El padre de Mariona Rebull y fundador de Destino lo tenía claro.
«Las tradiciones, la historia de Cataluña, se someten, desde la aparición de un catalanismo político, a una elegantísima y delicadísima deserción paulatina. Sólo un fenómeno resiste al naufragio: el idioma (…) El catalanismo, nacido de unos románticos con chalina, llegará a ser, al correr de los días, la alcahueta política más sagaz y más funesta de España (…) Los catalanistas trituraron a Cataluña en servicio de sus intereses particulares» (Destino, 18 de julio de 1938).
Categories: Catalanes universales, Huid del nacionalismo, Pensando bien
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