La pancarta de la Marmotada que lo explica todo.
Ya explicamos que en el barómetro del CEO (el enqüestòmetre de la Gene) de marzo de 2014 -als inicis del prusés- la identidad con la que los jóvenes de entre 18 y 24 años se sentían más cómodos era la de ‘solo catalán’, seguido de la de ‘más catalán que español’ (28%) y la de ‘tanto catalán como español’ (26,7%). Ara els joves que s’identifiquen només com a catalans s’ha ensorrat, mientras que quienes tienen ambas identidades con el mismo peso se han disparado 20 puntos.
Por el contrario, las personas de 65 y más años que aseguran sentirse solo catalanas se sitúan en el 21%, con una bajada de solo 5 puntos en los últimos 10 años. Si en 2014 la gente mayor era quien menos apoyaba esta identidad con el 26% de encuestados, ahora es la franja de edad que lidera el sentimiento.
A la Marmotada es va veure clar: el nacionalismo es cosa de viejos alienados por el pujolismo, sin otra vida espiritual que la adoración de Lanació i Lallengua, coses que no interessen ningú.
El jovent volem una altra cosa. I som catalans i espanyols, com sempre.
Dolça i rejovenida Catalunya…
Categories: Huid del nacionalismo
IMPORTANTE DOCUMENTO:
RACIALISTAS CATALANES.
Enlace:
https://racialistascatalanes.home.blog/2019/12/28/razacatalana
Por desgracia, no es que los jóvenes no crean en el separatismo porque optan por causas más nobles, sino porque solo piensan en divertirse y están hipnotizados por su teléfono móvil. No les importa el separatismo porque no les importa la política. Se dejarán llevar para el lado que decidan los que de verdad mandan.
Los jóvenes participan de la misma «moralina» corrompida de sus padres y abuelos. Es muy sencillo hablar de cambios y de revoluciones, cuando cada día tienes la mesa puesta con su vajilla completa y el mantel. Cataluña jamás será un Estado por dos motivos: por la inclinación de sus gentes hacia el disfrute de los placeres mundanos, y por su indolencia hacia el sacrificio ajeno. Aquí muchos piensan que ser solidario consiste en recaudar 7500 Euros durante una noche en la Tómbola de TV3%.
Estos son los quinceañeros que encendían el mechero en los conciertos de Luis lago ( lluis Llach ), allá por los años 70, y entre estrofa y estrofa de L´estaca, metieron mano por primera vez a la parienta que tenían al lado. Se juraron amor eterno y ahora que los hijos y algunos nietos son mayores y pasan del duermeberberechos han decidido que su vida se base en una utopía que nunca llegará y que solo el alzheimer y en su cuarto de la residencia les hará olvidar, porque los hijos y nietos solo irán a verles por su cumpleaños y si los quieren mucho les cantarán una estrofa de la canción del Luis y para casa, que juega el Barça y ay que animar. Ah, y que saben que la única persona que los tratará con mas o menos cariño será la cuidadora que les cambie el pañal.
Y seguramente la cuidadora les hablará en español de Allende los mares
Es que estas personas son las que picaron con la Transición, cuando todos nos creíamos la autopropaganda del Gran Ladrón…y el tiempo es inexorable y no perdona.
Lo que pasa con estos es que se creyeron que el supremacismo catalanista era la nueva religión.
Lo que estamos viendo es una manifestación de su fe, como otros hacen procesiones o romerías.
El hecho de que chillen, se peleen a palos y quemen coches y contenedores es sólo una expresión de su fe, como otros rezan el rosario o dicen una jaculatoria.
Menos mal que el tiempo pone a todos en su sitio.
(¡No somos nadie!)
El fanatismo no evoluciona, permanece en un estado estatico, con el único variante que la fecha del calendario.
Hoy, como pienso que ha ocurrido siempre, o se vive por la mentira y es una forma de vivir, o si alguna vez ingenuamente creíste estás falsedades terminas por aborrecerlas.
El nacionalismo anticatalan se ha quedado sin estadium, sus recursos de lo ajeno es cada vez entre más piratillas o vividores a reparti, generando entre ellos, odio y pisotones y cuándo celebran sus aquelarres no pueden disimular que pierden más aceite que una aceitera corroida.
Es o debe ser muy triste ser un paria y querer vivir como las personas honestas de verdad.
No es solo fanatismo… es tambien ignoracia de la verdad… rechazo a la verdad.
Es un puñetero culto cargo
https://m.youtube.com/watch?v=hzlEPgUQcfw&pp=ygULY3VsdG8gY2FyZ28%3D
Es una secta destructiva.
Yo comprendo que haya que darle caña al separatismo y «arremetellos por todos lados», y me parece muy bien, por supuesto, pero rogaría un poco de distancia al hablar de «yayos», porque, poco a poco, casi sin daros cuenta -y seguro que sin mala fe, de eso no me cabe duda- vais denigrando la condición de anciano, como si algo promovido o seguido por ancianos fuera detestable sólo por eso. Al mismo tiempo, la exaltación de la juventud… Bien, ésta ha sido habitual en todos los lugares, épocas y circunstancias, pero no hay que dejar de lado que la juventud, por su propia esencia, es voluble, cambiante, obvia e intrínsecamente inmadura: las propias cifras que exponéis lo indican (con la salvedad de que, en diez años, unos jóvenes dejan de serlo y su lugar lo ocupan otros, lo que también explicaría el cambio).
Muchos «yayos», muchísimos, seguimos siendo fieles a aquella bandera a la que prestamos juramento de fidelidad en la noche de nuestros tiempos (o en el amanecer de nuestras vidas, dilo como quieras) y seguimos llevando nuestros corazones, ya cansados pero palpitantes, envueltos en el rojigualda.
Que conste y obre.
Muy bien expuesto y razonable, Senectus.
Llegar a mayor, acumulando experiencias mejor, es o debiera ser un motivo de felicidad. I como bien recalcas…. estoy seguro que no se ha publicado el artículo de mala fe.
Fieles y orgullosos de aquella bandera a la que se juró fidelidad en su momento. Eso siempre, que nadie lo olvide.
Constará y no se olvidará.
Salut.
Jerome-I de Costa Brava (esperando llegar a «yayo» algún día, no muy lejano)
Muchos de esos abueletes, antiguos funcionarios, que han vivido sin dar palo al agua.