La llei soc jo: el llevat dels fariseus ensorra la fe dels catalans.
Y el cardenal «quedabién» Omella calladito.
El nacionalismo es una ideología del siglo XIX que diviniza lanació, a la que se debe prestar culto desde todos los ámbitos sociales, desde el deporte a la economía. Allí donde el nacionalismo arraiga se extingue la vida espiritual, suplantada por el sucedáneo ideológico del una nació, una bandera, una llengua. El nacionalismo sustituye el culto a Dios por la adoración de lanació, un ente pesadilleado por ideósofos incapaces de disfrutar de la maravillosa realidad de la vida. Aquesta ideologia ha estat a Catalunya un actiu catalitzador de l’ensorrament del cristianisme, en molts casos convertit en eina de difusió nacionalista per capellans que van fer un idolet de galindaina de la seva estimada Catalunya.
Un dels principals estintoladors de la ideologia nacionalista és la Fundació Escola Cristiana de Catalunya. Es la herramienta que construyó Jordi Pujol para introducir el nacionalismo en las escuelas católicas. Así la describe Oriol Trillas, experto en cuestiones eclesiales catalanas:
«Es un verdadero lobby que engloba el 60% de los colegios privados de Cataluña, con 264.000 alumnos y 434 colegios; en sus diversas ramas de preescolar, educación infantil, primaria, ESO, bachillerato y formación profesional. La fundación se halla dirigida por el jesuita Enric Puig. Este miembro de la Compañía de Jesús fue director general de Juventud de la Generalitat de Cataluña desde 1980 a 1989. Sí, un cura era director general de los primeros gobiernos de Pujol. Un sacerdote fue designado por Pujol para cuidarse de la política juvenil. Ese director general pasaría con el tiempo a dirigir la escuela concertada cristiana en Cataluña. A nadie se le escapa que sin el adoctrinamiento de estos colegios religiosos no se habría alcanzado jamás el delirio independentista. A nadie se le escapa que sin la inmersión lingüística y sin la imposición del catalán jamás se habría dado lugar al discurso del odio que anida en una parte de nuestra población. A nadie se le escapa que sin la tergiversación de la historia que se enseña en estos centros jamás habría podido fructificar ese ánimo antiespañol.
Llevan cuarenta años educando de la misma manera. Son varias generaciones las que han pasado por ellos. De profesores y de alumnos. Profesores que ya se han olvidado, incluso, de escribir en castellano. La Fundación Escola Cristiana ha realizado una verdadera labor de ingeniería cultural, pasando de cristianizar alumnos a convertirlos en militantes del secesionismo. Una política siempre arropada por el poder establecido. Ese pacto que se alcanzó en los primeros años del pujolismo: yo os cubro económicamente y respeto vuestras inmensas propiedades a cambio de que contribuyáis a «la construcción del país». Y debe afirmarse que se han aplicado con esmero».
Al nom del capellà Enric Puig cal afegir el de Francesc Riu, salesià i fill de l’alcalde franquista de Sant Esteve de Palautordera. Riu fue el secretario de la Escola Cristiana durante 30 años y promovió la destrucción de las escuelas parroquiales de Cataluña; su último éxito es la supresión de la Adoración Perpetua del Tibidabo, la más antigua de España, i la conversió del temple en una atracció turística.
Y el último éxito de la «Escola Cristiana de Catalunya» es este mensaje enviado a las escuelas afiliadas sobre cómo abordar las peticiones de los padres para que la escuela aplique el derecho de los estudiantes a recibir el 25% de la enseñanza en español, respaldado por sentencia judicial: «Si las peticiones de aplicación de la sentencia us llegan de forma escrita (…) tenedlas por no hechas. Es decir, no las contestéis ni hagáis acuse de recibo».
És a dir: no apliqueu la llei. La «Escola Cristiana» pide que se pasen la ley por la cubana y se violen los derechos de los padres.
¿Y el cardenal Omella qué hace, además de reír y morirse por gustar a todos?
Dolça i secularitzada (pels bisbes i capellazis) Catalunya…
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Ni escola ni cristiana ni de Catalunya…
Es una prueba de delito. Ya están tardando las asociaciones que luchan por las libertades en Cataluña en denunciar a esta secta seudocristiana.