A aquests els de la Gene i el PSC no els hi posen flors a les seves tombes.
Ya hay 2.050 españoles en los altares, martirizados durante la chupiguay y democratofestiva 2ª república. Moltíssims d’ells són catalans o van ser assassinats sota la Generalitat d’en Lluís Companys. Por ejemplo los 3 capuchinos que beatificaron ayer en Manresa ante la indiferencia de la Generalitat, els seus germans d’ordre religiosa i els mitjans de comunicació del Règim. Pero la asociación catalana Hispania Martyr se encarga de que no se olvide el ejemplo de los mártires.
De los 204 capuchinos que había en julio de 1936 en la provincia de Cataluña y Baleares, 35 fueron asesinados por odio a la fe. Un 17% en 2,5 años. En 2015 ya fueron beatificados 26 capuchinos de Cataluña cazados y torturados como ratas en Barcelona y alrededores, solo por ser cristianos. Como se ve en las fotos, es evidente que era gente muy peligrosa. Así quedó el convento de los capuchinos de Manresa, calcinado por los esbirros de Companys:
L’abat de Sant Miquel de Cuixà, Francesc Causse, va escriure el 1939 al provincial dels caputxins catalans: «Dios ha escogido a la nación católica como víctima propiciatoria y redentora; la sangre católica abundosa y generosamente derramada por los sacerdotes, monjes, monjas y católicos españoles, será el rescate del mundo«. El provincial caputxí, pare Josep de Besalú, escrivia al dr. Lluís Carreras el seu pensament: «La Revolución ha aniquilado materialmente la provincia de los capuchinos de Cataluña. Pero lo que nos han arrebatado, por mucho que valga, no es nada ante la gloria incomparable que nos han proporcionado nuestros mártires. Doy las más sinceras gracias a Dios por haber permitido que ni uno solo de los hijos de nuestra provincia catalana haya flaqueado en la fe». Tot això sota el govern nacionalista de la Generalitat de Lluís Companys (ERC) i els seus amics anarquistes, model avui per a la CUP.
Pero recordemos a los 3 nuevos beatos catalanes, capuchinos del convento de Manresa.
- Fray Benet de Santa Coloma de Gramanet (José Doménech y Bonet) era maestro de novicios en Manresa. Fue detenido por milicianos el 6 de agosto de 1936 por unos milicianos que le escarnecieron y torturaron todo el día; le asesinaron al día siguiente en Pont de Vilamura.
- Fray Domènech de Sant Pere de Riudebitlles (Juan Romeu Canadell). Fue misionero en Costa Rica y Nicaragua durante 13 años, y regresó muy enfermo al convento de Manresa. Al estallar la guerra fue detenido en casa de unos parientes: «Sí, soy capuchino», dijo fray Domingo. La noche del 27 de julio fue violentamente torturado, y finalmente asesinado. Tenia 54 anys
- Fray José Oriol de Barcelona (Jaime Bariau Martín) se ordenó sacerdote en 1915 y editó el monumental Chorale Psalterium. Empezó la guerra y el fraile hizo lo posible para confesar, visitar enfermos y celebrar misas clandestinamente. En una de esas salidas fue descubierto. Le azotaron y lo mataron a las afueras de Manresa. Morí perdonant els botxins.
Pues otro día de alegría. Que los 3 nuevos beatos cuiden de los catalanes. Y que la Generalitat, el nacionalismo y sus chachas pidan perdón, corrijan el callejero y retiren las placas a quienes impulsaron en Cataluña el mayor genocidio de catalanes de la historia.
Dolça i beatificada Catalunya…
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Los sicarios de Companys pudieron asesinarlos porque iban desarmados y pusieron la otra mejilla.
Si no ese masón cobarde nunca se hubiera atrevido.
!Menuda libertad, igualdad y fraternidad más raras!
Nunca para los católicos.
«La pilota, la sentrada, la ramatada y el gal.»
https://youtu.be/xLrPMeoGDok
Son mártires porque siguieron a Cristo al Calvario. El catalanismo es esto: muerte, sufrimiento, ruina y esclavitud. Ayer, hoy y mañana. La Iglesia católica fue mártir y hoy es verdugo.
Ahora si las tornas cambiaran, que cambiarán, y los catalanes hartos de tanta insolencia como ha manifestado el aberrante separratismo, pasemos a pedir cuentas a toda esta camada de políticos indeseables, lo que hagamos será históricamente tildado por las benditas, puras e inmaculadas fuerzas de izquierda española, como actos de carácter fascista.. Es lo que tiene la hipocresía política que estamos padeciendo.
Hay curas, obispos y monjas catalanistas. A esos habría que preguntarles.