Abdica el único que tuvo valor para pedir perdón.

Ninguno de los políticos que ha llevado a España al desastre actual ha pedido disculpas por ello.

abdicacion

España no está bien. Empobrecida por una  crisis económica que dura ya siete años. Desgobernada por una clase política mediocre, corrupta y cargada de privilegios que hieren a los ciudadanos. Agobiada por una administración gigantesca que drena recursos a las familias. Fatigada vitalmente por un invierno demográfico que ensombrece su futuro. Desunida por una organización territorial que durante 35 años ha cultivado la diferencia y el resentimiento entre españoles. Desconfiada de un sistema judicial incomprensible y dependiente. Desorientada por la falta de un objetivo que dirija sus energías y desarrolle su potencial.

No es cierto que todos los españoles seamos responsables del actual desaguisado. La mayoría trabajamos duro para sacar adelante nuestros negocios, ofrecer lo mejor a nuestras familias y mejorar honestamente la sociedad. Como siempre, quien ostenta el mayor poder carga con la mayor responsabilidad. Y prácticamente todo el poder ha recaído en las últimas décadas sobre los hombros de los políticos. Por su mala gestión estamos donde estamos.

A Catalunya, el Pujolisme va crear una fortíssima estructura de poder regional nacionalista que escanya l´abans dinàmica societat civil, silencia la diversitat i proporciona un poder total a la classe política dirigent més corrupta d´Europa. Després de 35 anys de poder absolut nacionalista de dretes i esquerres, la locomotora d´Espanya és avui una ferralla vitalment fallida, econòmicament arruïnada i socialment dividida. La secessió és la fugida desesperada del nacionalisme per exculpar la seva responsabilitat pel desastre. No arribarà enlloc però malbaratarà la convivència d´una generació de catalans. L´Artur Mas, tot i enfonsar la regió juntament amb el seu partit polític, es nega a deixar la poltrona.

El Rey Juan Carlos también tiene su parte de responsabilidad. Aunque reina sin gobernar, olvidó demasiado a menudo su función moderadora y dejó que los políticos enfocaran sus pasiones en la inmediatez del ciclo electoral sin ofrecerles la imprescindible perspectiva a largo plazo. Su aparente inmunidad le hizo olvidar los deberes formales y morales de los que un rey debe ser ejemplo. Finalmente cometió torpezas que mostraron cuan alejado estaba él también de la realidad vital de los españoles.

Pero un día el Rey cayó del caballo. Y en público, de frente y con claridad su Rey pidió perdón a todos los españoles: «Lo siento. Me he equivocado. No volverá a ocurrir». Y a todos nos dejó consternados, y casi todos le perdonamos. Y sus palabras resaltaron la mezquindad de aquellos verdaderamente responsables del desaguisado: ninguno de ellos ha pedido perdón todavía, y siguen paseando su vanidad por periódicos y salones.

El Rey se va porque quiere. Seguramente habrá recordado las palabras de su padre y seguirá ayudando a España desde su nuevo puesto. Llega Felipe VI. Nuestro deseo de que lo haga bien.

Rajoy, gris como siempre, no lo ha dicho al cerrar su burocrática comparecencia esta mañana. A nosotros nos apetece gritarlo en este momento:

VISCA ESPANYA!

20140511-055542.jpg

 

 



Categories: Mejor juntos, Pujol & family, Tradiciones

Tags: , , , ,

21 comentarios

  1. No estoy de acuerdo sobre el origen de la crisis.
    La crisis económica es el resultado de políticas económicas votadas sistemáticamente por cada uno de nosotros una y otra vez, hasta que reventó el invento.
    Llevamos treinta años sacando dinero de la especulación del suelo (el boom de los 60, que tenía por la edad casarse y comprar una casa es lo que disparó la demanda, y lo que la subió por las nubes fué la prohibición de liberar suelo para construir ). Esto lo inició Felipe Gonzalez.

    El resultado no ha sido solo casas con valor inflado (hemos pagado humo), la esclavitud personal de los compradores de estas casas y con ello el fomento de su falta de iniciativa, la desinversión en industrias «normales» para invertir en ladrillo, el riesgo bancario concentrado y la falta de financianción de industrias «normales», que no pueden crecer ni competir con las extranjeras, la huída de industrias a terrenos industriales más baratos.Cambios de gastos -por el fuerte gasto en vivienda-, la corrupción a todos los niveles -y toda relacionada con el suelo, la bajada de la natalidad a nivel 0 (¿quién puede tener hijos y pagar una casa a estos precios?), lo que va a afectar a nuestras pensiones -no habrá nadie para pagarlas-. Como no se ha invertido en industrias, sino en suelo, no se han creado puestos de trabajo para nuestros hijos que ahora están saliendo de las Universidades…

    Claro, que todo este dinero es con lo que se ha pagado un «Estado del Bienestar» y todas esas obras de polideportivos, aeropuertos sin aviones, bibliotecas sin lectores….más los inflados salarios de los alcaldes de aldea y no de aldea…etc Esto es lo que llamaban los socialistas «gastos sociales» como promesas electorales, que sus contrincantes no se atrevieron a criticar, antes bien, se sumaron al carro de «a ver quien da más» (pagado por la especulación del suelo -en el mejor de los casos, porque hay mucho sin pagar). Promesas que hemos estado votando porque ese alcalde o ese presidente de comunidad «hacia cosas» sin importar si las necesitábamos o no y quién las iba a mantener.

    No hablo de la burbuja, que se ha gestionado muy mal, ni de la desaparición de casi 40 cajas de ahorros que eran nuestras, ni el cambio de la peseta al euro (fué la puntilla ) ni de las malas condiciones en que entramos en el Mercado Común y que hizo desaparecer nuestra industria nacional de pequeños electrodomésticos para convertirnos en una colonia comercial de Alemania. Por cierto, a estas alturas ya sabrá que las naranjas israelíes tienen primacía en Europa sobre las españolas, todo cortesía de Felipe González que quería el triunfo de entrar en el Mercado Común a cualquier precio.
    Me pregunto cuántas personas que han perdido su casa por la crisis han votado a los socialistas.
    No sigo por que todos estamos sufriendo todo esto, pero son políticas votadas sistemáticamente por nosotros una y otra vez a nivel municipal, autonómico y nacional. No somos culpables, pero sí responsables, y está en nuestra mano cambiar.

    Algo interesante: la mayoría de los políticos que nos han llevado a ésto siguen en el poder. La cabeza ha cambiado, pero los equipos continúan.
    Decir que son decisiones pensadas con el culo y votadas con el culo no sirve de nada. Tampoco sirve de nada quejarse de los políticos. Votamos a los que son como nosotros y Zapatero ha sido votado dos veces, después de toda una vida siendo votado para el Congreso. Votando lo mismo y a los mismos traerá los mismos resultados.

    Tal vez la clave esté en que votamos ideologias, no realidades. Votamos cosas que pensamos que van a pagar los demás -lo que es irreal e irresponsable- No somos pragmáticos y no votamos con la calculadora en la mano. Y éste es el resultado. Una crisis del copón y el país desindustrializado. No basta con quejarse de la pérdida del Estado del Bienestar: las cosas hay que pagarlas. Solo los niños piensan que las cosas son gratis.

    Ahora resulta que la culpa de todo la tiene el Rey, o la Transición, o la bandera de Carlos III, o que no leemos con aplicación a Gramsci, o que tenemos que votar la Constitución cada generación, como en Inglaterra (no tiene Constitución escrita y no se vota, y sin embargo funciona como un reloj). Ya habrá alguno que querrá imponernos una revolucion bolivariana bananera, para joder más el asunto. ¿Faltaba alguien más? el Pujol y sus chantajes. Si, también nosotros hemos votado a este individuo y a los que se dejan chantajear.

    ¿Dice de pedir perdón? ¿Cuántos políticos siguen sin enterarse de lo que ha pasado y siguen echando la culpa de la crisis a la subprimes americanas o a la «Troika» o a Zapatero o a Rajoy? Somos nosotros quienes hemos votado a estos inútiles. Por algo será.

  2. No estoy de acuerdo con lo que Ud dice: el Rey no hizo nada malo. Matar un elefante no es un crimen. Cada persona puede hacer en su tiempo libre lo que quiera, y el Rey no tiene horario de oficina.
    Los comunistas le criticaron por que estaba cazando cuando la Presidenta de Argentina incautó la petrolera española, pero él ya habia hecho todo lo posible para impedirlo y la decisión estaba tomada. Además no valen estas lágrimas de cocodrilo comunistas: se han negado a condenar esta incautación (por que está de acuerdo con la política que intentan imponer en España ). Claramente atacar al Rey es un paso más en sus objetivos declarados de imponer a los españoles la dictadura del proletariado que no queremos porque si la hubiésemos querido ya la tendríamos.
    No me gusta la caza, y me dan pena los animales, pero reconozco el derecho de cazar a quien le guste.
    En los países africanos hay un problema enorme con los elefantes: los humanos están ocupando sus terrenos y puestos a elegir entre humanos y elefantes, los elefantes sobran: hay que sacrificarlos.
    Al hacerlo de esta manera -vendiendo derechos de caza- (cobran mucho dinero por matar a un elefante), se crea una pequeña industria de turismo de lujo para gente con dinero que mantiene con dignidad las poblaciones indígenas.
    De resultas del escándalo, el Gobierno de Namibia anunción que iba a prohibir este tipo de caza (pero no sacrificar elefantes ), lo cual es una tragedia para los indígenas que viven de ésto y que ahora no tendrán nada. Me figuro que ya sabe que no tienen ningún tipo de prestaciones de desempleo.
    Esto me recuerda al síndrome de «bambi»: los habitantes de la ciudad creen que los animales son bambis u otros personajes de peluche. No lo son. Esto está creando problemas grandes a los habitantes de los pueblos, que viven de la cria de los animales (para comer, no para que los domingueros les acaricien). El comprar perritos por navidad como juguete vivo para los niños y el abandonarlos a su suerte en el campo cuando se dan cuenta que no son de peluche, es una dolorosa y cruel consecuencia de esta creencia.
    El otro pensamiento que me trae esta historia es que de alguna manera creemos que el Rey es como nosotros. Ninguna persona que gana lo que gana un Jefe de Estado es como nosotros. Los políticos, por el simple hecho de ganar lo que ganan tienen otros objetivos y otros problemas que no son los nuestros. Ésto es muy importante porque si bien esta falsa creencia puede fomentar la popularidad de los políticos (el hacer creer que son como sus votantes es una táctica de marketing político ), hace que nos olvidemos que están ahí para defender nuestros intereses, no los suyos. No menciono al Rey porque no tiene nada que ver en toda esta historia.

  3. Es extraordinario que con la basura de Presidentes de Gobierno que hemos tenido, sin contar con los de los reinos de taifas (segunda época, porque las taifas bereberes y el cantonalismo de la I República no cuentan) estemos con estas historias. Tampoco menciono los ciento y pico gobiernos del S XIX. Basta con González, Aznar, ¡ZAPATERO!, Rajoy….y los que vendrán detrás, que no pienso que sean mejores.
    Por cierto, las monarquías son anacrónicas porque esa es su función. Una monarquía moderna no es monarquía.
    Yo propongo más bien hacer un estudio pro y contra (es decir, una hoja de papel dividida con una raya en dos ). Pero, visto que no somos constitucionalistas, profesión tan honrada como cualquier otra, propongo que nos comportemos con un mínimo de circunspección, como por otra parte deberíamos hacer cuando nuestros propios intereses están en juego, porque parece que todos estamos cualificados para hablar de todo con suficiencia. Y esta es la cuestión: hablar con suficiencia no es decidir con suficiencia. Podemos hablar con suficiencia en el bar de lo malo que es el Gobierno (cualquier gobierno), pero otra cosa muy distinta es decidir con suficiencia sobre una política cualquiera, porque podemos hundir el país -o en el mejor de los casos destruir nuestro puesto de trabajo-. Es curioso también que todos queramos imponer nuestras opiniones políticas, pero que no tengamos opiniones sobre como aterrizar un avión o construir un puente (afortunadamente). No veo por qué la política sea diferente, después de todo de aquí dependen nuestras pensiones, el trabajo de nosotros y de nuestros hijos, el buen funcionamiento de los hospitales públicos…
    Desgraciadamente lo único que sí que podemos hacer -y debemos hacer- es saber muy bien cuales son nuestros intereses. Y aquí es donde fallamos. De acuerdo que los que han pasado por la Universidad han perdido el sentido común, pero ¿y los demás?
    Los Ashkenazis tienen un dicho: «Lo mejor que te puede pasar es que Dios no escuche tus plegarias» ¡y qué verdad tiene!
    De modo que: a ser humildes, a decidir con circunspección, a saber cuales son nuestros intereses siempre cambiantes y a pagar los impuestos que el Parlamento de la Nación ha estipulado.
    Dejemos las cuestiones técnicas para los técnicos. Y luego, si, votemos y afrontemos las consecuencias.

  4. F. Llopis: Respeto su opinión, pero resulta que mi abuelo materno, funcionario de Hacienda, fue dos veces perjuro. Juró el cargo con Alfonso XIII y la Constitución canovista; luego juró la Constitución republicana, y luego de sufrir un expediente de depuración de la que salió bien librado pero con pérdida de categoría, las leyes franquistas. Uno no es perjuro simplemente cuando cambia la Ley suprema y jura obedecerla; uno es perjuro si obedece a una Ley y luego no la cumple. Porque si las leyes no fueran cambiadas, se llama inmovilismo jurídico. Lo mismo estaríamos todavía con el Digesto o las Siete Partidas de Alfonso X o las Constituciones condales barcelonesas, que en todos los casos contienen arcaísmos imposibles de cumplir. Sinceramente no veo al rey responsable del asunto autonómico, porque por su propio papel de monarca constitucional, reina pero no gobierna. ¿Es culpable entonces Isabel II del casi recién creado nacionalismo escocés? Lo que si es verdad es que la inquina PP-PSOE ha impedido dejar las cosas claras a los nacionalistas independentistas; espero que no haya que hacerlo a la brava. En fin, yo sigo a Ignacio de Loyola, «en tiempos de tribulación no es bueno hacer mudanza». Vivimos una crisis y no veo bueno añadir más.

  5. Por una vez, difiero por completo del parecer mayoritario que aquí se expresa. Juan Carlos I, no lo olvidemos, fue coronado tras jurar fidelidad a los Principios Fundamentales del Movimiento, los cuales no tardó en demoler poco tiempo después de dicho juramento. No entraré aquí a valorar lo acertados o equivocados que pudieran haber sido dichos Principios, pero lo indiscutible es que el monarca no cumplió con su juramento (y a mí los perjuros, ya de entrada, me merecen poca estima y confianza) . Además, creo que Juan Carlos ! ha sido uno de los principales responsables del enorme crecimiento, en sus 39 años de largo reinado, de las fuerzas separatistas, con las cuales no ha dudado en pactar una y otra vez (la sola imagen del separatista Miquel Roca i Junyent como abogado defensor de la imputada Infanta Cristina, incluidas las numerosas visitas recientes del mismo a La Zarzuela, vale más que mil palabras).
    En mi opinión, o España acaba con la monarquía o la monarquía acaba con España.
    ¿Por qué hemos de dejar que los conceptos republicanos sean considerados como patrimonio exclusivo de la izquierda más o menos radical y/o separatista? Me niego en rotundo a ello. La idea de una República es perfectamente compatible con quienes defendemos fervorosamente la unidad de España (seamos de derechas, izquierdas, centros o mediocentros). Es más, creo que una III República sostenida por quienes nos sentimos profundamente españoles contribuiria mucho más a dicha unidad que la actual monarquía, ya por de sí anacrónica y, por demás y en lo tocante al caso concreto de quien hoy acaba de abdicar, perjura y corrupta.

  6. Don Juan Carlos de Borbón,
    figura de nuestra Historia,
    donde brillará con gloria
    su servicio a la Nación.
    Dio a España estabilidad,
    con democracia y buen tino
    y la llevó a su destino
    de paz y prosperidad.
    Toma Felipe el relevo
    de tan buen progenitor.
    Ha de ser mucho mejor
    afrontando un reto nuevo.

  7. Por mucho que los nacionalistas critiquen «al Borbó» como parásito y aprovechado, la corona se gana su jornal muy por encima de la mayoría de los políticos. Encima, algunos se autoproclaman salvadores de la patria, aunque para ello conviertan la patria en un terrenillo, pequeño e ignorante, en el que marimandonear a su gusto.
    Esperemos que Felipe VI pueda aportar cordura y concordia en estos tiempos difíciles, parece que tiene cualidades para ello: un buen modelo paterno en el que inspirarse, buena preparación y, lo fundamental, parece que es muy buena persona. Esta puede ser su gran cualidad, por desgracia, también puede ser el Talón de Aquiles por donde reciba el ataque de los deshonestos, los egoístas y los malvados , rasgos de personalidad que se prodigan entre la clase política. Es esta clase de políticos los que conducen a los pueblos hacia la fragmentación y el caos, anteponiendo sus propios intereses al bien común.
    DESEO AL PRINCIPE FELIPE QUE SE CONVIERTA EN EL GRAN REY QUE PUEDE SER Y QUE MERECE SER.
    VISCA EL REI I VISCA ESPANYA!!!

  8. Un Felipe nuevo rey de España, ¿hay nervios entre los estrellados?

  9. Recordemos que el rey , reina pero no gobierna. Su función institucional es representar a España y a todos los españoles,al igual que ocurre en las demás monarquías parlamentarias, en Europa y en Japón.
    No debemos hablar de monarquía , porque lo que tenemos en España es una MONARQUÍA PARLAMENTARIA, y apoyando nos ayudaremos.
    Recordemos que el Rey puede sugerir , pero no interferir. Ha de ajustarse a las funciones y responsabilidades que le asigna La Constitución.

  10. Una sintesis brillante. Como dijo Baltasar Gracián «si lo bueno es breve dos veces bueno».

  11. Felicidades por el artículo. Totalmente de acuerdo…La Casa Real debería hacerse eco de las peticiones del pueblo, en situaciones extremas como la que vivimos, cuando el desastre de la invasión a Iraq..Hacer respetar la voluntad popular y el bienestar del país por encima de todo.
    Igualmente aprobecho para hacer una pregunta:
    ¿Para cuando se lleva al Tribunal de Derechos Humanos a los nazionalistas por mentir, corrupción de menores, calumnias y difamación contra un pueblo, crímenes de odio?

  12. El primer paràgraf mostra la cruel realitat de la situació de la nostra Patria. Ens sortirem d’aquesta. Hemos de hacer de nuestro país un modelo de bienestar, tolerancia y progreso basado en la libertad, la equidad y la justicia. No nos faltan ni brazos ni cabeza.
    ¡Visca Espanya!

  13. Visca el Rei d’Espanya! Mori el mal govern!

  14. Larga vida a Felipe VI.
    Que creo va a ser un gran rey.

  15. No soy monárquico por familia; tampoco por ideología. Pero aquí y ahora, prefiero una monarquía a una república. Porque si poco me gustó ver lo que pasó en la primera y segunda República, menos me gusta lo que veo en los republicanos. Y la banderita con su color morado (que no es morado; morado es el color de las moras, un rojo muy obscuro, es violeta lo que se ve), me parece horripilantemente fea. Cuestión de gustos. Porque siendo andaluz, tampoco me inspira sentimiento alguno la bandera que inventó Blas Infante.

  16. Viva España unida ahora mas que nunca

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

INFORMACIÓN BÁSICA SOBRE PROTECCIÓN DE DATOS:

  • Responsable: Dolça Catalunya
  • Finalidad: Gestión de suscripciones al blog y moderación de comentarios y el envío de boletines de noticias.
  • Legitimación: Consentimiento del interesado
  • Destinatarios: Los datos se comunicarán a Cloudflare Inc. (mejora rendimiento web; acogido a los acuerdos EU-U.S. Privacy Shield). No se comunicarán otros datos a terceros, salvo por una obligación legal.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos, como se explica en la información adicional.
  • Información adicional: Puede consultar la información detallada sobre la protección de datos en política de privacidad.