Un bisbe té el coratge de denunciar una llei immoral.

El passat divendres el bisbe Josep Ignasi Munilla, vasco hijo de San Sebastián, indagó sobre la moralidad de la ley de amnistía desde la Doctrina Social de la Iglesia. Y como no sabemos lo que piensan los obispos catalanes sobre este tema y casi todos -que callen més que en Robinson Crusoe a la seva illa solitària- va bien escuchar la palabra del obispo de Orihuela, un home profètic, valent i sense por als polítics.

Esto es lo que dijo:

«Ayer se aprobó la ley de amnistía. Creo que se cometió una auténtica violación de los principios morales. (…) Que unos políticos amnistíen a otros políticos a cambio de sus votos para poder continuar en el poder es inmoral. (…) Como necesito tus votos te amnistío a ti, encausado por determinados delitos (…) Es inmoral porque es recurrir a un recurso de muy dudosa legalidad con el único objetivo de mantenerse en el poder. (…) No nos tomen por tontos. Todos sabemos que si esos votos de ese partido cuyos miembros son amnistiados no fuesen necesarios para que uds. siguiesen en el gobierno, entonces no recurrirían en absoluto a esa supuesta finalidad de una reconciliación social, es un argumento esgrimido por la necesidad que tengo de esos votos. (…) Una inmoralidad queda más patente cuando encima intentamos esgrimir argumentos morales para justificar la inmoralidad. Es tomar a la población por tonta intentar revestir esta lucha por el poder de argumentos morales. (…) 

También llama la atención el hecho de cómo se puede llegar a manipular a la opinión pública. Esto es impresionante. Existe un método para manipular a la opinión pública: el método es poco a poco. (…) No se pronuncia la palabra amnistía, se dan pasos (…) hay toda una metodología, dosificar las noticias para que vayan siendo asumibles. Es una forma de proceder totalmente contraria a la transparencia. Esto denota lo que son los resortes de manipulación de la opinión pública. (…)

Lo cierto es que el informe del CGPJ entiende que la amnistía es inconstitucional, vulnera la separación de poderes (…) el hecho de que todos los diputados [del PSOE] (…) no haya nadie que haga un voto en conciencia y se atreva a decir lo que piensa (…) nadie se atreve a actuar en conciencia (…) el poder legislativo es como si no existiese (…) caminamos hacia un totalitarismo (…) la única finalidad es mantenerse en el poder. Pero ¿para qué existe el poder sino para el servicio del bien común? (…)

Si alguien es amnistiado y encima dice: ‘Y lo pienso seguir haciendo’, (…) ¿Qué valor de reconciliación tiene? (…) Estamos en una pandemia de adicción al poder (…) el fin justifica cualquier medio«.

Doncs molt bé el sr. bisbe Munilla, que conoce muy bien el nacionalismo. Els bisbets catalans no n’han dit res. Però no pateixen, que aviat potser faran una carteta de les seves recolzant l’amnistia, como cualquier cosa que les digan de la Generalitat, que ya sabemos que la regla del sr. cardenal Omella es actuar en todo según «qué dirá la prensa». No és cap problema: en este tiempo de comunicaciones, los católicos catalanes encontramos la palabra que necesitamos escuchando a otros obispos.

Omella ya no preside la Conferencia Episcopal y está de salida. No ha deixat quasi bé res com a herència. Menos fe, menos católicos, más obispos nacionalistas, como los de Tarragona y Gerona. Mal camí. No obstante, el hoy presidente de la Conferencia Episcopal, el obispo de Valladolid Luis Argüello, también comentó en noviembre que «la amnistía podría ser valiosa si fuera recíproca, y los amnistiados renunciaran a un proceso ilegal y unilateral, si fuera fruto de un acuerdo con mayoría cualificada, si no amparase la violencia contra las personas. Si no es así, amenaza a la convivencia a la que dice servir«.

Tinguem-ho clar. La amnistía no solo es quiebra el imperio de la ley y la igualdad ante la ley de todos los españoles. Sobre todo es inmoral.

Quin fàstic de polítics.

Dolça i immoral Espanya…

Categories: Alma, Dando el golpe

Tags: Amnistía, José Ignacio Munilla