Españoles decentes que mantienen nuestra dignidad.
Explicamos hace unos días que el TC ya tiene lista la sentencia que bendice la ley de amnistía a los golpistas nacionalistas de 2017. Recuerde que esa ley consiste en que un partido político (PSOE) camba las leyes penales y borra los delitos cometidos por los delincuentes condenados, a cambio de su apoyo para llegar al poder.
Por eso el obispo de Alicante dijo que «la ley de amnistía viola los principios morales«; y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) afirmó que «La amnistía supone la abolición del estado de Derecho en España», «genera una casta jurídicamente irresponsable e impune» y «convierte la justicia en una quimera»; y la Comisión de Venecia dictaminó que esa ley «ha aumentado una división profunda y virulenta en la sociedad española»; y centenares de instituciones españolas se pronunciaron contra esa ley. Però tot això que diu tanta gent lliure no importa: lo que importa és lo que diu un grapat de jutges posats pels polítics per cohonestar les seves malifetes.
Al frente de esos «jueces» está Conde Pumpido, ya sabemos que miembro virtual del PSOE. Bajo estos jueces ha quedado la ética social, el imperio de la ley y la igualdad entre todos los españoles.
Y enfrente de esos jueces están los españoles decentes. Com els de la resistència cívica de Tarragona, que no es resignen a la voladura des del poder de la nostra vida junts.
L’enhoradolça, dolços de Tarragona, per mantenir la nostra dignitat.
Dolça i dignificada Catalunya…
Categories: Resistiendo
En la antigua ciudad romana Tarraco todavía quedan seres humanos con neuronas. ¡Menos mal! ¡Gracias, Tarragona!
¡Claro que sí! ¡LA AMNISTÍA ES CORRUPCIÓN!
Los que aplauden que los políticos se salten la Ley cuando les conviene, también están legitimando saltarse la Ley cuando no les interese.
Además el Estado de Derecho y el Imperio de la Ley es la condición sine qua non para el progreso (no se puede invertir si hay dudas sobre si la inversión se puede recuperar o te la puedan robar)
Es deprimente que hayamos retrocedido en el tiempo -ni siquiera esto pasó con Franco, que fue un régimenmuy legalista- y que encima sea para comprar ¡¡¡ 7 votos !!! (junto con los miles de millones que ya nos ha costado)
Pedro Sánchez y Feijoo son los ejemplos más recientes de que el sistema no funciona ni puede funcionar.
Y no funciona, no tanto por la Constitución, sino por la praxis política de concentración del poder político (y económico) en la cúpula de 2 partidos de alternancia, lo que ha traído inevitablemente corrupción, ineficacia y ruina generalizada.
Esto no es lo que votamos en 1978.
Tenemos menos libertad y prosperidad que con Franco.