Cal una alternativa d’esquerres (i d’esquena) al nacionalisme.
Izquierda Española se presenta hoy a las 18:00h en el Centro Cívico de San Andrés. Podria ser, si ho fa bé, la resurrecció del moviment que va aplegar Ciutadans: un partit d’esquerres que planti cara al nacionalisme i les seves txatxes del PSC. Ciertamente debe corregir su revenido marxismo y sus exageraciones decimonónicas, actualizando su ideario para no sonar carcamal. Però aquest és el camí. De momento los participantes catalanes como Sergio Sanz o Javier Pulido (el padre de Canet) són dolços de pedra picada.
Allí estaremos esta tarde.
Dolça i renovada Catalunya…
Categories: Resistiendo
Esta dicotomía de «izquierda y derecha» no tiene ningún sentido.
Demos una oportunidad a los nuevos partidos políticos. Sean de izquierdas o de derechas. No opinemos antes de ver.
De izquierdas no quiero ni la manga izquierda. Esta gente se morirá por pactar con el PSOE si puede.
Este nuevo partidillo es una estafa, otra estafa.
Soy obrero y las izquierdas nunca me han representado.
Eso es que eres poco marroquí…
¿Has probado vistiendo chilaba?
¡Uf! Las izquierdas. Monty Python ya lo reflejó muy bien en «la vida de Brian».
Que conste que pienso que términos «derecha-izquierda» sólo indican un desequilibrio brutal e intolerable.
Lo cierto es que tanto en la derecha o en la izquierda más radicales, puede haber ideas válidas, al menos ideas que, objetivamente, han funcionado.
Por ejemplo: La idea de que los servicios básicos como energía, comunicaciones, sanidad, correos y transportes, sean públicos y eficientes (y baratos), no es mala aunque te tachen a la vez de bolivariano y de Franquista (¿Veis que locura?). La idea de proteger la propiedad privada seas un banco o un particular, o de bajar impuestos para que la economía crezca SON BUENAS. Un legislativo-ejecutivo-JUDICIAL independientes, potentes y auditados es BUENA IDEA por muy socialdemócrata que sea. Un ejército poderoso y GARANTE de la constitución, de la UNIDAD NACIONAL y de los DERECHOS FUNDAMENTALES del pueblo, es ALGO FANTÁSTICO por muy facha que uno pueda parecer, así como el respeto institucional hacia el catolicismo imperante en España, la defensa de nuestras fronteras, o la «paternalista y facha» protección de la familia tradicional (lo que implica ayuda a la natalidad y poner coto al abortismo injustificado, derogar leyes de género y proteger a las víctimas de cualquier violencia familiar, ayudas a la vivienda pública, colegios públicos con educación de calidad…) por muy FRANCO que suene.
Por otro lado, desde mi lado zurdil añoro aquella libertad ochentera, sobre todo la libertad intelectual, donde uno podía leer a Nabokov, Sartre, Camus… y no pasaba nada. Libertad para, al mismo tiempo, preocuparse por los aspectos presuntamente fallidos de las religiones (TODAS LAS RELIGIONES), pero reconociendo el concepto de «religare», la sabiduría trascendental y la espiritualidad que estos credos nos aportan, sobre todo el cristianismo (es mi opinión). Libertad para hablar de las luces de la conquista, y también de sus sombras hidalgas, de las hazañas del mundo precolombino y de sus terribles tinieblas. Todo ello porque esa educación de calidad que se ha dinamitado desde hace décadas nos dota de la capacidad de medir, del sentido crítico para discernir, del escepticismo sesudo para tener una idea propia. Y eso le pese a quien le pese.
Ahora que ya sabemos tantas y tantas cosas de la naturaleza humana, no caigamos de nuevo en los oscilantes errores del péndulo social. No seamos veletas de red social. No antepongamos las consignas políticas ni los prejuicios sobre la realidad. Ella, nuestra puñetera y deliciosa amiga la realidad, es muy tozuda, y como toro bravío que es, pone a los cobardes y a los maleados en su lugar. Eso seguro.
Así que esta nueva formación va a tener que luchar, principalmente, contra el wokismo putrefacto que ha sido inyectado en vena a todos los que se consideran de izquierdas. Ya imagino ese infierno asambleario de sobacos húmedos y neuronas secas, donde, entre gritos y amenazas, se producen escisiones, abandonos… o por el contrario todo se admite por parte de los menos bravucones para pergeñar un batiburrillo indigerible por cabeza alguna.
…»desde mi lado zurdil añoro aquella libertad ochentera»…
La verdad es que durante la Transición hubo una época de libertad total en que parecía que todo era posible.
Pero no te engañes:
Lo que tu añoras es tu juventud…!como todos!
(«Juventud, divino tesoro; te vas para no volver»…
«Quant’è bella giovinezza/che si fugge tuttavia!»
Etc)
Iban bien, pero se enredaron con eso del aborto, el laicismo, lo del lgtbi…. A ver, mejorar al PSOE y Podemos y a los golpistas recalcitrantes de ERC y a los bilduetarras, no ha de ser muy difícil. Pero en los temas señalados se suelen enredar y perder los partidos izquierdosos de nuevo cuño, que suelen tratar esos asuntos de forma muy previsible: con trazo grueso y brocha gorda, si hilarán más fino…
Mejorar al PSOE y a ERC no ha puede ser muy difícil, siempre que no se metan en su mismo campo y con sus mismas armas, la ideología WOKE-humo («progresismo»), porque entonces es imposible ganarles.
Peor aún, porque al hacer eso les está respaldando ante los electores haciéndoles creer que los únicos problemas que tienen es no ser «progresista», cuando la realidad es muy otra.
La izquierda existe para que el obrero viva mejor; esto es, que tenga trabajo, que tenga casa, que pueda hablar su lengua y vivir en su cultura, tenga buenos servicios públicos que compensen su falta de dinero, viva sin temor a que le acuchillen le roben o violen a su hija…etc (como se vivía con Franco, por lo que no debería ser tan raro)
(En el caso de Barcelona, defenderla del pujolismo paleto…)
Y esto NO está pasando en España desde Felipe González ni desde Pujol.
C’s tuvo un éxito enorme, pero lo despilfarro por creerse lo que no era ni nunca debió ser. El Pueblo sabio le castigó sin sus votos (sic transit gloria mundi)
Es interesante lo que dices, pero supongo que te refieres a la izquierda clásica (la de antes, ya extinta) a la que no niego le movían ideales nobles de la igualdad, solidaridad y fraternidad y todo eso, pero los tiempos han cambiado mucho y ahora a la izquierda en la que , teóricamente, se mueve el PSOE, ERC, BIldu, Podemos (incluyo a los dirigentes de UGT y CCOO) le mueve principalmente su modus vivendi, no hay gobernante de izquierdas que no tenga uno o varios casoplones, viven a cuerpo de rey manipulando hábil y burdamente a un electorado (el suyo) que sigue pensando en tiempos pasados.
La gran apuesta de la izquierda actual es sangrarte a impuestos para que todos dependamos de papa estado, el que regala a troche y moche prebendas ( sobre todo a los de su cuerda: el enchufismo indisimulado se da por descontado y no olvidarse de subvencionar a los medios afines que propaguen su propaganda y retuerzan la historia a su antojo: el infumable relato). Electoralismo burdo, zafio, el clientelismo por bandera, por ejemplo, ahora nos quieren vender y sin cortarse un pelo, que el que no haya salido aprobado el incremento de las pensiones es culpa de PP, VOX y, sin que sirva de precedente, de Junts. La izquierda, una vez más, hace trampas al solitario.
La izquierda actual, nada que ver con el PSOE de Felipe González, necesita dividirnos, enfrentarnos, en el fango es donde mejor se mueve esa izquierda que es claramente antipatriota en el sentido elevado del término.
Defender al okupa les pone, les excita…
Dice usted: «La izquierda existe para que el obrero viva mejor; esto es, que tenga trabajo, que tenga casa, que pueda hablar su lengua y vivir en su cultura, tenga buenos servicios públicos que compensen su falta de dinero, viva sin temor a que le acuchillen le roben o violen a su hija…etc (como se vivía con Franco, por lo que no debería ser tan raro)»
Jamás la izquierda ha querido eso. Lo ha, dicho siempre pero nunca lo ha querido ni lo quiere ni lo querrá.
Encuentro más correcto denominar liberal y conservador, a la antigua usanza, porque las personas somos así, según del tema que se trate.
Y siempre, eso sí, profundamente españoles por encima de todo. Como así eran nuestros antepasados de cualquier pelaje.
A los disidentes les recuerdo que en tiempos de las dos repúblicas, habían derechas e izquierdas.
Antes llamadas conservadores y liberales, luego vino la denominación actual de derechas e izquierdas
que la encuentro muy pasada de moda, porque las personas no son monolíticas en pensamiento.
Para unas cosas te inclinas a las llamadas izquierdas y para otras a las llamadas derechas, sin olvidar el centro basculante.
No es exactamente que «las personas no son monolíticas en pensamiento», sino que la mayoría somos CLASES MEDIAS; y las clases medias tenemos unos intereses comunes (sobrevivir y prosperar)
Si tenemos las mismas necesidades, necesitaremos las mismas políticas que las satisfagan directa o indirectamente.
De ahí que haya un partido CENTRO-izquierda y un partido CENTRO-derecha que se alternan naturalmente en el poder.
CENTRO significa que no queremos ni necesitamos extremismos ni cosas raras.
El que esto no haya funcionado en España se debe al aznarismo, que en vez de hacer de oposición, se compincha con el Psoísmo para trincar y pasarnos por la piedra. Y les ha salido muy bien, todo hay que decirlo.
Llamaré izquierdas,?¿ Debe ser que hacen las cosas al revés de todo, como el Mefistofeles de Goethe? Ilusos o embaucadores ? Sobran partidos y faltan » enteros».
Les deseo el mayor de los fracasos. Si es, de izquierdas no puede, ser, español, la izquierda es antinacional y =proseparatidtas, siempre. Y no sigo que hoy me toca cocinar.
Se supone que la izquierda protege al obrero y que la derecha protege al banquero.
El que hoy los banqueros sean de izquierda y desvalijen al obrero ya te dice que hay oportunidades para el que quiera trabajar y no quiera engañar y robar.
La, izquierda, nunca, nunca, nunca protege al débil. Lo explota más.
Rafael F:
Es cierto que la izquierda nunca protege al débil. Esa es su excusa o razón de ser.
El problema es que hay más «débiles» que «fuertes», por lo que en un régimen en el que el gobierno sale en las urnas, el que pueda hacerse con el voto de los «débiles» tiene un poder inmenso.
Esto es, atraen a gente que buscan el poder por el poder.
Además enseguida se dan cuenta de que si el «débil» mejora su condición, dejan de votarles y pasan a votar la oposición; esto es, que pierden el poder.
Para más inri, los partidos de izquierda son internacionalistas o mundialistas, pero los intereses del votante están totalmente ligados a la nación que pertenecen (si la nación vive bien, ellos, que viven de fabricar y vender a su nación, viven bien).
Por eso nunca los partidos de izquierda pueden favorecer al «debil». Es imposible.
Y esa misma es la razón por la que extranjeros millonarios como Soros y sus amigos controlan el país a través de estos partidos de «izquierda».
El problema con las ideologías es que son una religión laica; pero gobernar un país es una actividad totalmente pragmática que intenta cumplir unos objetivos muy determinados: que sus votantes vivan mejor (y no que crean mejor)
Partido de izquierdas? No gracias.