«Fue un golpe a la democracia en toda regla, aunque se intente edulcorar».

La Dra. Teresa Freixes es profesora de Derecho Constitucional, catedrática Jean Monnet, Directora del Centro de Estudios de Derechos Humanos  de la Universidad Autónoma de Barcelona, Premio del Movimiento Europeo Internacional al Mejor Discurso Europeísta, y miembro de la Real Academia Europea de Doctores. És a dir, que de lleis en sap una miqueta, i de Dret comparat també. I a més a més és catalana de Lleida, ben lliure de nacionalisme i plena de seny.

Algún día sabremos el trabajazo que durante años ha realizado la Dra. Freixes para preservar nuestra convivencia del peligro nacionalista. De momento en El Mundo le han hecho una entrevista donde ha dicho cosas que hay que memorizar:

• Sobre la sentencia del TS:  «Durante todo el tiempo de la pena, los condenados no podrán ejercer cargo público. Y ahí no hay ni terceros ni segundos grados. Si tenemos en cuenta que la inhabilitación también puede tener efecto en otras personas que están siendo juzgadas en Barcelona, significa que buena parte de los responsables políticos de las leyes de desconexión, del referéndum falso, de la declaración unilateral de independencia, de los disturbios… van a estar fuera del juego político mucho tiempo. Y eso va a cambiar los liderazgos efectivos en los partidos. Por otra parte, no se ha hecho suficiente hincapié en la malversación. El Supremo pasa el asunto al Tribunal de Cuentas para que la individualice y la contabilice, y se inicie un procedimiento de responsabilidad contable. La sentencia ha buscado aplicar de una manera muy rigurosa todas las garantías en previsión de recursos ante el Tribunal Constitucional y ante el Tribunal Europeo de Derechos humanos. De ahí que se buscara la unanimidad para no favorecer votos particulares que den argumentos».

• España es una democracia plena: «España está en el índice de las 20 mayores democracias del mundo y es uno de los Estados con menos condenas del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. La sentencia es un triunfo de la democracia y expresión palmaria de que nuestro sistema judicial funciona según los cánones internacionales. Eso es muy importante. Y tiene que pasar por encima de lo que le pida el cuerpo a cada uno. (…) en los índices internacionales de estándares democráticos Bélgica está muy por detrás de España».

• Fue un golpe de Estado: «en Cataluña ha habido un ataque al orden constitucional. Es lo que siempre he defendido y sigo defendiendo. (…) Al margen de que lo que hemos calificado como golpe de Estado, según la definición de Kelsen –cambiar el orden constitucional de un país no por los procedimientos previstos, sino por cualquier otro medio–, se haya producido. Hoy en día un golpe de Estado no necesita hacerse mediante una rebelión o una sedición. Hay muchos mecanismos que se pueden utilizar, incluso cibernéticos, y eso tendría que contemplarlo nuestro Código Penal. Ha llovido mucho desde el 95. La Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República que dejaba al margen la Constitución y el Estatuto por un procedimiento ilegal, violentando el propio reglamento del Parlament, fue un golpe a la democracia en toda regla, y eso es un hecho probado, aunque luego se intente edulcorar».

• La violencia era esperable: «Lo que sorprende en una democracia, más que el estallido violento en sí, es que desde las instituciones catalanas no se haya condenado y frenado. Pero, claro, si el president Torra dijo «apretad, apretad»… Si los violentos, sea verdad o no, se sienten respaldados por las instituciones, ancha es Castilla».

• El futuro será la radicalización: «el movimiento secesionista está en declive. Pero cuando eso pasa su núcleo duro, que también se irá reduciendo cada vez más, se radicaliza, porque ha de demostrar que continúa dominando el espacio, que es el amo de la situación. De ahí que no creo que esa violencia acabe en pocos días».

• Que los terroristas callejeros paguen los destrozos: «La kale borroka disminuyó cuando los padres de los que quemaban autobuses tuvieron que pagar los autobuses quemados. Lo que se está destrozando aquí, comercios, bienes públicos, etcétera, no les puede salir gratis a los que lo destrozan. Hay autorías concretas. Es algo que no tenemos por qué pagar todos».

• Los políticos nacionales deben buscar el bien común: «Es una de las anomalías de este país respecto al resto de Europa y nos ha traído donde estamos. Porque los Gobiernos de turno se han tenido que apoyar en los nacionalismos periféricos que saben vender caros sus votos. No tienen lealtad institucional y juegan y chantajean para lograr lo suyo. Y siempre tiene que primar el interés general de todos. (…) el grave problema que tenemos los no nacionalistas es que no se nos tiene en cuenta».

• Hay que acabar en serio con el Programa 2000: «La penetración del independentismo es abrumadora en los medios de comunicación, en la Universidad, en el funcionariado… (…) los empresarios tienen miedo. Porque a la que se destacan como no adictos no ganan ni una licitación. Ha habido toda una penetración del nacionalismo a través de sus estructuras de Estado, que las mantienen, ¿eh? Lo que ha hecho el Diplocat en las universidades en el extranjero es una cosa terrible, por ejemplo financiando actividades en las cuales se ataca a España como Estado represor, como si fuéramos una dictadura salvaje. ¿Cómo es que no se ha frenado esto antes? Porque hay mecanismos, basta con el control contable. No hacen falta ni el 155 ni nada por el estilo. La ley de estabilidad presupuestaria aplicada a rajatabla no permitiría que se financiaran cosas habiendo, como se percibe, desviaciones de fondos. Y, mientras, ¿cómo puede ser que esté tan desatendida en Cataluña la sanidad pública? Esto no puede ser. ¿Y qué es lo que ha pasado con la educación? ¿Por qué se toleran y se subvencionan libros en los que se desfigura totalmente toda la Historia? Hay una tergiversación brutal. Y hay un reduccionismo cultural que va a dejar a muchos catalanes fuera del mercado global; no a los hijos de las élites, porque éstos van a grandes colegios donde la lengua menos usada es el catalán, todo hay que decirlo».

• El art.155 no se aplicó bien: «Se debió aplicar no dejando que la Administración de la Generalitat pudiera seguir controlando la comunicación y la educación, cuando son los dos pilares de la hoja de ruta del independentismo desde los 80. No digo que haya que entrar como elefante en cacharrería, pero hay que incidir de alguna manera. Nuestros hijos y nietos no pueden seguir siendo educados en el odio a España. Sobre los medios, decían: «Es que no se puede tocar el Consejo de Administración de la radiotelevisión catalana». ¿Se ha tocado el de RTVE y no ha pasado nada y no se podía tocar el de aquí? Seamos un poco serios…».

• Hay riesgo de balcanización: «Nos podemos balcanizar, nos podemos ulsterizar… Me da miedo que acabe pasando como en Belfast. Allí, todavía, a las siete de la tarde se cierran las puertas de los barrios, porque persiste la fractura entre comunidades, para evitar choques y disturbios. ¿Esto es lo que queremos? Esto es lo que hay que evitar. Y puede llegar a pasar si se continúa con una política que provoca ese tipo de enfrentamientos».

Gràcies, dra. Freixes. Quan els catalans recobrin el seny li ho deuran a la gent com vostè, que el va preservar amb dignitat durant els anys d’odi i violència.

Dolça i assenyada Catalunya…

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