Volemacollir plantes. El circ de gil-i-poies no dóna més de sí.
Solo nos importa el título: «El campamento de plantas refugiadas». A la persona que se le ha ocurrido esta parida le parece que hay plantas «perseguidas» y las ha metido en un jardín «donde crecen especies originarias de otros países naturalizadas en el delta del Llobregat». Desconocemos si el Motxo cuenta como planta exiliada.
Y lo mejor viene ahora: el jardincito forma parte de una exposición que «invita a imaginar una comunidad donde los humanos no ocupan una posición jerárquica, hegemónica y violenta hacia las demás especies». A los llepasubvens que se han inventado esta chorrada (cal viure d’alguna cosa) parece que les molaría vivir en el planeta de los simios, votar a una zarza como presidenta de la Generalitat, o sustituir a Trapero por un chihuahua. Ya puestos, podrían casarse con un ficus, comer piedras y leer las obras completas del dramaturgo Pinus Sylvestris.
¿Cuánto cobráis, Vicky Benítez y Christian Alonso, por vegetar de nuestro dinero?
Dolça i agil-i-poiada Catalunya…
Categories: Llepasubvens
Y yo me pregunto:
¿Por qué las plantas tienen derecho a ser refugiadas (y seguro que también a ser refugiados y refugiades) y los ciudadanos no podemos refugiarnos en algún sitio de estas askerosas babosas hambrientas de políticos (políticas y politiques) que nos hacen la vida imposible?
¿Es que las plantas tienen derechos humanos y nosotros no?
El agresor de la abuela de 95 años de Figueras es subsahariano
https://www.youtube.com/watch?v=8HKIVk0hnW4
El agresor de la abuela de 95 años de Figueres es subsahariano
Borràs llama al orden a un dipu-tado de VOX por decirlo
https://sociedad.e-noticies.es/el-agresor-de-la-abuela-de-95-anos-de-figueres-es-subsahariano-139490.html#sectionComments
A la vista de tanta idiotez, uno hno sabe ya si reir o llorar, aunque lo mejor es echarse a reir a carcajada limpia, pues no es más que otra payasada más de los «ideólogos» lazis.
A mi perro estoy tratando de educarlo para que se alimente de lechuga y verduritas, pero no hay manera: el tío es carnívoro y dice que las espinacas hervidas se las coma tu madre. Por otra parte, estoy intentando también que mis lechugas dejen de necesitar agua para alimentarse, por aquello de la sequía y del ahorro, y que se conformen con el riego de la ideología, pero se me mueren todas. Ya les puedes poner grabaciones de los discursos de Marx, Engels, Irene Montero e incluso fotos de desnudos del Ché Guevara durante las veinticuatro horas del día, que la cosa no cambia y se marchitan. Las que han espabilado bastante son las piedras, que exigen que ahora se deje de discriminar a los piedros, que también tienen su derecho y su derecha, y reclaman el petropatriarcado en compensación a los asesinatos cometidos al lanzarlas al río sin otro afán que el ver lo lejos que llegas. Los jirafos están sindicándose, lo mismo que los hienos, los águilos y los ballenos, para pedir cuentas por la exclusión lingüística de género durante siglos. Han derribado una estatua de Linneo. Esto es un no parar.
Yo a mi cactus lo saco a pasear tres veces al día, con chubasquero si llueve. Y a mi planta carnívora la estoy acostumbrando a que se alimente de tofu y arroz integral. Está un poco mustia, pero la maquillo con polvos minerales y le pongo música guay para levantarle el ánimo.