La realidad echa por tierra los peores tópicos de odio nacionalistas.
Nos hacíamos ayer eco del último (a estas horas debe de ser ya el penúltimo, cuando no el antepenúltimo) exabrupto supremacista lanzado a las ondas por TV3%. Lo calificábamos de banal en el sentido en que lo hace Hannah Arendt, un mal que vive entre nosotros, que se hace tan frecuente que se convierte en una especie de marco mental, en un ruido de fondo, y que en su banalidad anega nuestra vida.
En la coletilla del exabrupto se recurría a ese mensaje de odio tópico que es una especie de mantra en las reblandecidas mentes de nuestros nacionalistas: los de Madrit son muy malos, gente sin corazón ni escrúpulos, que viven para fastidiar a los pobres catalanes.
Una estupidez supina que a uno le da casi pudor rebatir: discutir sobre estas afirmaciones supone otorgarles aunque sea un mínimo de credibilidad. Casi mejor rebatir sin combatir, mostrando sencillamente.
Como por ejemplo lo que nos explicaban desde Somatemps el otro día:
«Corrían esos “oscuros años” en los que Franco prohibió la sardana y hablar catalán, según el relato nacionalista. Lo extraño es que en pleno franquismo, en el parque del Retiro de Madrid, se inaugurara la “Glorieta de la Sardana” y desde entonces los catalanes residentes en Madrid se encuentran ahí para bailar sardanas.»
Una tradición que sigue viva: «cada primer y tercer domingo de mes, se reúnen catalanes en la “Glorieta de la Sardana” del parque del Retiro para escuchar y bailar sardanas«.
Y lo hacen con tranquilidad y libertad, rodeados de madrileños que no les agreden ni insultan. Madrileños que no están intoxicados por el nacionalismo y aman nuestras tradiciones como a tantos catalanes nos encanta Madrid.
Dolça i madrilenya Catalunya…
Categories: Arte dulce, Mejor juntos
Recuerdo de niño, con Franco vivo, pasear por el Retiro con mi padre y sumarnos a unas personas que estaban bailando haciendo un corro. Mucho más mayor, comprendí que aquel recuerdo se correspondía con el baile de una sardana. Con esta entrada del blog coloco exactamente el lugar donde ocurrió aquello.
Pues yo pensaba ¿será porqué soy un fan de TV3? que los de Madrit pasaban de sardanas. Me he quedado bloqueado y llevo un día incapaz de la más simple idea. ,
No es nada malo que se bailen sardanas en Madrid, como tampoco lo es que se interpreten chotis en plena Plaça de Sant Jaume de Barcelona. La música nos une a todos, es un lenguaje universal, entendible por todo el mundo, un lenguaje que une y no separa, que crea vínculos y combate el odio, que crea paz y armonía entre los pueblos. La música, en definitiva, es una parte esencial de todo pueblo que respete los derechos de los demás.
El odio es una apostasía cómoda y lironda de aplicar. Solo se tiene que ultrajar, difamar, insultar y ofender al contrario, eso lo sabe hacer cualquiera, por eso el independentismo logra tantos seguidores. Lo difícil es querer que eso conlleva a estar, amar, participar, colaborar, algo sin lugar a dudas más complicado, de aquí que a los que estamos contra la aberración separratista, nos cueste tanto siquiera ser escuchados.