Avui és Tots Sants

La gent que ens ensenya que la felicitat consisteix en fer feliços als altres per amor a Déu.

Evgueñi Zamiatin escribió un libro titulado Nosotros. En él se inspiraron Orwell y Huxley para crear sus distopías, y describe un mundo matemáticamente perfecto, donde la razón impera en todos los ámbitos de la vida. Pero algo viene a desequilibrar esa sociedad: el protagonista no se encuentra bien y va al médico

-¡Es malo lo que padece! Por lo visto, se le ha formado un alma.
¿Un alma? Esa palabra extraña, antigua, hace mucho olvidada. A veces decíamos ‘como almas gemelas’, ‘desalmado’, pero alma…
– Eso…  ¿es muy peligroso?
– Incurable.

Recordava el gran F.J. Fdez de la Cigoña en una magnífica conferència a Sentmenat, el 2003, que a Catalunya i Espanya sencera se’ns va formar un ànima immensa: “Si España ha sido tierra de santos, esplendorosa, asombrosa cuna de santos, no pocos de ellos los santos más extraordinarios de la Iglesia universal, Cataluña, una de las regiones más singulares de esta España plural y diversa, (…) fue la parte de España que más santos ha dado a España, que más santos ha dado al cielo.

En los tiempos romanos Cataluña fue un semillero de santos. Fructuoso, Augurio y Eulogio de Tarragona, Cugat, Eulalia de Barcelona, Tecla de Tarragona, Germán, Justurio, Paulino y Cicio de Gerona, Paciano y Severo de Barcelona, Juliana, Semproniana, Anastasio, Magín, Medir, Calamanda de Calaf, Eudaldo, Sixto, Ponce, Víctor, y tantos mártires de las persecuciones romanas.

Después vinieron los godos, la Reconquista, el Descubrimiento y el Siglo de Oro;también entonces Cataluña encabezó los altares. Hermenegildo príncipe, Leocadia, y los obispos Ildefonso, Eugenio, Julián, Isidoro, Quirico, Leandro, Floresindo, Paciano de Barcelona, Félix de Urgel, Idacio, Justo, Nebridio de Tarrasa. Y Protasio de Cuixà, Sancho de Poblet. Olegario de Barcelona, Ramón de Roda, Odón de Urgel, Juan de Organyà, Miró de Tagamanent. Y las lumbreras Raimundo de Peñafort, Pedro Nolasco, Ramón Nonato, María de Cervelló, Bernat Calvó de Reus, Pedro Ermengol, Pedro de la Cadireta, Ponce de Planés, Isabel de Aragón nacida en Barcelona, Dalmacio Moner. Y el franciscano Salvador de Horta, Mauricio Proeta, Miguel de los Santos, Pedro Claver, José Oriol de Barcelona. También María Ángela Astorch, Domingo Castellet y Luis Eixarch mártires de Japón, Juan de Santa Marta, Buenaventura Gran, Pedro Sans, Francisco Gil de Frederich…

Y ya más cerca, en el convulso siglo XIX, tenemos al apóstol de Cataluña Antonio María Claret, la madre Ràfols, Joaquina Vedruna, Teresa Jornet de Aitona, Francisco Palau y Quer, Manuel Domingo y Sol, Enrique de Ossó, María Rosa Molas, Ana María Mogas, Francisco Coll de Gombren, el Padre Mañanet, Mª Carmen Sallés, Paula Montal, Pedro Almató, y tantos otros que quizás lleguen a los altares próximamente.

El primer español santo de la Guerra Civil fue catalán: nuestro querido Jaime Hilario Barbal, fusilado bajo la Gene de Companys pero no tocado por las balas reverentes; su verdugo sólo pudo matarlo de 3 tiros en la nuca. Y tras él, 279 curas de Barcelona, 194 de Gerona, 270 de Lérida con su obispo al frente, 60 de Solsona, 131 en Tarragona encabezados por su obispo auxiliar, 316 de Tortosa (¡el 62% del clero!), 106 de Urgel y 177 de Vic. En total, 1.500 sacerdotes en el Cielo, mártires por odio a la fe. Y los 500 religiosos y 46 religiosas de Barcelona. Y el joven químico Francisco Castelló Aleu. Tantos…

Es imposible contar a todos aquellos que murieron mártires y han ido subiendo a los altares: “Beatos claretianos Miquel; de Prades de la Molsosa; Sorribes, de Rocafort de Vallbona; Dalmau, de Miralcamp; Casadevall, de Argelaguer; Codina, de Albesa; Roura, de Sorts; Falgarona, de Argelaguer; Baixeres, de Castellterçol; Codinachs, de Santa Eugenia de Berga; Badia, de Puigpelat; Oromo, de Almatret; Brengaret, de Sant Jordi Desvalls; Ros, de Torms; Escalé, de Fondarella; Lladó, de Viladasens; Masferrer, de Sant Vicenç de Torelló; Torras, de Sant Martí Vell; Massip, de Llardecans; Cunill, de Vich; Illa, de Bellvís; Novich, de La Cellera; Pigem, de Vilobí d’Onyar; Riera, de Ribes de Fresser; Capdevila, de Maldá; Clarís, de Olost, martirizados todos en Barbastro; Beatos escolapios Canadell, de Olot; Carceller, de Forcal; Casanovas, de Igualada; Cardona, de Vallibona; Beatas Hermanas de la Doctrina Cristiana Isabel Farré, de Vilanova y La Geltrú; María de la Asunción Mongoche, de Ulldecona; María de Montserrat Llimona, de Molins de Rey; Maria dels Socors Jiménez, de Sant Martí de Provençals; María dels Dolors Saurí, de Barcelona; Beatos Hermanos de San Juan de Dios Llauradó, de Reus; Roca, de Sant Sadurní d’Anoia; Brun, de Santa Coloma de Farners; Roca, hermano del anterior de ese apellido, de Molins de Rey; Forcades, de Reus; Ponsa, de Moyá; Burró, de Barcelona; Cubells, de Coll de Nargó; Borrás, de Sant Jordi; Beatos Operarios Diocesanos Perulles, de Cornudella de Montsant; Sala, de Ponts; Beata Teresiana Mercedes del Sagrado Corazón Prat, de Barcelona…“.

El próximo domingo tendremos un nuevo beato: John Roig Diggle, de 19 anys, assassinat sota Santcompanys només per ésser cristià. Ja en parlarem.

Tantos santos en Cataluña, tanta gente normal que quiso ser mejor, dedicando su vida -con sus debilidades y defectos- a servir a Dios y al prójimo.  Ellos se encargan de hacernos mejores, pues de su bondad participamos por la comunión de los santos. Somos afortunados, y Verdaguer lo vio claro:

Jesús, vós feu com lo Sol
quan surt al cim de la serra;
les flors que broden lo cel,
les feu sortir a la terra.

Tenemos alma, un alma restallante que nos hace disfrutar a fondo de todas las facetas de la humanidad. Y tenemos una innumerable fila de santos, cuyo nombre nos pusieron al nacer para que nos indicaran el camino. Felicitats a tots, dolços i bona Castanyada!

Dolça i santa Catalunya…



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9 comentarios

  1. Buenas tardes Sr.
    ANTON
    domingo, 1 de noviembre de 2020 • 8:39

    Las cervantinas palabras tienen que ver con el monstruito censurador. Luchar con él es como pelear con los molinos de viento.
    Le agradezco su comentario en Vientos de las dos orillas.

  2. Ay, sí. Y que nos olvidemos en lo posible del halloween, esa pesadez infantil, cargante y desquiciada.
    ¡En mal día los maestros de inglés lo introdujeron en nuestra sociedad a través de los colegios como vía para enseñar inglés!

  3. Sí, la santidad existe, y muy desgraciada es la vida de quienes son ciegos a esa posibilidad, pero aún es más cierto que el alma debe formarse, no va incluida por defecto como muchos creen.
    Y siempre ha habido gente sin alma, pero los que la tenían equilibraban la balanza, nuestro problema es que ya no hay gente que sepa crearse un alma, un problema de verdad.

  4. A mí me resulta infinitamente doloroso que habiendo sido Companys y sus huestes los que mayor número de mártires han proporcionado a la Iglesia de todos los tiempos – parece que las persecuciones romanas ni se aproximan a las de la república – haya «católicos practicantes» qu veneran a este genocida que se jactaba de haber «eliminado este problema» – se refería a la iglesia.

  5. Gracias por recordarnos lo que todos queremos olvidar.

    Hemos pasado de adorar al becerro de oro a adorar a la ideología de oro.

    En nombre del «progreso» , la «modernidad» y la «ciencia».

    Cualquier cosa que justifique la envidia, el odio y el resentimiento.

    Al menos nuestra historia señala que hay otro camino y que este es posible.

    Ya no hay excusas de mal pagador.

  6. Bueno, Hermenegildo murió en Tarragona, pero Ildefonso, Isidoro, Leandro no eran catalanes. Falta en cambio Juan de Biclaro, lusitano pero obispo de Gerona y desterrado en Barcelona.

  7. MUY BIEN VICENTE, RESUENAN CERVANTINAS QUIJOTESCAS TUS PALABRAS
    SANTOS E IGLESIA CUANTO DAÑO SE HIZO CUANTA MISERIA SE DEJÓ
    HAGAMOS NOSOTROS CON NUESTRA ESPERANZA CON ESFUERZO Y ÁNIMO UNA MEJOR CONVIVENCIA
    LOS SANTOS TODOS NOS APOYAN
    ¿ A QUE SÍ ?

  8. Es adecuado recordar que existe la santidad y que muchos la han logrado. Y que eso es imposible bajo el nacionalismo, lo cual desconocen muchos curas catalanes de cualquier graduación. Creo que lo mayoría de los curas catalanes están muy bien descritos por Javier Marías en su artículo de hoy.

    Por otro lado, conviene recordar eso de ‘La verdad os hará libres’
    https://vientosdelasdosorillas.blogspot.com/2020/10/la-verdad-os-hara-libres.html

  9. Es adecuado recordar que existe la santidad y que muchos la han logrado. Y que eso es imposible bajo el nacionalismo, lo cual desconocen muchos curas catalanes de cualquier graduación. Creo que lo mayoría de los curas catalanes están muy bien descritos por Javier Marías en su artículo de hoy.

    Por otro lado, conviene recordar eso de ‘La verdad os hará libres’
    https://vientosdelasdosorillas.blogspot.com/2020/10/la-verdad-os-hara-libres.html

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