El moviment tectònic que està canviant Catalunya de forma invisible.

Ja maduren els vostres fruits, Jordi i Artur

Lo que pasará en Cataluña no lo sabe nadie. Tot està obert. Pero esto es lo que nos parece que está sucediendo bajo los techos de los hogares, las oficinas y los comercios catalanes:

• El arma definitiva del separatismo no funciona. El separatismo tenía un solo objetivo: «eixamplar la base social» hasta el 50% de los votos. Su arma era doble: convocar el buti2 para provocar violencia y atribuirla a la malvada Espanya; y excitar al Estado para que éste aplicara el art.155, que el nacionalismo confiaba en que fuera una fábrica de separatistas. Así pasó, y no pasó nada: el separatismo se quedó en el 47% de los votos el pasado 21-D.
• El nacionalisme es desil.lusiona. Desde 2012 los nacionalistas habían logrado generar ilusión y esperanza gracias a las promesas salvíficas de Catadisney. La «república» era l’esperança de molta gent golpeada por la crisis y harta de la pasividad del gobierno nacional ante la crisis, la corrupción y la falta de propósito existencial de la sociedad. El nacionalismo supo entender que no sólo de pan vive el hombre y que la economía no lo es todo. Pero tras el buti2 muchos separatistas se dieron cuenta de que això no anava enlloc, que els seus líders no estaven preparats i que tot era una gegantina presa de pèl. Aunque seguirían votando al sector nacionalista, ya no lo harían por ilusión, sino para que no ganaran los rivales. La pérdida de esperanza y vibración del nacionalismo es el cambio esencial de los últimos 3 meses.
• Asoma la violencia como último recurso nacionalista para conseguir la mayoría anhelada. El nacionalismo ha tenido éxito en una cosa: controlar a sus violentos. Las «hòsties que pariran terror» anunciadas por la CUP, el Maidán, l’acció directa, el enfrentamiento frontal y permanente con la policía, los CDR, la toma de fronteras y aeropuertos, el «control del territori» … rien de rien. Y cada vez más nacionalistas empiezan a pensar que ese ha sido el error: no han ido de verdad a por todas. Hasta a Toni Soler se le escapa el deseo de repetir el atentado de las Ramblas con los jueces del Tribunal Supremo.
• Les bogeries nacionalistes no augmenten el vot lliure de nacionalisme. Era de esperar, pero algunos pensaban que los atentados de agosto, el despertar de octubre, la fuga de empresas, la violencia y los bloqueos salvajes harían cambiar de bando a muchos separatistas. Se equivocaron. Como hemos dicho, lo que cambió fue su fe en su proyecto, pero no su voto. C’s ganó las elecciones pero su victoria es inútil para desalojar al separatismo.
• Los catalanes libres de nacionalismo se ilusionan. Muchos catalanes se levantan el 22-D con frustración, pero  con la realidad votada de una Cataluña dinámica, actual, competitiva, ágil, abierta, bilingüe, emprendedora e indomable -la Catalunya de sempre- que vol viure lliure de nacionalisme. Es Tabarnia, y vuela. La realidad social de una Cataluña descomarcalizada existe; si la ley electoral hace imposible desalojar al nacionalismo, la alternativa para no vivir sometidos a él es separarse de él. Tabarnia es fresca, nueva, ilusionante, atrevida y provocadora. Y -como en el judo- gana utilizando la fuerza del adversario.

Esto es lo que hay ahora mismo: frustración y desilusión nacionalista, que pueden degenerar en violencia; frustración y esperanza libre de nacionalismo, que pueden generar Tabarnia. Todo igual en la superficie de los escaños y los porcentajes de voto; todo diferente en el estado emocional de los catalanes.

I ara què toca?

Govern nacionalista. Accions dels CDR. No hi ha full de ruta. Intentar negociació opaca amb Madrid. Fuga d’empreses. Crisi aviat. Noves eleccions. Pèrdua de la majoria absoluta nacionalista. Accions Govern radical de nacionalistes i colauites. Consolidació de Tabarnia a les municipals. Agument de la violència nacionalista.

Todo eso puede pasar. O no. Y claro, así no hay quien viva.

Dolça i desgavellada Catalunya…

Categories: Dando el golpe, Huid del nacionalismo

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