El problema de Cataluña es la Generalitat lazi.
No vamos a descubrir a estas alturas al dolço Ferran Brunet. Doctor en Ciencias Económicas, profesor titular de la facultad de Economía y Empresa de la Autónoma de Barcelona, confundador de Societat Civil Catalana y ante todo un tipo que une valentía, rigor y compromiso cívico, como pudieron comprobar los dolços en el directo dedicado al desplome de la economía catalana.
Ferran acaba de conceder una entrevista a El Mundo para enmarcar, un repaso antológico a aspectos clave de lo que ocurre en la Cataluña prusesista.
Para ir abriendo boca (no deje de leerla en su totalidad), aquí tienen algunos de los momentos más brillantes de este sabio y assenyat economista:
Empieza advirtiendo: «lo importante no es tanto hablar de las mentiras que inventa el independentismo, sino de las consecuencias que está teniendo y va a tener el proceso de inestabilidad política introducido a partir de 2010».
¿A qué conclusión llegamos? Clar i català:
«El procés ens roba. Si hasta el golpe de Estado de otoño de 2017 el paradigma fue el Espanya ens roba, hoy es evidente que para todos nosotros, incluidos los separatistas, el procés ens roba. Según los datos de la Comisión Europea, la posición competitiva de Cataluña se ha degradado enormemente. En 2010, de 281 regiones, Cataluña estaba en la posición 103; en 2019 ocupaba el 161. Y el principal competidor de Cataluña, quien recibe con los brazos abiertos a las personas y a las inversiones que los separatistas expulsan, esto es, Madrid, está en el puesto 98″.
¿Cómo salimos de la comparación con Madrid?
«Es evidente que Cataluña es un infierno fiscal. Y es evidente que, en términos relativos, Madrid es un paraíso fiscal. Un paraíso en el sentido de que es a donde se dirigen aquellos a los que expulsa el separatismo. Un lugar mejor. Cataluña ha creado 19 impuestos propios de lo más surrealistas, y Madrid tiene cuatro».
¿Tan mal estamos?
«Cataluña tiene problemas severos. De verdad. Lo vemos cuando nos fijamos en los indicadores por territorios. Ninguna comarca ha sido capaz de igualar el crecimiento medio de España en renta per cápita en el periodo 2000/2019. Ninguna. El negocio para los separatistas no está en la independencia, lo que les importa es lo que obtienen del procés. Anualmente, unos 7.000 millones, en torno al 15% del presupuesto de Cataluña, se destinan a competencias impropias.»
Y para los que aún no son capaces de salir del marco mental del nacionalismo, un buen recordatorio:
«El problema es que la autonomía se ha comportado de un modo perverso en relación a la economía. En aquellas competencias que tenía, la Generalitat ha actuado del modo más inapropiado.»
Lea a Ferran Brunet. Demoledor. Inatacable. Y comprenda que és de vida o mort alliberar-nos d’una vegada del nacionalisme que ens arruïna.
Dolça i clarificadora Catalunya…
Categories: Economía
Risa normal : JAJAJA JAJAJA
Risa o canto de reclamo del indepe: FLA FLA FLA
Y el. Gobierno Central responde solícito:
SUS ORDENES MIS INDEPES!!!!! Marchando un extra de FLA y lo que HAGA FALTA, oir es obedecer.
Y allá al fondo se oye el aplauso de la progresía aceptando y bendiciendo. la concesión de más y más FLA porque ESE ES EL CAMINO DEL PROGRESO PARA LA IGUALDAD DE TODOS LOS ESPAÑOLES.
ASCO!!!!!!!
Así que Cataluña tiene 19 impuestos propios que no tiene Madrid.
?Es que los catalanes viven 19 veces mejor que los madrileños?
?los madrileños pagan el 3%?
Ni la Constitución ni el Estatuto eran para este desfalco pujolero.
Que el prUsés nos está robando? No me lo puedo «de creer»!. Es que el dinero se va en tanto comprar gelats y pintando las calles como Dinamarca…
Ni así abren los ojos los indepres, eso sí, el resto de catalanes tenemos que pagarles la fiesta (y la deuda con el estado en un futuro).
Somos las ranas echadas en la olla cuando el agua estaba fría. Ahora, cuando el agua empieza a hervir, todavía pensamos que el agua se enfriará de nuevo por magia o algo así.
Ni socialistas ni nacionalistas van a hacer nada por Cataluña: seguirán aprovechándose de la ignorancia que han logrado implantar con absoluta falta de conciencia.
El problema es que la propaganda de la Generalitat tiene mayor repercusión que la realidad. Un porcentaje relativamente pequeño de gente entenderá qué es eso de las competencias impropias y sí mensajes simples como el famoso Espanya ens roba, pero también otros igualmente falsos como que las concesiones de las autopistas se realizan para beneficio de Madrid (prórrogas formalizadas por la propia Gene), que se paga más impuestos (no los estatales, desde luego) y tantos otros lanzados por el nacionalismo para propiciar el agravio y el resentimiento. Competencias impropias son las que las Comunidades Autónomas ejercen sin que les pertenezcan porque son prestadas por el Estado y, por lo tanto, duplicando las de este. La Generalitat ya funciona, de facto, como un miniestado y, de momento, lo único que se ha demostrado que es capaz es en descabalgar a Barcelona en 30 años (desde la Olimpiada) de la absoluta capitalidad económica de España que ejercía. Bueno, ha tenido éxito en quebrar la convivencia y en azuzar un odio a España que no existía más que en pequeños reductos. Pero eso no redunda más que en beneficio de esta clase política, no de su situación generla.
Cuando una persona no cree en Dios, cree en cualquier cosa, hasta en el mayor engaño.
Y lo más penoso del caao es que el «prusés», ha ahuyentado a más de 7000 empresas de Catañluña, generando una enorme pérdida de puestos de trabajo…En resúmen, una ruina parea esta Comunidad Autónoma.
Barcelona parece una ciudad de detrás del telón de acero, esos ejemplos de progreso, riqueza y libertad.
Da mucha pena. A ver si empezamos a desparasitarnos de una vez porque Madrid se nos ha comido pero es que Málaga, Valencia, Vigo o Zaragoza se acercan bien sonrientes.
Como he dicho otras veces, mejor 200 interventores que 200 GC.
lo que piensan es su problema, el cómo “administran”, el de todos.
Y acabado el pesebre, del q muchas veces come el matrimonio e hijos, se acabó la tragicomedia. Y
Nos creímos tan ricos, tan cultos, tan guapos, tan modernos, tan especiales…
Que ahí nos hemos quedado, en los años 70 del siglo pasado y bajando.
Y orgullosos que se muestran los más torpes, que se creen que mandan los suyos.