Llegó la primavera. Florecen lilas los árboles del amor en los parques de Barcelona.
«Esa llegada de la primavera sin que se sepa cómo tornasola la copa de los almendros, platea las aguas de los torrentes y se encandila en luces, en matices, por doquier. La primavera es la estación de la juventud; y cuando decimos que una muchacha tiene quince primaveras decimos algo muy concreto y plástico. La primavera produce una eclosión en la botánica y en la biología. Estallan los jardines y las plantas y se produce en la sangre joven de las adolescentes una explosión de luz» (Ignacio Agustí, Tele/eXpres, 22 de marzo de 1965).
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Noé, me gustan mucho tus aportaciones. Gracias.
A ver si con la floración de esta incipiente primavera recordamos que la alianza y la concordia son posibles hasta en los tiempos más difíciles. Si en un pasado, no tan lejano, coseguimos superar grandes diferencias por el bien común, confiemos en que ahora también podremos.
Descanse en paz Adolfo Suárez, el primer Presidente de nuestra actual democracia.
Buenas tardes:
No hay paseo más satisfactorio que un pequeño recorrido por un jardín de solera en primavera. Al margen del esplendor del conjunto, siempre me han deslumbrado las preciosas tonalidades fucsias o malvas de los árboles que aparecen en la foto, cuajados de inflorescencias fucsias sobre las ramas leñosas desprovistas durante algunos días de hojas verdes.
El nombre científico de esta especie es Cercis siliquastrum, y son autóctonos de la Península Ibérica y en general de la cuenca mediterránea.Pueblan muchos jardines de toda España, dónde popularmente son conocidos como «árbol del amor», pero también como «árbol de Judas».El porqué de ambos nombres, con contenidos tan dispares o significados tan divergentes, lo desconozco por completo.
Esperemos que en Cataluña nos auguren la primera versión «amorosa», y no la versión estéril de la traición, o de la deslealtad, relacionada con la figura evangélica de Judas.
Un afectuoso saludo.