Actes de dignitat que ens fan lliures.
El catedrático de Psicología Social José Miguel Fernández-Dols explicaba en el artículo Lluvia fina de odio cómo en una sociedad aparentemente sana triunfa el odio y acaba por autodestruirse en una espiral de violencia incontenible.
“La violencia más destructiva para una sociedad no es un acontecimiento aislado, por terrible que sea. Es un proceso, un continuo de destrucción, que comienza con un sistema de creencias que se traduce en una fina lluvia de odio: hechos “banales”; pequeñas agresiones psicológicas (por ejemplo, boicots, amenazas) o simbólicas (por ejemplo, ridiculizaciones). Luego vandalismo o calumnias difundidas en los medios sociales. A continuación agresiones físicas puntuales, aparentes “peleas de muchachos”.
Finalmente la fina lluvia da lugar a una tormenta devastadora que arrastra a verdugos y víctimas: formas de coacción e intimidación física que van adquiriendo una sistematicidad y peligrosidad potencialmente letal.
El proceso necesita un catalizador: la mirada complaciente, o el mirar hacia otro lado de los que no protagonizan esos actos y la indiferencia, la pasividad o la incompetencia de las autoridades encargadas de proteger a las víctimas”.
Doncs això són els xurros grocs, les pintades colpistes, les cubanes, los mensajes degradantes sobre los catalanes i els eslògans de la reichpública dictats per TV3. Por eso es intolerable que el nacionalismo utilice los lugares públicos como soporte de su propaganda ideológica y divisiva, como vemos en Puigsagordi, Tárrega o tantos ayuntamientos lazis.
Hasta que los vecinos se hartan y dicen que el nacionalismo va en pelotas. Qué gran acto de decencia, señores.
Dolça i dignificada Catalunya…
Categories: Resistiendo
Grandes
Indescriptible. Que buen trabajo hace esta maravillosa gente.
Lástima que mi estado físico no me permita echar una mano. Actuaría con ellos con mucho gusto.
Fuerza y honor.
Menudo trabajazo más bueno.