Las 2 varas de medir del supremacismo nacionalista lazi.
Es casi imposible no haberse tropezado con alguna denuncia indignada de un supremacista lazi on fire porque el camarero de turno le ha hablado en español. Han demanat un tallat i el cambrer els ha respost amb un: «un cortado, ¿no?».
¡Anatema! ¡Vade retro, camarero colono y españolizante! A la foguera sense esperar ni un segon més!
Normalmente el camarero no es de aquí, muchas veces es uno de nuestros hermanos hispanoamericanos (aunque otras veces es italiano, chino o de cualquier otro rincón del mundo) y cobra un salario que, por usar un eufemismo, es justito. Al pobre camarero, que a duras penas llega a final de mes después de deslomarse en jornadas partidas y pringando fines de semana, se le echan encima las hordas lazis, insultándole y pidiendo el boicot contra el bar donde trabaja.
Es, por desgracia, una de las costumbres propias de la reichpubliqueta lazi y su armonioso clima de somriures.
Pero el nacionalismo es, además, de un clasismo insufrible.
Si eres un trabajador humilde, se creen con derecho a machacarte, insultarte, pisotearte.
Si eres alguien importante y forrado de millones… entonces miran para otro lado.
Es lo que pasó con Messi, que lleva desde los 13 años en Cataluña y nunca ha dicho en catalán más que «Visca el Barça». Pero para el nacionalismo hay 2 varas de medir: la del camarero y la del futbolista.
Es lo que ha vuelto a ocurrir durante la celebración del ascenso del Gerona a Primera División y las aclamaciones a Stuani hablando en español, que tan certeramente ha comentado Héctor Company:
Poco más que añadir, amigo Héctor. La has clavado: sois unos clasistas repugnantes. Així és el supremacisme llazi que tant de mal fa a la nostra terra.
Dolça i supremacista Catalunya…
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Lazis queman en Vich (Barcelona) 3 muñecos con las siglas de ERC, JxCAT y CUP
https://www.youtube.com/shorts/8nwu-xVEVAg
Efectivamente, a Messi le aplaudían su absoluta y total ignorancia de la lengua catalana, que ni aprendió, ni le interesó un bledo clueco. Después arruinó a su club, fuese y no hubo nada.
Hoy los paletos del Chirona vuelven a su condición contradictoria de chovismo y tribalismo. Si eres futbolista y extranjero, habla como quieres. Si eres colono español, iremos a por ti. Eso sí, como buenos palurdos pueblerinos, celebrando su ascenso en la Liga Nacional de España. Lliga catalana, no queremos saber nada. Liga española, bendita seas.
Mi admirado y recordado José María Gironella, decía que no había pueblo más sumiso que el andaluz. Que un señorito de Despeñaperros para arriba llegaba a una estación de tren andaluza, y que le salían diez maletistas llamándole «señor», a cambio de la propina. Mi abuelo, madrileño, le decía que no. Que wl pueblo más sirviente y arrastrao era el catalán. Que un Vasco o un madrileny llegaban a Cataluña con un billete de cinco duros visible, y un catalán no le soltaba del brazo a cambio de una comisión hasta para beber de una fuente pública.
La cosa era exagerada por ambas partes. Ambos se reían y la sangre no llegaba al río (ni al Ter ni al Oñar y menos al Manzanares). Pero, Gironella, aceptaba la crítica con la certeza de que mi viejo algo de razón tenía.
Siglos y siglos y en Cataluña las mismas familias siguen erre que erre. Y de la Gerunda que vivió Gironella ya no queda ni las escalinatas de la Catedral.
Tanto PP como PSOE, PSOE como PP, han ido entregando a los nacionalismos la situación que vivimos en Cataluña, repasemos la reciente historia de acuerdos y pactos.
El ejemplo del trato al camarero o al futbolista de élite, dice bastante de lo que se cuece en esta Cataluña del programa 2000.
Además no es ningún «nouvingut», venía de jugar en el Espanyol unas temporadas.
Bueno, a Messi le han estado también tocando las pelotas y él se ha quejado alguna vez. A veces él se ha negado a aplaudir en estos akelarres que montaban…pero es que los catanazis saben muy bien que en ese momento el Barça era Messi; (y que eso vendía camisetas y memorabilia en todo el mundo). Por eso su padre se volvió a la Argentina.
Pero sí; en la esencia de cualquier ideología nacionalista hay siempre tres cosas para que pueda funcionar:
1) odio al de fuera (traducido en: «o te integras -olvidas quien eres y te haces como nosotros- o te vas»)
2) supremacismo («nosotros somos mejores»)
3) un objetivo oculto (hacerse con el poder) que justifique el esfuerzo.
En el caso catalan, por razones obvias, el odio se dirige contra el que habla español, sea español y España.
Y el supremacismo se dirige contra los «españoles»: «nosotros somos superiores» (respaldado por el nivel de vida más alto fruto de concentrar la industria nacional española en Barcelona) y «ellos» son unos degenerados y unos viciosos (la prueba está en que los pobres tienen que inmigrar a «Cataluña» -Barcelona-).
Nada nuevo bajo el sol, porque así lo utilizaba el nazismo en Alemania y el comunismo (contra los «burgueses») en los paises comunistas hasta provocar una psicosis en la población. Se ve que funciona; y muy bien.
La especifidad catalana es que los nacionalistas realmente creen que la lengua catalana es lo mejor de lo mejor
(probablemente porque el nacionalismo se ha basado en el idioma, por lo que si la lengua catalana es «superior», los que la hablan también lo son. Y si el español compite linguisticamente en el mismo lugar, el español es un enemigo y un ataque permanente a la lengua catalana y a sus supremacistas y racistas hablantes)
No sé de donde sacan estas ideas, porque no creo que haya realmente lenguas superiores o inferiores. Lo que hay es lenguas con más o menos hablantes, lenguas con más o menos obras importantes de literatura, lenguas sagradas, lenguas comerciales, lenguas científicas (hasta la Primera Guerra Mundial fue el alemán y desde la Segunda Guerra Mundial, el inglés americano )
Honestamente no veo el catalan como superior a nada.
De hecho no ha sobresalido en nada.
Lo importante del catalan, que comparte con miles de otros idiomas, es que lo hablan personas; y para ellas es y debe ser importante.
Pero eso no es ser un idioma superior ni hace de quienes lo hablan mejores o peores.
Lo extraordinario del caso es que la Iglesia Católica haya picado el anzuelo y colabore, contra su propia doctrina, con los racistas en perseguir con saña a los que no lo hablan. Lo que solo indica el nivel de lavado de cerebro que tenemos todos en este tema.
El nacionalismo es odio y desvergüenza.