Tarradellas, de ERC y muy familiarizado con el nacionalismo, se dio cuenta de todo.
Lo recogía El País el 2 de noviembre de 1985:
«Hay una dictadura blanca muy peligrosa, que no fusila, que no mata, pero que dejará un lastre muy fuerte. (…) Jordi Pujol grita en exceso, propugna una política victimista, gasta demasiado y, aunque manda mucho, manda mal».
Dolça i exhaurida Catalunya, quan podràs viure lliure de nacionalisme?
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Tarradellas estaba a años luz de los que le siguieron. Con la experiencia de una Guerra Incivil, que enseña mucho. O como decía el hijo y sucesor de D. Vito Corleone que le había contado su padre: «ten cerca a tus amigos, pero aún más cerca a tus enemigos». D. Josep lo vio venir. El victimismo, los gastos injustificados y el desgobierno. No vivió lo suficiente. Trágico para Cataluña.
Tarradellas, molt millor que Pujol, Mas, Montilla…
Macià, Companys, Maragall