¿Ha leído el rapapolvo de JD Vance a las élites europeas?

Els mitjans de Catalunya treuen fum… o salfumant.

Parece mentira, pero tras 45 años de votar algo casi cada año muchos españoles votan lo que les dicen en los medios, que están comprados (sí, literalmente, con subvenciones, publicidad y suscripciones) por los políticos. Así es la idolatrada «democracia que nos hemos dado», que está produciendo tan buenos resultados en nuestra convivencia, i que si no regenerem a fons aviat arribarem a la democràcia totalitària que profetizaron Alexis de Tocqueville y Jacob Talmon.

No es solo un problema de Cataluña o de toda España: es un problema de toda Europa, donde unas élites que nadie ha elegido toman decisiones que nadie ha votado y erosionan nuestras libertades, derechos, soberanía y bien común, mentre ens fan creure amb els seus mitjans de comunicació que vivim en un paradís on fins i tot podem decidir si som homes o dones amb només voler-ho, matarnos o hasta matar a nuestros hijos antes de nacer. Si viniera un marciano vería las cosas más claras que nosotros, demasiado cegados ya por la niebla ideológica que nos suministran esas élites.

I ara ve algú i ho diu.

James Donald Vance tiene 40 años. Padres separados, pobre, criado por sus abuelos, admirador de su piadosa, malhablada y arrepentida asesina abuela, madre drogadicta, marine en Irak, licenciado en Derecho en Yale, empresario, escritor, periodista, senador, casado con una mujer de raza india, padre de 3 hijos, converso al catolicismo. Y el tercer vicepresidente más joven de la historia de los EE.UU.

Esta semana estuvo en Múnich para participar en la Conferencia de Seguridad. En 18 minutos dijo en la cara de la élite de la Unión Europea lo que cap líder -excepte sant Joan Pau II i Benedicto XIV- ha gosat dir-los mai. Un discurso claro, directo, valiente, certero y para memorizar. Los medios europeos se han desgarrados las vestiduras, els partits ploren, i els llepasubvens s’histeritzen. Su discurso hegemónico se ha roto, les han dicho que van en pelota.

Es muy divertido leer estos días la prensa sistémica. Desde La Vanguardia a El País, El Mundo, ABC, La Razón, El Periódico… columnistes histèrics, julianes atacats, opinadors plorant. Un espectáculo. Esto es lo que dijo Vance:

«Uno de los temas que quería abordar hoy es, por supuesto, nuestros valores compartidos. Y, sinceramente, es un placer estar de vuelta en Alemania. Como mencionaron antes, el año pasado estuve aquí como senador de los Estados Unidos. Vi al secretario de Relaciones Exteriores, David Lammy, y bromeamos sobre cómo, hace apenas un año, ambos teníamos trabajos diferentes. Pero ahora ha llegado el momento de que todos nosotros, quienes hemos recibido el privilegio del poder político por parte de nuestros pueblos, lo usemos con sabiduría para mejorar sus vidas.

Quiero decir que he tenido la fortuna de pasar algún tiempo fuera de las paredes de esta conferencia en las últimas 24 horas, y me ha impresionado profundamente la calidez y hospitalidad de la gente. Todo esto, por supuesto, en medio del impacto por el atroz ataque ocurrido ayer. La primera vez que estuve en Múnich fue en un viaje personal con mi esposa, quien me acompaña hoy. Siempre he sentido un gran aprecio por esta ciudad y su gente.

Solo quiero expresar que estamos profundamente conmovidos. Nuestros pensamientos y oraciones están con Múnich y con todas las personas afectadas por esta terrible tragedia. Estamos con ustedes, los apoyamos y sin duda estaremos pendientes de ustedes en los días y semanas por venir.

Nos reunimos en esta conferencia, como es habitual, para hablar sobre seguridad. Normalmente, cuando hablamos de seguridad, nos referimos a amenazas externas. Veo aquí a muchos grandes líderes militares. Y, si bien la administración Trump está profundamente comprometida con la seguridad en Europa y cree que es posible alcanzar un acuerdo razonable entre Rusia y Ucrania, también consideramos fundamental que, en los próximos años, Europa asuma un rol más destacado en su propia defensa.

Sin embargo, la mayor amenaza que me preocupa respecto a Europa no proviene de Rusia, ni de China, ni de ningún otro actor externo. Lo que realmente me inquieta es la amenaza interna: el retroceso de Europa en algunos de sus valores más fundamentales, valores que comparte con los Estados Unidos.

Me sorprendió ver que un excomisario europeo apareció recientemente en televisión y parecía encantado de que el gobierno de Rumania hubiera anulado por completo una elección. Advirtió que, si las cosas no salen como se espera, lo mismo podría ocurrir en Alemania.

Para los oídos estadounidenses, declaraciones tan despreocupadas resultan impactantes. Durante años se nos ha dicho que todo lo que financiamos y apoyamos se hace en nombre de nuestros valores democráticos compartidos. Desde nuestra política en Ucrania hasta la censura digital, todo se presenta como una defensa de la democracia. Pero cuando vemos a tribunales europeos anulando elecciones y a altos funcionarios amenazando con hacer lo mismo en otros países, debemos preguntarnos si realmente estamos manteniendo un estándar lo suficientemente alto. Y digo «nosotros» porque creo firmemente que estamos en el mismo equipo.

No basta con hablar de valores democráticos; debemos vivirlos. Dentro de la memoria viva de muchos en esta sala, la Guerra Fría enfrentó a los defensores de la democracia contra fuerzas mucho más tiránicas en este continente. Y pensemos en qué lado de esa lucha censuraba a disidentes, cerraba iglesias y anulaba elecciones. ¿Eran los buenos? Ciertamente no.

Y gracias a Dios, perdieron la Guerra Fría. Perdieron porque no valoraban ni respetaban las extraordinarias bendiciones de la libertad: la capacidad de sorprender, de cometer errores, de inventar, de construir. Al final, no se puede imponer la innovación ni la creatividad, del mismo modo que no se puede obligar a las personas a pensar, sentir o creer de cierta manera. Y creemos que todo esto está profundamente relacionado.

Lamentablemente, cuando miro a Europa hoy, a veces no está tan claro qué pasó con algunos de los vencedores de la Guerra Fría.

Miro hacia Bruselas, donde los comisarios de la Comisión Europea han advertido a los ciudadanos que planean cerrar las redes sociales en tiempos de disturbios civiles, en cuanto detecten lo que consideran “contenido de odio”. O incluso a este mismo país, donde la policía ha llevado a cabo redadas contra ciudadanos sospechosos de publicar comentarios antifeministas en internet, bajo el argumento de “combatir la misoginia” en línea.

Miro a Suecia, donde hace apenas dos semanas el gobierno condenó a un activista cristiano por participar en quemas del Corán que terminaron con el asesinato de su amigo. Y, como señaló escalofriantemente el juez en su caso, las leyes suecas que supuestamente protegen la libertad de expresión no otorgan, y cito, un “pase libre” para decir o hacer cualquier cosa sin arriesgarse a ofender al grupo que sostiene esa creencia.

Y quizás lo más preocupante de todo: miro hacia nuestros queridos amigos del Reino Unido, donde el retroceso en los derechos de conciencia ha puesto las libertades básicas, especialmente las de los británicos religiosos, en la mira.

Hace poco más de dos años, el gobierno británico acusó a Adam Smith-Connor, un fisioterapeuta de 51 años y veterano del ejército, de cometer el “crimen” de permanecer de pie, en silencio, a 50 metros de una clínica de abortos, rezando por tres minutos. No obstruyó a nadie, no interactuó con nadie, simplemente oró en silencio.

Cuando los agentes de la ley lo vieron y le preguntaron qué estaba rezando, Adam respondió que lo hacía por su hijo no nacido, el mismo al que él y su expareja habían abortado años atrás. Pero los oficiales no se conmovieron. Adam fue declarado culpable de violar la nueva Ley de Zonas de Exclusión del gobierno, que penaliza la oración silenciosa y cualquier otra acción que pueda influir en la decisión de una persona dentro de un radio de 200 metros de una clínica de abortos. Como castigo, fue condenado a pagar miles de libras en costos legales a la fiscalía.

Ojalá pudiera decir que esto fue un caso aislado, un error puntual, un ejemplo extremo de una ley mal redactada aplicada contra una sola persona. Pero no.

El pasado octubre, hace apenas unos meses, el gobierno de Escocia comenzó a distribuir cartas a ciudadanos cuyas casas se encuentran dentro de las llamadas “zonas de acceso seguro”, advirtiéndoles que incluso rezar en privado dentro de sus propios hogares podría constituir una violación de la ley. Y, como era de esperarse, el gobierno instó a los ciudadanos a denunciar a sus vecinos si sospechaban que eran culpables de un «delito de pensamiento», tanto en el Reino Unido como en toda Europa.

Temo que la libertad de expresión está en retroceso. Y, en aras del humor, mis amigos, pero también en aras de la verdad, debo admitir que algunas de las voces más fuertes a favor de la censura no han venido solo de Europa, sino también de mi propio país. La administración anterior presionó y amenazó a las redes sociales para que censuraran lo que calificaban de “desinformación”.

Desinformación como, por ejemplo, la idea de que el coronavirus probablemente se filtró de un laboratorio en China. Nuestro propio gobierno alentó a empresas privadas a silenciar a quienes se atrevieran a decir algo que, al final, resultó ser una verdad evidente.

Por eso, hoy no solo vengo con una observación, sino con una propuesta. Así como la administración Biden parecía desesperada por silenciar a quienes expresaban libremente sus ideas, la administración Trump hará exactamente lo contrario. Y espero que podamos trabajar juntos en ese propósito.

En Washington, hay un nuevo líder en el poder. Y bajo el liderazgo de Donald Trump, podemos no estar de acuerdo con sus opiniones, pero defenderemos su derecho a expresarlas en el espacio público. ¿Están de acuerdo o en desacuerdo?

Lo cierto es que hemos llegado a un punto en el que la situación se ha deteriorado tanto que, en diciembre pasado, Rumania simplemente anuló los resultados de una elección presidencial basándose en sospechas débiles de una agencia de inteligencia y bajo una enorme presión de sus vecinos continentales.

Hasta donde entiendo, el argumento fue que la desinformación rusa había contaminado las elecciones rumanas. Pero yo les pediría a mis amigos europeos que tengan un poco de perspectiva. Se puede considerar que está mal que Rusia compre anuncios en redes sociales para influir en sus elecciones. Nosotros ciertamente lo creemos. Incluso pueden condenarlo en foros internacionales.

Pero si su democracia puede ser destruida con apenas unos cientos de miles de dólares en publicidad digital desde un país extranjero, entonces no era muy fuerte para empezar.

La buena noticia es que creo firmemente que sus democracias son mucho más sólidas de lo que algunos parecen temer. Y realmente creo que permitir a los ciudadanos expresar libremente sus ideas las hará aún más fuertes.

Lo que, por supuesto, nos trae de vuelta a Múnich, donde los organizadores de esta misma conferencia han prohibido la participación de legisladores de partidos populistas, tanto de izquierda como de derecha, en estos debates.

Una vez más, no tenemos que estar de acuerdo con todo lo que se dice, ni siquiera con una parte. Pero cuando los líderes políticos representan a una parte importante de la sociedad, es nuestra responsabilidad, al menos, abrir el diálogo con ellos.

Para muchos de nosotros al otro lado del Atlántico, esto cada vez se parece más a viejos intereses enquistados que se esconden detrás de términos heredados de la era soviética, como «desinformación» y «misinformación», simplemente porque no les gusta la idea de que alguien con una visión alternativa pueda expresar una opinión diferente o, Dios no lo quiera, votar de otra manera, o peor aún, ganar una elección.

Ahora bien, esta es una conferencia de seguridad, y estoy seguro de que todos llegaron aquí preparados para hablar sobre cómo planean aumentar el gasto en defensa en los próximos años, alineándose con alguna nueva meta. Y eso es excelente, porque, como el presidente Trump ha dejado muy claro, él cree que nuestros amigos europeos deben asumir un papel más importante en el futuro de este continente.

No es solo una cuestión de «reparto de la carga», aunque puede que no les guste escuchar ese término. Pero creemos que si estamos en una alianza compartida, es fundamental que Europa dé un paso al frente, mientras Estados Unidos se enfoca en otras regiones del mundo que enfrentan un gran peligro.

Pero también quiero hacerles una pregunta: ¿cómo pueden siquiera empezar a pensar en estos presupuestos si no tienen claro qué es exactamente lo que están defendiendo?

En mis muchas conversaciones aquí, he escuchado bastante sobre las amenazas de las que deben protegerse, y por supuesto, eso es importante. Pero lo que me ha parecido menos claro, y creo que también para muchos ciudadanos de Europa, es qué es exactamente lo que están defendiendo.

¿Cuál es la visión positiva que inspira este pacto de seguridad compartido, que todos coincidimos en que es tan importante?

Creo firmemente que no puede haber seguridad si se teme a las voces, opiniones y conciencias que guían a su propio pueblo. Europa enfrenta muchos desafíos, pero la crisis que atraviesa en este momento —la crisis que, de hecho, creo que todos enfrentamos juntos— es una crisis creada por nosotros mismos.

Si están huyendo de sus propios votantes, no hay nada que Estados Unidos pueda hacer por ustedes. Y, en ese sentido, tampoco hay nada que ustedes puedan hacer por el pueblo estadounidense que me eligió a mí y eligió al presidente Trump. Para lograr cualquier cosa de valor en los próximos años, necesitan mandatos democráticos sólidos.

¿No hemos aprendido nada de los efectos de los mandatos débiles? Pero hay mucho que se puede lograr con el tipo de mandato democrático que, estoy convencido, vendrá de ser más receptivos a las voces de los ciudadanos.

Si quieren economías competitivas, energía asequible y cadenas de suministro seguras, necesitan la legitimidad de un mandato claro para gobernar, porque todas esas cosas requieren tomar decisiones difíciles.

Y, por supuesto, eso lo sabemos bien en Estados Unidos. No se puede ganar un mandato democrático censurando a los opositores o encarcelándolos. Ya sea el líder de la oposición, una humilde cristiana rezando en su casa o un periodista intentando informar. Tampoco se puede ganar ignorando la voluntad del electorado en cuestiones fundamentales, como quién tiene el derecho de formar parte de nuestra sociedad.

Entre todos los desafíos urgentes que enfrentan las naciones aquí representadas, creo que ninguno es más crítico que la migración masiva. Hoy, casi uno de cada cinco habitantes de este país nació en el extranjero. Es un nivel histórico. Y, por cierto, ocurre lo mismo en Estados Unidos, donde también estamos en un máximo histórico.

El número de inmigrantes que ingresaron a la Unión Europea desde países no pertenecientes a la UE se duplicó entre 2021 y 2022. Y, por supuesto, esa cifra ha seguido aumentando desde entonces.

Sabemos cuál es la situación. No surgió de la nada. Es el resultado de una serie de decisiones conscientes tomadas por políticos de todo el continente y otras partes del mundo a lo largo de una década. Ayer, en esta misma ciudad, vimos las terribles consecuencias de esas decisiones. Y, por supuesto, no puedo mencionarlo sin recordar a las víctimas de este trágico ataque, personas que vieron arruinado un hermoso día de invierno en Múnich. Nuestros pensamientos y oraciones están con ellas y seguirán estándolo.

Pero la pregunta es: ¿por qué ocurrió esto en primer lugar?

Es una historia desgarradora, pero lamentablemente demasiado común en Europa y, cada vez más, en Estados Unidos. Un solicitante de asilo, a menudo un joven de unos 25 años, con antecedentes conocidos por la policía, embiste su auto contra una multitud y destroza una comunidad. ¿Cuántas veces más debemos sufrir tragedias como esta antes de cambiar el rumbo y llevar nuestra civilización en una nueva dirección?

Ningún votante en este continente fue a las urnas para abrir las puertas a millones de inmigrantes sin control. Pero, ¿saben por qué sí votaron? En Inglaterra, votaron por el Brexit. Se puede estar de acuerdo o no, pero votaron por ello. Y, en toda Europa, cada vez más ciudadanos eligen líderes que prometen frenar la inmigración descontrolada.

Ahora bien, coincido con muchas de estas preocupaciones, pero no es necesario que estén de acuerdo conmigo.

Lo que creo es que a la gente le importan sus hogares. Les importan sus sueños. Les preocupa su seguridad y su capacidad para salir adelante y garantizar el bienestar de sus hijos.

Y la gente es inteligente. Creo que esta es una de las lecciones más importantes que he aprendido en mi breve tiempo en la política. A diferencia de lo que algunos dicen —quizás unas montañas más allá, en Davos— los ciudadanos de nuestras naciones no se ven a sí mismos como meros engranajes intercambiables de una economía global. No es de extrañar, entonces, que no quieran ser tratados como piezas que pueden moverse sin consecuencias o ser ignorados sistemáticamente por sus líderes.

La democracia existe precisamente para resolver estas grandes cuestiones en las urnas.

Desestimar a las personas, ignorar sus preocupaciones o, peor aún, cerrar medios de comunicación, cancelar elecciones o excluir a la gente del proceso político no protege nada. De hecho, es la manera más rápida de destruir la democracia.

Expresarse y opinar no es una interferencia electoral, incluso cuando esas opiniones provienen del extranjero o de personas muy influyentes. Y lo digo con humor, pero también con seriedad: si la democracia estadounidense ha sobrevivido diez años de los discursos de Greta Thunberg, ustedes pueden soportar unos meses de Elon Musk.

Lo que ninguna democracia —ni la estadounidense, ni la alemana, ni la europea— puede sobrevivir, es decirles a millones de votantes que sus pensamientos, sus preocupaciones, sus aspiraciones y sus llamados a un cambio no valen la pena ni siquiera ser considerados.

La democracia se sostiene sobre un principio sagrado: la voz del pueblo importa. No hay espacio para muros ni filtros que limiten su alcance. O se defiende el principio, o no.

Los ciudadanos europeos tienen voz. Los líderes europeos tienen una elección. Y creo firmemente que no hay razón para temerle al futuro.

Abracen lo que su gente les dice, incluso cuando sea sorprendente, incluso cuando no estén de acuerdo. Y si lo hacen, podrán enfrentar el futuro con certeza y confianza, sabiendo que la nación está detrás de cada uno de ustedes. Y eso, para mí, es la gran magia de la democracia. No está en estos edificios de piedra ni en los hermosos hoteles. No está ni siquiera en las grandes instituciones que construimos juntos como sociedad compartida.

Creer en la democracia es entender que cada uno de nuestros ciudadanos tiene sabiduría y tiene voz. Y si nos negamos a escuchar esa voz, incluso nuestras luchas más exitosas conseguirán muy poco. Como dijo el Papa Juan Pablo II, en mi opinión, uno de los campeones más extraordinarios de la democracia en este continente o en cualquier otro: “No tengan miedo”. No debemos tenerle miedo a nuestra gente, incluso cuando expresen opiniones que no coinciden con sus líderes.

Gracias a todos. Buena suerte a todos ustedes. Que Dios los bendiga».

Els hi sona, oi?

És la història de Catalunya i tota Espanya en els darrers 45 anys.

Dolça i alliçonada Europa…



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27 comentarios

  1. » Lo que realmente me inquieta es la amenaza interna: el retroceso de Europa en algunos de sus valores más fundamentales»

    He aquí el quid de la cuestión.

    Es en esta frase del discurso de Vance ,a mi parecer, donde se denuncia sin tapujos la deriva woke con la consecuente pérdida de valores y el peligro que ello supone, tanto en Europa como en U.S.A.,y el gobierno de Trump no lo va a permitir, le pese a quien le pese. Se acabó la tontería. Y en eso coincide con Putin.

  2. Estoy dudando, he escuchado dos excelentes discursos este año y no se por cual de ellos decantarme:

    – el de Milei en Davos
    – el de Vance en Munich

    El caso es que yo no puedo decir cual es mejor porque me parecen complementarios, el de Milei por ponernos delante del espejo inflacionario al que conduce nuestra estúpida economía y el de Vance porque nos pone delante del abismo al que conduce nuestra pérdida de valores.

    En cualquier caso los medios-mediáticos han atacado a ambos, parece que no les gusta que les digan que «el rey va desnudo». Y, sin embargo, a mi me parece que tanto uno como otro son excelentes amigos de Europa: sólo los buenos amigos se atreven a decirte las verdades, a recordarte que eres humano y puedes morir en cualquier momento, a recomendarte que no sigas por el camino equivocado.

    En cualquier caso Vance ha demostrado que conoce, como Milei, a la perfección cuales son los problemas de Europa y ha defendido sus tesis con argumentos bien estructurados.

    Esto me lleva a replantearme mi opinión de Trump. Antes de su primer mandato no le conocía y alucinaba por las controversias que levantaba, durante su mandato no encontré que sus medidas fueran nada perjudiciales así que seguí en la equidistancia: «no sabe no contesta». Ahora, tras su aplastante victoria (parece que desde 1928 no había habido una victoria tan rotunda en los Estados Juntitos) y la elección de unos colaboradores tan capaces tengo que decir que me parece, políticamente hablando (en lo personal no deja de parecerme un showman), un buen líder, como Milei: Sólo los buenos líderes se rodean de personas competentes, válidas, capaces, y mejores que ellos mismos. Los malos líderes, de los que tenemos buenos ejemplos en España, sólo saben rodearse de incapaces y lamebotas.

    Me encantó cuando Vance dijo: Han aguantado a Greta muchos años, ¿no pueden aguantar 4 a Musk?
    Pues eso, que se aguanten los medios-mediaticos.

  3. El Espíritu está de moda! Hace falta!

  4. Ahora el proabortista Macron convoca con carácter de urgencia a todos los líderes europeos, básicamente para oponerse A Trump. Y no es un asunto menor que el presidente de Francia tenga entre ceja y ceja que el aborto sea un derecho fundamental en toda la Unión Europea, cosa que ya ha conseguido en su país.
    Y viene Vance a Europa, vicepresidente de EEUU, a defender el derecho a la vida y la libertad de expresión como principios fundamentales.
    Ucrania es la excusa, lo dijo muy bien Vance: el problema no es Rusia , lo tiene ustedes dentro, son dos modelos bien opuestos, el centro derecha europeo debe posicionarse o se está con Macron y Sánchez, presto a secundarle, o se está con Trump y Vance.
    Por cierto, el «demócrata» Zelenski acaba de sancionar al líder opositor Poroshenko y a unos cuantos opositores más, se vienen elecciones en Ucrania. Todo lo cual confirma, más si cabe, el diagnóstico de Vance.

    • Está muy claro. El Centroderechaizquierda, el Centrocuentismo, está con Macron+Sánchez con Merkel, con los del «stock de coque» esta, por la, guerra, entre rusos y ucranianos, esta por los tapones en las botellas y no por la agricultura, ganadería, pesca.

  5. ¡VANCE VENCE!
    Desde hace años, este pobre loco que aquí escribe intenta advertir de lo que viene. No porque sea más listo, son años de entrar en sus webs y leer sus memorándums, y sí, dan miedo. Tienen una agenda muy antigua y la intentan cumplir al pie de la letra. De hecho todo se ha ido cumplimiento de forma terrorífica. Un ejemplo es la secesión «por sus webs» de Cataluña. Es una apisonadora que no respeta la constitución ni la mínima decencia, pero todo se ha ido cumpliendo.
    Vance vino, vio y venció. Explica verdades en Múnich y entonces todo parece adquirir un marchamo de «cierto» que espero que cale y despierte a muchos zombis. La información que maneja el equipo de inteligencia Trump es veraz, y claro, coincide con lo que se advertía. Os comunico las siguientes paradas de este tren al infierno del globalismo, si os parece:
    -No, Europa no es una democracia. El NOM SIEMPRE es DICTATORIAL. No se plantean otra posibilidad. La violencia policial masiva contra las masas no se ha usado por una simple razón: Las poblaciones europeas son demasiado estúpidas, ranas hervidas, zombies ciegos.
    -Su modelo social es el chino, pero más duro.
    -Su modelo económico será una dictadura en la que los poderosos se apoderarán de las instituciones, las gestionarán ellos y nos explotarán. Los líderes políticos tradicionales (presidentes, monarcas) no pintarán nada, ya que la mayoría de estos líderes son gente de su organización globalista y/o masona (¿Nos va sonando?). El WEF ya ha dejado bien CLARITO que en cuanto ellos manejen el poder, NO HABRÁ SISTEMA DE PENSIONES ni COBERTURA SOCIAL (¿Tampoco nos suena el estado en que van dejando el sistema público?)
    -Kalergi «on fire», destrucción de los valores nacionales propios. Habrá una suerte de cataclismo social, de genocidio interno, de pillaje absoluto, de los seresdelus contra los propios que los acogieron. Provocar esto es muy fácil, sólo hay que eliminarles las subvenciones. Muchos son europeos y ni siquiera pueden ser regresados a África o medio oriente. Además serán MAYORÍA.
    -Debido al punto anterior se impondrá un régimen de hipervigilancia tecnológica.
    -Destrucción del sector primario, acaparamiento total y gratis de loa recursos naturales nuestros, destrucción de la clase media (la inflación siempre les funciona), eliminación del coche y la movilidad (el eléctrico obedecerá a una red global), Viajes en avión serán restringidos y sólo se nos permitirá el tren. La IA sustituirá a médicos, abogados y jueces, maestros, miles de empleos se destruirán. Sobrará gente.
    -El punto anterior nos conduce a una despoblación muy pronunciada. La mortalidad irá subiendo, la natalidad bajando, y nadie dirá nada.
    -La disolución de las naciones es prioritaria, en en zonas contaminadas con el veneno nazionalista, lo azuzan hasta el extremo. Lo de 2017 fue nuestro Maidán, todo pagadito por la CIA y la masonería Anglo. La cantidad de subnormales que pican de uno y otro lado es increible. LAs consecuencias de este hostigamiento contra el espíritu nacional solo puede acarrear graves desgracias futuras, cosa que al NOM le interesa por agenda. El sufrimiento humano no les importa. Son luciferinos.
    -EL dinero físico será eliminado, la propiedad eliminada será erradicada para los pobres. Expropiarán nuestros bienes por el «bien común» (la voluntad general de Russeau).
    -Este tipo de salvajadas serán justificadas mediante una serie de operaciones de terror, como el uso de armas biológicas, armas químicas dispersadas en la atmósfera para «enfriar el clima», y todo tipo de creencias ultradañinas como el wokisme social, el wokismo ambiental, el terror climático, meteoritos, ufos… lo que haga falta. Los borregos han demostrado ya demasiado borreguismo. Trump es una ocasión para provocar algo, una victoria, aunque sea temporal.

    • ¿Se apoderarán?, creo que ya lo han hecho. En nombre de quién implantan la maldita agenda 2030, el cuento del cataclismo climático, o «el pacto verde?, ¿en qué programa llevaban estos cabro…s lo de hacer desaparecer el motor de explosión, o como cuando querían hacer desaparecer las centrales nucleares (como hizo la Merkel, que Dios confunda, con Alemania)?, ¿a cambio de qué ventajas?, ¿a quién beneficia que Europa se desprenda de la gran ventaja tecnológica de los automóviles con motor de explosión?, ¿al planeta? ¡JA!. Como si los países que más contaminan (como China) estuvieran en otro planeta. ¿Por qué prescindir de la energía nuclear, que no contamina es mas eficiente que ninguna y mas barata?, ¿a cambio de qué?, ¿de que por cada central de carbón destruida en Europa China construya 100?. Hay que ser muy merluzo para no darse cuenta de cosas tan simples. ¿Quién financia a los grupos ecolo-jetas?, ¿por qué los políticos se dejan influenciar por ellos?. En Alemania, el partido de los verdes es de extrema izquierda, sustituye al partido comunista (prohibido allí). Y con esos y los socialistas pacta el PPP (Partido Popular Plurinacional). ¡Hay que despertar de una vez!

  6. Tengo una duda. A ver si alguien me responde. ¿Vance leyó el discurso, al estilo de los «cabezas huecas» europeos coronados, o no, a cual más tonto, o hablaba y hablaba, solo con un guioncito en el atril?

    • Por lo visto no lo leyó.

      Lo tenía preparado de casa.

      • O sea, que eso que hizo el exalcohólico Vance no lo saben hacer los «preparaos» elegidos o no por el pueblo, con tanto traje a medida, tanto asesor, tanto estado mayor alrededor suyo, tanto marketing, tanta, sonrisa, tantos estudios, tanto uniforme y tantas chapas, tanto coche y escoltas, tanto avión oficial… Y llega un ex marine, ex alcohólico y ex lo que sea y les canta las cuarenta a todos esos botarates… ¡¡Estamos apañaos!!

  7. Al centroderechaizquierda, de Guatemala a Gatelomismo, a, la Progredumbre y al Centrocuentismo, les ha sentado muy mal este, discurso. En este caso señal de que rl discurso es correcto y acertado. Eurócratas id espabilando, vuestro tiempo se acaba…

  8. Refrescantes palabras de sentido común.

  9. El discurso fue brutal y se ha viralizado en las redes, para desgracia de los burrócratas de la UE., impuestos por China, por Rusia, y por el Islam.

    Que la UE apesta lo demuestra, los picos pero entusiastas aplausos, que los eurodipvtados europeos de Patriotas, le dedicaron.

    El resto a tratar quina por oír que les llamen lo que son en su P* cara. Pero se les pasa contando fijos de billetes.

  10. Brillantísimo discurso el de Vance, sin leer las ideas de otros, desinhibido porque lo que dijo sale de sus profundas convicciones. Un verdadero terremoto para nuestra clase política lo que en inglés creo que se llama el establishment europeo que no deja de ser un mercado persa donde se reparten el pastel, y se negocian votos y prebendas, porque sin esas profundas convicciones y desde el abandono y menosprecio a las profundas raíces cristianas del Europa no puede construirse nada sólido ni perdurable.
    Haría bien el PP en tomarse en serio el cambio político que viene y bajo ningún concepto alinearse con el PSOE contra Trump, hay una vía intermedia a VOX a explorar. Por cierto, ¿ha cesado ya el PP de sus cargos al deslenguado de González Pons que faltó el respeto a Trump y a la iglesia católica?. Como ciudadano o afiliado de base Pons puede decir cuanto quiera, como representante del PP lo que dijo es inadmisible.
    Señor Vance, dese una vuelta por España, porque todo lo que usted denunció se cumple al ciento por ciento en nuestro país.

  11. Se atribuye a Ernesto Hemingway aquello de: Soy el escritor más destacado de EE.UU porque aquí solo hay yanquis lanzado las estupideces de los nuevos ricos. El discurso de este ex alcohólico Donald Vance, contra la UE, el otro día, aunque los directivos de la UE merecen por ingenuos un rapapolvos, no deja de ser un atrevimiento donde la soberbia y la prepotencia demuestran que este nuevo intento de avasallar el planeta va en serio, aunque vayan a ser ellos los primeros que revientan. Tienen miedo a China, que poco a poco les come el terreno y con grandilocuencia, el zumbado y apasionado del dinero, más que un judío de Trump saca agallas del vacío, removiendo los cimientos que desde la II guerra Mundial, aliado con los banqueros judíos, arrebataron el liderazgo a UK para ser ellos los mandamases del universo plantando revoluciones donde los rechazaban y vendiendo armamentos a todo tipo de terrorismo.
    Pero todo se acaba o se deja a un lado como le dijo San Agustín al niño que con una cocha intentaba vaciar el mar.

    • ¿Se puede opinar sin faltar al respeto? ¿a qué viene eso de el ex-alcoholico Vance? Juzgue, si quiere o puede, si el discurso que dijo Vance tiene enjundia y profundidad o no, si es desacertado o no, pero lo de ex alcohólico es un golpe bajo muy propio del estilo que practica el entorno sanchista.

      • «Pablito» es un bot ¿No lo veis?
        Mezcla churras con merinas, y que sí pero no, lanza una cita manida, y que si el planeta se muere pero quizá no. Esta IA está programada para atacar a Trump desde un punto de vista moderado. Introduce ligeros errores ortográficos y de expresión para que cuele, pero no pasa mi test «Voight-Kampff» particular.

        Nunca os responderá.

      • Pablito clavó un clavito. ¿Qué clavito clavó Pablito?.

        Como dice Aggelos nunca responderá, no se puede conversar con las IA, no razonan.

        Preguntad a cualquier IA quién dijo la siguiente frase:

        «Las latas vacías hacen más ruido que las llenas, como los cerebros».

        Os dirán que fue Platón y os podréis partir de risa contestando que ni pajolera idea, que en la época de Platón las latas no existían.

    • China, es más peligrosa, q, Rossevelt, Hitler, Stalin y Churchill juntos. Y lo q tenemos dentro de, Europa, es, aún peor que China. Si Vance fue alcohólico (? ¿) pues enhorabuena, por, dejar de serlo.

  12. Espléndido discurso, sin recovecos. Lo que ya nada sorprende son los titulares y editoriales de los diarios españoles y europeos. Aquí tenemos a un presidente de gobierno insultando cada día a la administración americana y unos medios de derechas (El Mundo, ABC, COPE, La Razón…..) siendo más incisivos y odiadores que el propio Sánchez. Éste es el drama en España, la derecha totalmente desmontada, dividida y sin sentido. El inquilino de Moncloa, cada día brinda con cava llegado de Waterloo ante tal panorama.

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