Freixes i Varela ho veuen clar.

La catedrática Teresa Freixes y el historiador José Varela Ortega descubren en El Imparcial el propósito auténtico que oculta el expolio fiscal nacionalista que el PSOE ha firmado con los nacionalistas catalanes:

«Falsifican sus intenciones ocultándonos el verdadero propósito de un discurso de esa naturaleza: instaurar una hacienda confederal.

No son Cataluña, ni Extremadura o Canarias, quienes pagan los impuestos. Son las personas, físicas y jurídicas, presentes en tales territorios. Y quienes los reciben no son los territorios, sino las administraciones que los gobiernan. (…) estamos ante una sustitución del sujeto de soberanía que dejará de residir en el conjunto de la ciudadanía para repartirse -y centrarse- entre un número de territorios, 17 Comunidades (…). Cada uno de ellos soberanos e independientes. (…)

No es constitucional romper unilateralmente el modo de financiación autonómica constitucionalmente previsto, para comprar una (otra) investidura y el mantenimiento en el gobierno de quien lo logró también con la compra de votos. Si se quiere cambiar el sistema de financiación autonómica, es necesaria una reforma constitucional. (…) ¿Cómo van a aprobar, con los mimbres de que disponen, la necesaria ley orgánica que sustituya a la LOFCA? (…)

No es propio de sistemas federales organizar la financiación sobre desequilibrios que impiden una redistribución racional de los recursos económicos, teniendo en cuenta el principio básico de igualdad de derechos, que es intrínseco al federalismo. (…) Decimos federalismo, que no un sistema confederal, y desigual por definición, que es al que aceleradamente se camina. (…) desconocemos una constitución confederal democrática y, menos aún, estable. (…) la Constitución Federal Suiza de 1848 que liquidó el experimento confederal (…) En la reciente (desde el 2004) deriva nacionalista de la izquierda española, el estrago producido en la coherencia filosófica socialista y, por ende, en nuestro sistema democrático a la vista está. Es difícil ser socialista calculando balanzas fiscales entre territorios y confundiendo el derecho a la diferencia con la diferencia de derechos. (…)

Es una grosera equivocación pensar que al nacionalismo identitario le impresionan mucho las elecciones. Ni creen en ellas ni las respetan: el Procés consistió precisamente en un golpe de Estado en el cual se colocaban ilegalmente urnas que se rellenaban con doble y triple votos, amparados por un censo parcialmente falsificado e ilegalmente obtenido. (…) remunerar conductas socialmente agresivas y transgresoras no las inhibe; al contrario, las estimula. (…)

El mismo acuerdo PSOE-ERC incluye “buscar el cese del conflicto político” (¿no decían que ello se lograba con la amnistía?) abriendo la puerta al referéndum, crear las selecciones catalanas para romper también por ahí la unidad, dificultar todavía más el uso del español en la vida pública y privada. En suma, si no instaurar de facto la independencia, expulsar a España de Cataluña mediante la articulación de una confederación de facto. Y, si no, al tiempo».

És curiós veure tant socialista agenollat davant els burgesets nacionalistes. O potser no: des de fa dècades són la seva txatxa. Y las chachas sirven a su amo.

Dolça i esberlada Espanya…

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