El pare del prusés també recula.

Pasaba por gran estadista, “español del año”, juicioso y prudente. Muchos catalanes le tenían como guía político infalible: “ho ha dit en Pujol“. Otros, unos pocos, no se fiaron nunca. “Avui paciència i demà independència”, dice Francesc de Carreras que era el lema oculto de CiU en los años 80. Lo cierto es que se manifestó en el Programa 2000, un perfecto manual de ingeniería social para cambiar el alma de los catalanes. Gobiernos del PP, del PSOE, manos libres a Pujol durante 24 años, leyes inmorales, degradación política, corrupción galopante, tensión de la convivencia, resentimiento, odio, frustración, victimismo, egoísmo… Detrás de todo, Jordi Pujol, el hacedor de Caspalunya. 7 hijos, los 7 millonarios.

En junio de 2011 Pujol inauguró la fase separatista del nacionalismo con su conferencia-libro Residuals o independents. El 25-11-2011 Jordi Pujol activo la solución final del nacionalismo -la secesión- en una reunión secreta. Volvipo a ser el Pujol que fue siempre, el que describía a los inmigrantes andaluces como “hombres destruidos, desarraigados, poco hechos”. El extremista taimado que pasaba por prudente empezó a decir sin reparos que “no hay término medio entre laindependència y el statu quo”. Un genio del diálogo, la moderación, la concordia, la apertura, la imaginación y la construcción.

En 2014 Jordi Pujol, acorralado por la policía, confesó que había evadido varios millones en paraísos fiscales desde 1980. Sus 7 hijos son millonarios, coleccionan Ferraris, juguetean con miles de millones en islas off-shore y viven en palacetes. Hoy sabemos que “el metódico trabajo de reconstrucción” de Cataluña anunciado en 1979 se refería al patrimonio de la familia Pujol, estimado por ahora en unos 3.300€ millones. Vea lo que dice este señor en el Parlament y entienda en qué consistió el pujolismo:

Pujol se resistió a salir de la vida pública y creó un blog, la Associació Serviol, para seguir propagando la murga del nacionalismo. Allí se constata la cruel decadencia de un hombre en bucle, derrotado, hundido en el pasado, sin ideas nuevas, que repite maquinalmente lo que imaginó en los años 60 y que a la postre ha conducido a la división de Cataluña y al enriquecimiento de su propia familia.

Jordi Pujol portava 3 mesos callat, i ha decidit que volia parlar de nou en su blog. ¿Qué dice? Sus lugares comunes de siempre, fosilizados en los años 80. Se define como «nacionalista catalán» y «utopista», y arenga a los nacionalistas para que no se decepcionen con Europa, que describe como el paraíso. Eso sí: nada de decir que entre los valores que hicieron Europa está el imperio de la ley que él se ha saltado montándonos un golpe de Estado. Pero deja ir una perlita:

«Siempre es un riesgo dejarse llevar por un idealismo excesivo. Un idealismo que en el caso de Cataluña más de una vez nos ha comportado decepciones».

Quin Tartufo estàs fet, Jordi. Tu ho has muntat tot, i ara dius que era «excesivo». Díselo a los catalanes que se quedarán sin trabajo estos años por las 3.500 empresas que ya se han ido, a las familias divididas, a nuestra reputación dilapidada en todo el mundo. Díselo al Motxo que nos ridiculiza en Bruselas, a las instituciones que habéis desprestigiado, al tiempo malgastado, a los catalanes agredidos por estar libres de nacionalismo, a los padres cuyos hijos no pueden estudiar en español, a las empresas y artistas hundidos porque competían con otros subvencionados, a los catalanes que has expulsado de su tierra.

O millor: segueix parlant, que ens ajuda molt a superar la teva ideologia que està enfonsant Catalunya. Pero no te riles, hombre, que muchos creyeron en tus comedias y ahora se sienten engañados.

Dolça i pujolesca Catalunya…

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