Tensión, amenazas, decadencia, enemigo exterior, falsa disyuntiva… puro nacionalismo.
Jordi Pujol, guía e ideólogo del nacionalismo desde hace 40 años, sigue iluminándonos con su doctrina. Como le parece que los catalanes no somos libres, ha prologado -se supone que desde una mazmorra y cargado de grilletes- un libro que se llama El dia de la llibertat. Allí nos dice que el Estatut que él impulsó
«no garantiza ni el mantenimiento de nuestra identidad, ni el estado del bienestar, ni nuestro progreso general. Bien al contrario. Tener que seguir en estas condiciones significaría una decadencia acelerada de Cataluña. Económica, social e identitariamente. Por eso se suele decir que si bien laindependència es muy difícil, la continuidad de Cataluña en las actuales circunstancias todavía lo es más. Y es verdad». Hay que «evitar las amenazas que llueven sobre nosotros», saber de «la actitud negativa del Estado español» y «reflexionar sobre lo que le hace falta a Cataluña para poder sobrevivir», que es «laindependència».
Clar i català: todo el follón social que los nacionalistas provocaron con el Estatut del 2006 no sirvió para saciarles. Espanya nos asfixia en todos los ámbitos y provoca nuestra decadencia; nos llueven amenazas; de seguir así, Cataluña no sobrevivirá.
Aunque ya conocíamos su caradura de atribuir a cualquiera menos a él los fracasos de Cataluña, no sabíamos que la tarea de un expresident de la Generalitat fuera provocar alarma social, sensación de opresión y crispación entre sus ex-gobernados. A eso se dedica el sr. Pujol en su retiro dorado pagado por todos nosotros.
¿Quién hace aquí el discurs de la por? Dolça i desgovernada Catalunya…
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Como decía el moribundo Coronel Kurtz: «el horror, el horror… «.
Por cierto, en cuanto al prólogo, durante todos estos años Pujol Corleone nunca manifestó -que yo sepa- que el Estatut tuviera esas «consecuencias» tan negativas. Y ahora de repente, el Estatut es malo…
Y ahora una de indios…
?que paso en banca catalana?
Todos los que han participado ese libro ¿ no tienen responsabilidad alguna? Y esos vientos que levantan algunos ilusos se lo tomarán como Biblia a seguir,y si son jóvenes les faltara madurez y experiencia para separar libertad de ambición enfermiza. Y querrán morir por una libertad que ya gozan y que perderán sin saber que su libertad acababa donde empezaba la de los demás. Espero que esos políticos con criterios medievales, como mínimo , sufran lo mismo que surja el pueblo.