Drama en TV3%: los catalanes fueron los primeros en ser llamados «españoles»

Ens vam dir espanyols abans que no pas catalans.

José Antonio Crespo publicó en 2020 el seu llibre Catalanes, los primeros españoles. Una meravella historiogràfica que ensorra les rondalles nacionalistes que ens volen vendre els llazis de la Generalitat i TV3%.

Es para leer y aprender.

Por ejemplo que el reino de Aragón no se llamó jamás «catalanoaragonés», como adoctrinan hoy en las madrasas de la Gene:

«Si de Sancho el Mayor de Navarra decimos que fue el primer Rey de España, los barceloneses y catalanes fueron los primeros en ser llamados españoles por los francos y su conde “comes hispaniae”.

El pequeño reino pirenaico de Ramiro I, Rey de Aragón (1035-1063), lo convierte su nieto Alfonso I, El Batallador (1140-1134) Rey de Aragón y de Pamplona, en estado peninsular, en el Siglo XII. Su hermano es Ramiro II, el Monje (1134-1137), padre de Doña Petronila, bajo cuyo reinado se realiza la unión del Condado de Barcelona a este reino por su matrimonio con Ramón Berenguer IV, quien se convertiría por su matrimonio en Príncipe de Aragón.

Aragón, casa reinante, absorbe a la Casa de Barcelona, extinguida en 1150 por mutua conveniencia y deseo del titular de esta última, el conde Ramón Berenguer; jurídicamente se estructuró como “un matrimonio en casa”, figura del derecho civil aragonés; que al casarse con Petronila, hija de Ramiro el Monje, rey de Aragón, adquirió como propio un linaje superior, pero renunciando al suyo, no titulándose más que “princeps” junto a su esposa “Regina”; de modo que el hijo de ambos, ya con Barcelona incorporada a la corona, se tituló rex de Aragón, y nunca de Cataluña, como reiteramos en estas líneas, al contrario de lo que desearían los nacionalistas».

L’embrió de l’actual Catalunya es deia Marca Hispànica. I els comtes no eren carolingis (como insistía Pujol), sino visigodos, como en el resto de España, y lo mismo con sus habitantes, todo españoles:

«El Condado de Barcelona es heredero de la Marca Hispánica. Podemos afirmar que la fecha fundacional de la Marca Hispánica data de 795, aunque esa expresión no aparece documentada hasta 821. Previamente se formó el Reino de Aquitania, al frente del cual Carlomagno puso a su hijo y sucesor Ludovico Pío. El Reino de Aquitania sería el encargado de establecer la Marca Hispánica. (…)

Los territorios reconquistados fueron divididos en condados, al frente de los cuales el rey de Aquitania puso hombres de confianza o delegados, condes, cargo que no era vitalicio ni hereditario. Normalmente los condes de la Marca no eran francos, sino visigodos o galo-romanos. Estos personajes solían proceder de Aquitania, y más concretamente, del Condado de Tolosa y de la Septimania cuya población no era franca sino galo-romana o, incluso, visigoda en parte (…) Así por ejemplo, el primer conde de Barcelona, Bera, era visigodo. En el año 817 el conde Bera fue nombrado “Marchio”, Página | 9   marqués, de la Marca, con lo que el Condado de Barcelona empezó a adquirir cierta importancia sobre los demás.

La base étnica de la población de la Marca Hispánica hizo honor a su nombre y fue abundantemente hispánica desde su origen. Apenas existió presencia franca, salvo la imprescindible para garantizar el control político. Los condados en que se dividió la Marca Hispánica fueron los de Rosellón, Gerona, Ampurias, Besalú, Ausona, Urgel, Cerdaña, Barcelona y Pallars».

Carlomagno no llamaba catalanes a los de la Marca Hispánica, sino españoles:

«Carlomagno había creado un régimen especial para la Septimania y para la Marca Hispánica, llamado “Régimen Hispano”. Carlomagno respetó la legislación propia de la Septimania y de la Marca Hispánica, fundada en el “Forum Judicum” visigodo, basado a su vez en el derecho romano y en las costumbres. Carlomagno (742–814, rey de los francos desde 768) y sus inmediatos sucesores crearon un régimen especial de privilegio, el llamado “régimen de los hispanos”.

El territorio Hispano pirenaico conquistado a los árabes por los francos fue llamado con el significativo nombre de MARCA HISPÁNICA. Eginhard, Secretario y Cronista de Carlomagno, se refiere repetidas veces a la hispanidad de la futura Cataluña con frases como: “Aquel mismo verano fue capturada Barcelona, ciudad de Hispania”. También el cronista Fontanelle se refiere a “Barchinonae, urbem Hispaniae”. El Papa Anastasio IV promulgó un decreto (1154) por el que asignaba a la recién reconstituida sede metropolitana de Tarragona las Diócesis de Zaragoza, Huesca, Pamplona, Tarazona, y Calahorra, además de las catalanas. Dichas diócesis formaron parte de la provincia eclesiástica tarraconense hasta bien entrado el siglo XIV en que se constituyó la Archidiócesis de Zaragoza. Nótese que entonces, siglo XII, la provincia eclesiástica tarraconense comprendía diócesis no sólo de Aragón y de lo que sería la futura Cataluña, unidos desde 1137, sino también del reino independiente de Navarra. Si no fuera por su tronco común hispano, ¿cómo podía una Archidiócesis estar compuesta por diócesis de diversos reinos?, para la Santa Sede todo formaba parte de España y sus monarcas eras reyes españoles. En el campo catalán existió como queda probada una total conciencia de la españolidad de Cataluña. Ya los Usatges llaman a Ramón Berenguer I “Hispaniae subjugator”, dominador de Hispania, como se ha citado. (…)

Entre los apelativos documentados que recibió Borrell II de Barcelona, (992-1013), encontramos el de  “Duce  Citerioris  Hispaniae” (…) Ramón Berenguer I, hijo de Sancha de Castilla,  aparece en el Códice de los Usatges: “Comte e marches  de  Barchelona  Apoderador  Despanya”  (Apoderador  De España en  la  línea  de  recuperación  de  la  “España  perdida”,  como  herederos  de  la  tradición  gótica) (…) Ramón  Berenguer  III  el  Grande,  (1096-1131),  aparece  denominado  como  “Barchinonensis  et  Hispaniarum marchio”.

Fuimos españoles antes que catalanes:

«Se considera comúnmente que la unión del Reino de Aragón y el Condado de Barcelona se produjo desde el momento en que Ramón Berenguer IV se hizo cargo de la gobernación de Aragón, es decir  en  1137.  Muchos  historiadores  se  refieren  a  ella  utilizando  la  expresión  de  “unión  de  Cataluña  y  Aragón”, expresión desafortunada además de no ser correcta, ya que durante el ejercicio de Ramón  Berenguer  IV  el  Condado  de  Barcelona  no  era  el  único  de  la  Marca  Hispánica;  fuera  de  su  órbita  seguían existiendo en igualdad de condiciones, los condados de Pallars Jussá, Rosellón, Pallars Subirá,  Ampurias y Urgel. La actual Cataluña estaba inconclusa en tiempos de Ramón Berenguer IV. (…) Pero además, no se puede utilizar propiamente la palabra Cataluña en 1137 por la sencilla razón de que dicha palabra no era aún conocida. 

En  libros  de  texto  actuales  de  Cataluña  leemos  la  falacia  de  que  la  unión  de  Ramón  Berenguer  IV,  conde  de  Barcelona,  con  Petronila,  reina  de  Aragón  (1157-1164),  dio  origen  a  “la  confederación  catalanoaragonesa”  (aunque  en  breves  años  ya  podrán  quitar  incluso  lo  de  aragonesa).  Pero  de  hecho sabemos que, cuando se produjo la boda no hay documentación que justifique ni la existencia  de Cataluña. El conde de Barcelona, Ramón Berenguer, fallece el 7 de agosto de 1162 (…)  En su testamento se recogen los condados que ya hacía tiempos estaban integrados en el de Barcelona, pero el nombre de Cataluña no aparece por  ninguna parte. (…) Lo que no se puede afirmar de forma categórica es que en  la  época  de  Ramón  Berenguer  IV  se  conociesen  o  usasen  las  voces  “Cataluña”  o  “catalán”,  no  hay  ninguna prueba de ello (…)

La palabra catalán, como nombre gentilicio, se encuentra por primera vez durante el reinado de Alfonso II, así como la voz cathalonia como nombre para referirse a un territorio, aparece  documentalmente en 1176. (…) desconozco  documento  alguno  anterior  al  siglo  XII  donde  se  hable  de  Cataluña  o  de  catalanes,  sólo  de  barceloneses  o  de  “hispaniae”,  dado  que  desde  el  siglo  VIII  se conoció al territorio como Marca Hispánica y al Conde de Barcelona, Comes Hispaniae, o Conde de los  españoles, siendo los barceloneses los primeros en recibir este gentilicio. El término Cataluña surge  tras la unión del Condado de Barcelona y el Reino de Aragón. (…) A partir de Jaime I se puede hablar pues de Cataluña; no antes. (…)

Ni Jaime I ni ningún rey de Aragón utilizó ningún título relacionado con Cataluña. Los títulos oficiales  de  Jaime  I  eran:  Rey  de  Aragón,  Valencia  y  Mallorca,  Conde  de  Barcelona  y  Señor  de  Montpellier.  Cataluña  se  gesta  lentamente  desde  el  siglo  IX  al  XIII  en  el  seno  de  la  Marca  Hispánica,  y  como  consecuencia del feudalismo.  Su herencia básica y sus elementos étnicos son hispanos. Hay algo de influencia franca, pero en tan  escasa dosis que se hace imperceptible. En todo caso la influencia recibida de la incipiente Francia fue  occitana,  no  franca». 

El Conde de Barcelona se declaró vasallo de Alfonso VII de Castilla:

«Ramón Berenguer IV se declaró vasallo de Alfonso VII de  Castilla (…) a  cambio  del  vasallaje  al  rey  castellano  se  reconocía  a  Ramón  Berenguer  el  derecho  de  reconquista  de  los  reinos  musulmanes de Valencia, Denia y Murcia».

Recapitulemos: nuestro primer nombre tras la caída del reino visigodo de Hispania fue Marca Hispánica, establecida por Carlomagno con mandos visigodos y población hispanovisigoda. Nos llamamos hispanos (españoles) mucho antes que catalanes. Cataluña es una unificación de condados que no se cumple hasta el año 1154, una reconquista (de la actual Cataluña) que duró 436 años. La palabra Cataluña no aparece hasta 1176. El Conde de Barcelona se unió al Reino de Aragón, y jamás se llamó rey de Cataluña o algo parecido. Y además se declaró vasallo de un rey de Castilla.

Per això diem que els catalans som espanyols com un pi és un arbre. Tal qual.

Dolça i espanyola Catalunya…



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10 comentarios

  1. …»para la Santa Sede todo formaba parte de España y sus monarcas eras reyes españoles»…

    Efectivamente esa es una prueba innegable de que Hispania era una, porque si no no tenía sentido que hubieran pertenecido a la misma provincia eclesiástica: cada unidad política independiente tendría la suya, como sigue pasando hoy.

    Al irse reconquistando el territorio, se iban recuperando las antiguas sedes romanas, de ahí Tarragona; pero es que en la Hispania visigoda sólo había una entidad, no cuatro ni diecisiete.

    La legitimidad de la guerra contra los musulmanes estaba en que los cristianos estaban recuperando su tierra invadida, el antiguo reino visigodo; de ahí recuperar las diócesis antiguas, aunque en plena reconquista y colonización no hubiese gente suficiente para ser sede episcopal de nada.

  2. Como dicen por ahí «Zasca en toda la boca» a la teletrés, la generalitat, la UAB, la UdG, La Vanguardia, Racuno, Sapienso … y toda la patulea habitual inacabable de agitación, propaganda y embuste.😄

  3. En los años 90, en Zaragoza, mis clases de historia de BUP hablaban de lo que acabo de leer.
    En esa misma época, mis primos de Gavà leían en sus libros otras cosas diferentes.
    Mis primos alucinaban con lo que yo les contaba y pensaban que era un «catetismo» de los maños.
    ¿Mis primos van a leer este libro? ¿Se lo creerán si lo leen?
    ¿Cómo un país puede permitir eso?

  4. Pues tiene sentido:

    ¿Quiénes son los habitantes de Hispania?

    ¡Pues los hispani!

    (del mismo modo que los habitantes de Mauritania son los mauri)

    ¿y quiénes son los hispani con los que los francos y provenzales tienen más relaciones?

    Pues los protocatalanes.

  5. Con todo esto se demuestra que Tabarnia es anterior a Cataluña.
    🤣😅😜

  6. La Historia es la que es, por mucho que los «listillos» de la «Nova Història» quieran redactarla a su gusto y conveniencia. Los hechos fueron los que fueron, y de ellos hay constancia escrita. Para los lacis, España no cuenta para nada, ellos se creen los amos y señores de «su» verdad, deformada torticeramente, que quieren, a la fuerza, imponer.

  7. Muy buena información.
    Felicidades.
    Lacismo es supremacismo y contracultura

  8. Y hablamos de ser hispanos o españoles los catalanes antes que de Cataluña, porque eso es evidente, estábamos dentro de la península ibérica que comulgaba con este tipo de expresiones. Yo muchas veces digo que dentro del contexto de España, fue antes Cataluña que España, y esto se lo digo a los separratistas que me dicen que Cataluña no es España, cuando en el fondo fue antes Cataluña que la misma España, pues solo hay que ver la cantidad de territorio hispano que abarcaba la provincia catalana de Tarraco, que se comía más de media Hispania. Los francos claro que nos llamaban españoles o hispanos que para el caso era lo mismo, porque bien sabían los godos de Carlomagno que estaban en otra nación que se llamaba precisamente Hispania, nombre que pusieron los romanos a inspiración del apodo que en su momento nos pusieron los fenicios, y que conservaron también los visigodos. Y dentro de ese contexto estábamos los catalanes precisamente sin una Cataluña para nada definida, porque en el fondo éramos hispanos, de Hispania, la España de entonces que a fin de cuentas es la misma que la de ahora.

    • Y en Roma, aunque Hispania estuvo dividida en varias provincias (Tarraconense, Baetica etc), siempre ha habido un grupo de hispani haciendo piña, como Trajano, Adriano, Seneca, Marcial…que funcionaba, como otros grupos provinciales del imperio, en regimen de «clientela». Eran conocidos como los «hispani», no como los «tarraconensis» y menos aun como los «cathalani».

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