No nos atrevemos a opinar. Mossèn Costa Bou debería hablar con el expresident.
Dicen que Dios perdona siempre, el hombre a veces y la Naturaleza nunca. El cristianismo es la religión del amor. La parábola del hijo pródigo es quizás la más bella del Evangelio: amor, desamor, arrepentimiento, perdón y más amor. Por eso para un católico la confesión es maravillosa: si se hace bien proporciona paz y alegría, y además es gratis total.
Jordi Pujol confesó por escrito el día de Santiago que había vivido al margen de la ley durante 34 años. Hay quien dice que lo ha hecho para ponerse en paz con Dios, otros dicen que ha sido para evitarse problemas judiciales mayores. Todo se acabará sabiendo, pero en el caso de que La Confesión tuviera una motivación religiosa, ¿sería válida?¿habría cumplido Pujol los requisitos necesarios para recibir el perdón deseado?
El Catecismo indica 5 pasos para una correcta confesión:
1-Examen de conciencia. Debe ser lo más exhaustivo posible. Si el único delito que ha cometido Pujol ha sido la evasión fiscal por «una herencia«, su explicación sería suficiente. En caso contrario, si apareciera más dinero, o como señala el New York Times se descubriera su origen en el cobro de comisiones (el trespercent), el examen de conciencia sería conscientemente parcial.
2-Dolor de los pecados, es decir, arrepentimiento. Confesar por escrito ya es un acto de humildad. Pero Pujol dice que «davant les informacions aparegudes…em veig en l´obligació de» confesar. Reconoce que no es por tanto un acto fruto de su arrepentimiento espontáneo o de un cargo insoportable de conciencia, sino «obligado» por la presión mediática. El cualquier caso, después sí manifiesta su «dolor, pel que significa per a la família i per a mi mateix…i per tanta gent de bona voluntat que poden sentir-se defraudats en la seva confiança, a la qual demano perdó«. Sin embargo no pide perdón a todos, y a los que lo pide no lo hace por el acto en sí ni por sus consecuencias, sino por «lo que significa«. No duele el delito ni el mal que haya podido causar estafando, sino su reputación e imagen. Malament, senyor Pujol.
3-Propósito de enmienda. Pujol no refleja su propósito de enmendar realmente el mal realizado, simplemente espera que «aquesta declaració sigui reparadora en el que sigui possible del mal i d´expiació per a mi mateix«. La mera enumeración de los pecados, el reconocerlos aunque sea por carta es ya una forma de expiación pero ¿es suficiente? ¿No es necesaria la reparación del mal causado, en este caso devolver el dinero?
4-Decir los pecados al confesor. Aquí el sr. Pujol sí reconoce humildemente ante la opinión pública el fraude fiscal, aunque de nuevo desconocemos si los hechos son como él dice, ni si lo dice todo o calla algo.
5-Cumplir la penitencia. Pujol manifiesta su disposición a «comparèixer davant les autoritats…per acreditar aquests fests …i acabar amb les insinuacions i comentaris«. Sería reconfortante que interrumpiera sus vacaciones para comparecer inmediata y voluntariamente ante las autoridades. Eso sí, con el dinero defraudado.
A todo lo anterior debe seguir la confesión auricular con un sacerdote. Cuenta Pujol en sus memorias que de joven dejó de frecuentar a un confesor porque le confesaba en castellano y no tenía un estilo suficientemente nacionalista. Eso no importa, senyor Pujol. Es el momento de superar el nacionalismo -que en usted parece funcionar como una idolatraía- y abrirse al amor. Cualquier sacerdote, hable la lengua que hable, le acogerá como un padre y le dará la absolución. Y eso tiene consecuencias en la eternidad.
Nos gustaría conocer la opinión de expertos en el tema, como Mn. Costa Bou, consiliario de los nacionalistas catalanes, de dom Soler, abate de Montserrat; o de cualquier otro párroco del Front Nacionalista. Mientras llega, desde aquí rezamos sinceramente por el arrepentimiento completo del sr. Pujol y su familia, y la reparación completa de sus faltas. Somos muy poca cosa y Dios todo lo perdona, senyor Pujol. Todo. No se desanime ante la fragilidad humana. Sólo así podrán alcanzar la paz de verdad.
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No ha mencionado reparar el mal causado, esto es, devolver lo robado.
Naturalmente no va a devolver lo que con tanto lucro y durante tanto tiempo se ha esforzado en robar. Y con tanto peligro también, ya que de haber estallado el escándalo antes, Dios sabe qué hubiera pasado.
Y si para eso tiene que ir a China a encontrar un sacerdote que no hable catalán y no sea nacionalista (por favor, ! no de ERC!), pues, habrá que ir. Por que la «pela», es la «pela».
Por cierto, ¿no hay peligro de que escape a Brasil a disfrutar de sus mal ganados millones, todavía sin localizar ni cuantificar?. ¿no sería una precaución digna de un buen padre de familia ingresarle en una prisión (preventiva) y retirarle el pasaporte (el espanyol, no el catalán)? Aunque sea en esa prisión de Zuera, Zaragoza, que tiene piscina y todo, que la Modelo de Barcelona es sólo para gitanos.
Pujol no es católico practicante…ir a misa a diario…no significa nada…sino va acompañado de respeto a sus semejantes…el sujeto ha demostrado q no respeta al prójimo…
Me gustaría saber la opinión de la Iglesia y especialmente la de Cataluña…
El individuo es un comediante…
Una vergüenza para los cristianos…de buena fe
MOSSEN JOAN COSTA BOU,
tribuna usted compartió
con Jordi el Molt Honorable
cuando su Federació
convocó aquel acto público
para hablar de secesión
(dret a decidir en fino
para colar de rondón
un proyecto delictivo
contra la Constitución).
Cuente lo que la Doctrina
dice de la corrupción
y explíquenos la conducta
de la famiglia Pujol.
En mil pedazos se ha roto
el ídolo-devoción
del separatismo iluso
del Becerro adorador.
Y el mundo entero contempla
con indignado estupor
que es el independentismo
la cueva del gran ladrón.