pues ya no, señores. Doña Elvira publicó su rendición al nacionalismo y el abandono de los catalanes libres este fin de semana:

«Hay que hacer un referéndum constitucional y organizado, no la patochada del 1-O (…) sobre la soberanía nacional tenemos derecho a decidir todos, y a lo mejor un territorio al final no se quiere ir pero los demás sí queremos que se vaya. Yo votaría a favor de que Cataluña se fuera. Ha hecho mucho daño y estaríamos muchísimo mejor sin estos territorios que se han enriquecido por la vía del chantaje descarado (…) ya nos organizaríamos. Si logramos amputar el problema y echamos a andar, España tiene un montón de posibilidades internas. No tengo ninguna duda duda de que nos iba a ir muchísimo mejor. ¿Cuántas regiones se empobrecieron hasta la extenuación para hacer ricos a esos territorios llamados históricos, y han levantado cabeza con un esfuerzo colosal?».

Doña Elvira ya no cree lo que escribió y lo que defendió. Se ha rendido. Sus últimas declaraciones contradicen su obra anterior. Ya no hay que plantar cara a la Leyenda Negra. Ja no cal enfrontar el nacionalisme. Les elits intel.lectuals (n’Elvira ja n’és part) tenen raó. Pérez Reverte té raó i cal acceptar que la guerra amb el nacionalisme està perduda. La manipulació de l’opinió pública ha guanyat. El llop nacionalista ha guanyat, el patriotisme ha perdut. El nacionalisme guanya encara que perdi. Cal abandonar els catalans lliures de nacionalisme: que es fotin. Y la épica de «los 300» que nos vendió en 2019 era comedia de periódico.

Pío Moa ho veu així: «Leo que Elvira Roca  ha salido con la monserga de que sería mejor que Cataluña se separase. Parece haberse extendido mucho la sandez de muchos intelectuales y políticos “patriotas” que hacen el caldo gordo a los separatismos, y que les parece una nimiedad destruir la nación (…). Les importa un bledo rendir el país ante una masa de loquillos separatistas  (…) Su pensamiento político-histórico, de pura pandereta,  se resume en “que nos dejen en paz y se vayan de una vez”».

Nosaltres no serem pas tan durs. Rellegirem els meravellosos llibres de la professora Roca Barea editats fins avui. Sus incongruencias y negaciones posteriores no nos interesan: se las hemos visto antes a cotarelos, comines, maragalles, vestrynges, fragas, rajoyes, gonzáleces, sáncheces, pérezrevertes y demás tontútiles inconsútiles del país. Esperemos que se dé cuenta y se duela pronto de sus contradictorias paridas del fin de semana, que embarran su obra.

Los 300 resisten ahora también frente a Roca Barea, que arremete por la espalda. Y seguirán resistiendo mientras les quede amor a la libertad, a la convivencia y a España.

Dolça i traïda Catalunya…

Categories: Tontútiles inconsútiles

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