N’estem farts de bisbes que fan el joc al nacionalisme.

La UCE es un aplec nacionalista donde los llepasubvens habituales se chutan con las nebulosas espirales de Catadisney y los yonkis de lanació acuden a recibir su periódico jeringazo de hormonas lazionales sintéticas. Los habituales fajos de alfalfa: somcollonuts, espanyansroba i anemaCatadisney, suministrados calipigiamente (vol dir mirant-se el cul, amb perdó) en el sur de Francia, que així ens sentim païsoscatalans.

Ahir va tenir lloc un dels plats forts de la 53ena edició de l’aplec llazi: el bisbe de Lleida, Salvador Giménez Valls (natural de Muro de Alcoy, Alicante), convidat estelar de la xerrada L’espoliació patrimonial del museu de Lleida. Sí, un obispo hablando de «expolio» de Cataluña por parte de «Espanya». Para entender de qué iba solo hay que ver el decorado en el que el obispo lanzó su mensaje de odio: el eslogan imperialista «Fer dels Països Catalans una nació normal». Y una cubana gigante con un poema odiador e imperialista del lazi Joan Salvat Papasseit (sí, el de «cal propulsar l’odi contra Espanya o deixar d’existir“), que reza así:

A Sant Martí del Canigó  
la veu ressona que us esglaia.  
Diu: Catalunya!  
  i la remor  
sempre contesta: Esclava a Espanya.  
Si prens coratge  
  els ulls al cel  
i alces el braç –gest de venjança,  
a Sant Martí sents una veu  
i a cau d’orella:  
També a França. 

Junto al obispo Giménez otro ponente, el jefe de la Diputación de Lérida -un llepasubvens anomenat Josep Talarn– sublimava l’odi proclamant que “l’Estat espanyol només vol la desaparició de la nació catalana”. Albert Velasco (sisplau robi’s unes peces al catalanitzador de cognoms), conservador del Museu de Lleida i un altre conservador d’odi, també es va unir a la ponència del bisbe sobre el supuesto «expolio».

En aquest escenari d’odi es va posar dempeus el bisbe de Lleida per ploralunyejar sobre «ese expolio que a veces podemos decir que ha pasado» y un suposat «conflicte científic i cultural«, con «montaje» y «juicio injusto» incluidos. Sí, el obispo dejó claro que venía a ploralunyejar: quería hacer una «queja de todo lo que ha pasado» y «una defensa de lo que han hecho otros anteriores a mí».

Al obispo le deja perplejo que «parlem de catolicitat, que vol dir universalitat, y aquí estamos peleándonos 2 pequeñas diócesis del mundo entero por 111-114 obras de arte. Eso es una gran contradicción entre los obispos de Barbastro y de Lérida». Curiosamente el sr obispo no aplica el cuento de la «catolicidad» ni se extraña de la «contradicción» cuando los obispos catalanes van publicando cartitas a favor del nacionalismo rupturista, cuando permite que sus iglesias se llenen de churros amarillos, cuando 11 sacerdotes y diáconos de su diócesis dan su nombre a manifiestos separatistas, o cuando él mismo participa en aplecs ultras y divisivos como el de Prada.

¿Por qué el obispo se opone a lo que dice la ley? Porque -dice- tiene miedo al «odium plebis»: «el obispo no puede hacer otra cosa que unirse al sentir del pueblo cristiano, en este caso, o del pueblo de Lérida (…) Yo no puedo convertirme en un opositor a lo que siente el pueblo cristiano en un momento determinado«. Quin cacau que té el pobre bisbe, quina por, quina manca de lideratge i quina forma d’entrendre el seu ministeri: caure bé al «poble» abans que la justícia i la veritat. Pues ahora entendemos por qué se han sometido los obispos de Cataluña al nacionalismo omnipresente en medios y escuelas. Potser si demà el sr. bisbe descobreix que el «poble» vol que accepti el divorci, que casi homosexuals o bategi arbres haurà de fer-ho, senyor bisbe?

Y no se lo pierda: ¿Cuál es «el momento más desagradable de mi vida, digamos pastoral, de sacerdote y de obispo»? ¿Persecución de laicistas, acoso de ateos, escraches cuperos por defender la fe? ¿Deserciones espirituales, traiciones de fieles? ¿Muertes impenitentes de almas que se pierden? ¿Secularización de sacerdotes? ¿Pérdida de la fe en su diócesis? Pues no: «es cuando el 16 de mayo de 2019 acudo a declarar como denunciado por parte del obispo de Barbastro». ¡Qué dramón, sr. obispo! ¡Qué horror ir a un juzgado y vivir lo que vivimos tantos catalanes de a pie!

I de Crist què en va dir el seu representant a la diòcesi de Lleida? Res. Nada. Nothing. Rien. Überhaupt nicht.

Pues no está bien. No está bien que el obispo de todos sus fieles suba a un escenario con una cubana, las palabras «esclava a Espanya» y «venjança», y un lema imperialista. No está bien que el obispo de Lérida dedique su tiempo a compartir un mitin separatista junto a  fanáticos para atizar más división en la Iglesia. No està bé que s’associï el seu nom i imatge a una ideologia i un grup que fa de la divisió, l’imperialisme i l’odi el centre de la seva vida. No está bien que no se dé cuenta de cómo el nacionalismo utiliza a la Iglesia para sus fines.

Esto por el sr. obispo, que es el jefe de su diócesis. Pero no nos olvidemos del cardenal Juan José Omella, el jefe de los obispos catalanes y de la Conferencia Episcopal Española, y responsable último de tolerar estos follones. El final de su pontificado, sr. obispo, no està pas anant gaire bé: desplome de católicos en su diócesis (del 50% al 40% en solo 5 años), cierre de iglesias y supresión de sacramentos durante la pandemia, documentos constantes pro-nacionalismo, reestructuración clerical de la diócesis con numerosos errores, suport als indults de colpistes llazis, pasividad ante las leyes anticristianas (eutanasia, transgénero, aborto…) de Generalitat y Moncloa, supresión de la adoración eucarística perpetua más antigua de España en el Tibidabo… i ara un bisbe alacantí com a estrella convidada de la «universitat» separatista, seguramente con la bendición del cardenal Omella. Algú s’estranya de l’ensorrament del catolicisme a Catalunya i arreu d’Espanya?

No, no seran pas aquests confonedissos pastorets els qui promouran la nova evangelització de Catalunya.

Dolça i secularitzada (pels bisbes) Catalunya…

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Tags: Joan Salvat Papasseit, Juan José Omella, Salvador Giménez Valls, UCE, Universitat Catalana d'Estiu